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Jueves, 15 de mayo 2025 | Actualizado 16/05/2025 07:50h. Comenta Compartir Nueve años después de su apertura, el Juzgado de Instrucción número 2 de Caravaca de la Cruz ha dictado el
sobreseimiento provisional del 'caso Caravaca Jubilar'. Este procedimiento mantenía investigados a la presidenta, concejala y portavoz del PP de Calasparra, María Marín, quien fue
responsable de Contabilidad del consorcio Caravaca Jubilar; y al exgerente del mismo ente público, Juan Rigabert, por un presunto delito de malversación de caudales públicos. La jueza
aprecia «múltiples inconsistencias» en la acusación que realiza la Fiscalía y ordena el archivo del caso. En un auto de 17 páginas –al que LA VERDAD ha tenido acceso y que admite recurso
ante el propio juzgado y ante la Audiencia Provincial–, la instructora remarca que, de la investigación de estos años, no se desprenden «indicios solventes de criminalidad» contra los dos
investigados. «Ni se ha acreditado que sean los máximos y únicos responsables de la anotación contable, confección y presentación para su aprobación durante la totalidad del largo lapso
temporal que abarca la investigación (2003- 2014), ni que existiera un plan preconcebido entre ambos para actuar en concierto y sinergia para lograr propósitos ilícitos». La magistrada
tampoco ha encontrado pruebas de que Marín y Rigabert «hayan destinado fondos públicos a fines distintos de la gestión de la mercantil Caravaca Jubilar S.A., ni el apoderamiento para sí
mismos o terceros y enriquecimiento patrimonial propio en detrimento del patrimonio público». En su escrito la magistrada remarca que la Fiscalía, en su acusación, no determina en virtud de
qué documento considera a Marín responsable de la contabilidad del ente. Además tilda de «llamativo» que en toda la instrucción, que se ha prolongado durante nueve años y estando personado
el ayuntamiento caravaqueño -dueño de Caravaca Jubilar desde diciembre de 2013- «no se hayan traído a autos toda la documentación relativa a la presentación de todas las cuentas anuales
presentadas al Consejo de Administración». La instructora hace hincapié en el auto en que las cuentas del ente fueron auditadas por otra entidad externa entre 1999 y 2014 sin que esos
análisis pusieran de manifiesto incidencias. Las partes de este procedimiento iniciado en 2016, que se encontraba a un paso de la apertura de juicio oral, pusieron en marzo sus cartas encima
de la mesa durante la comparecencia de la Ley del Jurado que celebró el juzgado. El Ministerio Público consideró que Marín y Rigabert eran autores de un supuesto delito de falsedad y de
otro de malversación, tesis a la que se adhirió la acusación popular -que ejerce un exmiembro de la Ejecutiva del PSOE de Calasparra-. Las defensas, sin embargo, solicitaron una nueva
comparecencia de la presidente del PP calasparreño para que pudiera declarar después de que se acogiese inicialmente a su derecho a no hacerlo. Las defensas exigieron además, una pericial
contradictoria de la contabilidad de Caravaca Jubilar para desmentir el supuesto desvío de 250.000 euros que se les imputaba. Comenta Reporta un error