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Además, algunos constructores están ofreciendo una financiación innovadora para mitigar en parte el problema de las tasas hipotecarias. “Reducen los precios y ofrecen planes para reducir la
tasa de interés”, explica el economista Bill McBride. En un plan de reducción de tasas hipotecarias, por ejemplo, los constructores reducen temporalmente las tasas al 4% el primer año, al 5%
el segundo y al 6% el tercero. A partir de entonces, la tasa aumenta hasta alcanzar la tasa del mercado —alrededor del 7%— durante toda la vigencia del préstamo. “Siempre dicen lo mismo:
‘Oh, seguro que las tasas de interés van a bajar, así que podrás refinanciar’”, sostiene McBride. Los compradores también pueden pagar “puntos” (que básicamente son un pago inicial)
directamente al prestamista a cambio de una tasa hipotecaria un poco más baja. La inversión en puntos se puede amortizar con el tiempo si mantienes la hipoteca original durante varios años.
Pagar puntos para bajar las tasas hipotecarias es menos conveniente si piensas vender o refinanciar pronto. Entretenimiento Juegos de AARP Juegos y rompecabezas gratis en línea, incluidos
los clásicos de Atari See more Entretenimiento offers > No te lamentes por los constructores. Ellos no tienen que competir con viviendas existentes baratísimas, como les ocurrió en la
Gran Recesión del 2007-2009. “Los constructores con los que he consultado están bien”, dice McBride. El costo de los materiales ha bajado después del aumento registrado al principio de la
pandemia. Por ejemplo, la madera bajó un 30% con respecto a septiembre del 2021. Los constructores también obtienen buenas ganancias en sus centros de diseño y con las mejoras, añade.
CONSEJOS PARA VENDEDORES “En este momento, la mayor generación de la historia se encuentra en sus mejores años de compra”, comenta McBride sobre los milénicos, que ya han superado a los
_baby boomers_ en tamaño por ser el grupo generacional más numeroso. “Se casan, tienen hijos y compran viviendas”. Son buenas noticias. Otra buena noticia es que el inventario es bajo, lo
que significa que, si vives en un vecindario muy codiciado, tal vez tengas la única vivienda en venta de tu zona. El bajo inventario otorga más control a los vendedores para fijar los
precios. “Lo que está ocurriendo es que la gente se decide por una casa nueva enteramente porque no encuentra una existente”, advierte Lonski. La mala noticia es que los milénicos están
comprando a una edad más avanzada que los _baby boomers_. La edad promedio de un comprador de vivienda primerizo es de 36 años, la mayor edad registrada. Además, dado que la mediana del
precio de las viviendas en el país (la mitad son más caras, la mitad son más baratas) es de $412,300, los milénicos tienden a ser más exigentes como compradores primerizos de lo que lo
fueron los _baby boomers_. No quieren asumir el costo adicional de un techo nuevo o una remodelación a fondo de la cocina, además de un elevado pago hipotecario. En algunos mercados
inmobiliarios candentes, los vendedores siguen recibiendo muchas ofertas y participan en guerras de ofertas. Sin embargo, esta tendencia está disminuyendo, y en algunos mercados los
vendedores tienen que reducir los precios para compensar la antigüedad de los electrodomésticos o de los cuartos de baño, que no se han actualizado desde la Administración de Eisenhower. Si
quieres lograr una venta rápida, debes ser flexible con el precio o estar dispuesto a hacer concesiones por los electrodomésticos o la decoración anticuados. Considera también la posibilidad
de hacer mejoras modestas que se amorticen con la reventa, como pintar la casa, instalar un piso más moderno o actualizar el exterior. De ser posible, procura pagar las mejoras con dinero
que tengas disponible en vez de pedir un préstamo sobre el valor líquido de la vivienda. De lo contrario, tendrás que hacer frente a las altas tasas de una refinanciación con retiro de
efectivo o de un préstamo con garantía hipotecaria, que subieron junto con las tasas hipotecarias tradicionales.