Coronavirus: consejos prácticos para cuidadores

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EVITA LOS MICROBIOS Lavarte bien las manos con agua y jabón es esencial. Además de lavárselas después de comer y de ir al baño, “todos los que entren al hogar deben lavarse las manos” de


inmediato, enfatiza Lester. “Hay muchas cosas que no se saben sobre por cuánto tiempo el virus puede permanecer en las superficies”, afirma Perissinotto. Ella aconseja a los pacientes que


estén pendientes de limpiar todas las cosas que se usan con frecuencia —como picaportes, controles remotos, teléfonos celulares y, si conduces, el volante y las manijas de las puertas del


auto—. “Pensar en todas las cosas que tocamos puede ser abrumador. Por eso, si estuviste afuera y regresaste a tu hogar, pregúntate: ¿Qué puedo limpiar?”. ¿Y qué pasa con quienes intentaron


y no pudieron conseguir los pañitos desinfectantes tan buscados? No te preocupes. “No tienes que comprar productos elaborados”, aconseja Perissinotto. “Puedes preparar una solución diluida


de lejía y agua para limpiar los mostradores”. LUCHA CONTRA EL ABURRIMIENTO “El aislamiento social es un problema enorme para muchos adultos mayores y para quienes cuidan a un familiar”,


observa David L. Roth, director del Centro sobre el Envejecimiento y la Salud de Johns Hopkins. “El énfasis actual en el distanciamiento social solo empeorará esta situación. Será importante


para los cuidadores mantener o incluso aumentar el contacto con otros (familiares y amigos) por teléfono, videollamada, comunicaciones en línea y otros métodos —pero no en persona—. Los


cuidadores también deberían avisarles a otras personas que quizás quieran llamarlos”. “Las videollamadas son una mejor manera de conectarse que solo una llamada telefónica, pues ver a


alguien puede ayudar” a combatir el aislamiento y los sentimientos de soledad, menciona Perissinotto. MANTENTE PRESENTE EN EL MOMENTO Para quienes cuidan a un ser querido en el hogar (y a


menudo manejan sus responsabilidades de prestar cuidados junto con sus compromisos laborales y las actividades de sus hijos), este puede ser el momento de refugiarse y pasar ratos agradables


con la familia. “De algunas maneras, esto nos está haciendo a todos bajar la velocidad y mantenernos presentes con lo que disfrutamos, como terminar esos proyectos de manualidades que


empezamos, reconectarnos con viejos amigos por teléfono o video, escribir cartas o agradecerles a personas en tu comunidad o familia durante este período”, dice Perissinotto. “Y en un mundo


tan bullicioso, estar sentado en silencio por un tiempo en realidad no nos vendría mal”.