Spare parts, jóvenes indocumentados logran sueño

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A instancias de Óscar Vásquez, el único de los cuatro que tiene aspiraciones, se inscriben en un concurso de robótica organizado por la NASA en California. El reto es construir un robot que


no solo pueda cumplir labores sencillas a control remoto, sino hacerlo bajo el agua. Así, estos cuatro jóvenes descubren sus talentos para suplir la falta de recursos. Como un grupo de


superhéroes, cada uno tiene un apodo que denota su fuerte: Christian es “el cerebro”, Lorenzo es “el mecánico”  y el obeso Luis, “el musculo”.  El guión está basado en un artículo aparecido


en la revista _Wired_ en el 2004 bajo el título de “La Vida Robot”. Dado que había que adaptar la historia para que cumpliera con los requisitos mínimos de un largometraje, se añadieron


varios elementos de ficción. En lugar de un profesor, eran dos los que encabezaban el club, pero en el filme son representados por el personaje de Fredi. La película también añade


(torpemente) unas líneas románticas que se sienten forzadas para cumplir la fórmula; y Esai Morales aparece sólo unos minutos como un papá abusivo. Sin embargo, los elementos principales de


la historia se mantienen intactos y son tan increíbles que parecen sacados de la ficción. Los jóvenes no solo logran vencer los muchos obstáculos que se les van presentando, sino que a la


hora de inscribirse en el concurso, deciden hacerlo en la categoría de universidad y no de escuela secundaria. Están tan convencidos que van a perder, que prefieren que por lo menos se les


respete por competir por encima de su nivel. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > El triunfo de estos jóvenes


resulta más extraordinario si consideramos que vienen de una cultura acostumbrada a improvisar soluciones y sustituir la falta de recursos con ingenio. No por nada, muchos mexicanos nos


referimos a nuestra nación como “el país del mecatito”. Es decir, “el lazo”, en diminutivo.  Por siglos, la gente ha reparado, inventado, y sustituido sus carencias con mecate.  _Spare


Parts_ no es un filme tan bueno, como importante. Aunque difícil de defender en términos artísticos, su edificante contenido es suficiente para justificar no solo su existencia, sino la del


cine mismo como promotor del cambio e inspiración de nuevas generaciones. Debería ser vista obligada en las preparatorias del país.