Hoytú advierte de que murcia puede perder en pocos años la mitad de su ocio nocturno | la verdad

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Miércoles, 14 de mayo 2025 | Actualizado 17/05/2025 21:08h. Comenta Compartir «La mitad del ocio nocturno de Murcia puede estar cerrado en pocos años». Con esta contundencia se manifestaba


este miércoles el presidente HoyTú, en relación a la situación de los llamados bares especiales o pubs del casco urbano de la ciudad. De hecho, la patronal hostelera pondrá en marcha durante


los próximos tres fines de semana una campaña de comunicación y «concienciación» con el fin de lograr la modificación de la actual ordenanza de ruidos de la ciudad de Murcia, dado que las


limitaciones que esta impone «están matando al sector». Dentro de estas restricciones, sobresale la prohibición que establece la norma en relación a la reproducción de música a partir de la


medianoche para aquellos bares que se encuentran ubicados en calles de menos de siete metros, cercenando «el 80% de sus ingresos». Este es el caso de Black Tag, uno de los pubs de moda del


centro de la ciudad, que se vio forzado recientemente a limitar su actividad al conocido como tardeo. «De los 34 bares especiales de la ciudad de Murcia -con música horario de cierre hasta


las 4 de la madrugada-, siete, entre ellos el citado Black Tag, el Class, el 609 o el Bizz'Art ya se han visto forzados a recortar su horario por este motivo; otros cinco tienen


expedientes abiertos por esta causa o incluso tienen su caso en los tribunales y cinco más se encuentran en la mismas circunstancias en cuanto a su ubicación, sumando un total de 17, la


mitad del total», explica Jiménez, asegurando que el 53% de las calles de la ciudad tienen esta configuración. «Somos la única ciudad de España con una limitación de actividad por el ancho


de la calle, la cual se implantó en el 2000 por la problemática generada por dos locales concretos que se ubicaban en la plaza del Romea, Puerto Plata y el Palacio del Caribe. Solucionado


este asunto no se volvió a aplicar hasta 2014, a raíz de la situación generada en Pérez Casas, que también trajo un endurecimiento de los requisitos en relación al aislamiento acústico de


los locales», prosigue Jiménez, reclamando que se reúna a la mesa del ruido dos años después para abordar «un cambio necesario en el que estaba de acuerdo el 90% de los integrantes de


esta».«La otra ciudad dentro del país que contaba con esta exigencia era Lorca, ya que la implantó el mismo técnico que lo hizo en Murcia una vez que fue trasladado a esta localidad, pero


incluso el Consistorio lorquino la retiró ante los problemas de funcionamiento que estaba generando para esta actividad en el casco antiguo», prosiguió Jiménez añadiendo que esta medida, en


combinación con otras, hace imposible la apertura de nuevos locales en la capital murciana. De hecho, a los siete metros se une la exigencia de que los nuevos establecimientos de este tipo


mantengan un radio de separación de 65 metros entre ellos, algo que, «aunque parezca excesivo, puede ser entendible para evitar aglomeraciones», según el presidente de HoyTú. Además, las


exigencias de insonorización imponen una determinada altura a los establecimientos «que no es ni mucho menos fácil de encontrar». «Todo ello hace que solo se haya abierto un pub con licencia


nueva en once años, detrás de la plaza de las Flores; así es imposible que nadie se plantee abrir un nuevo negocio de este tipo », apostilla. «TRIPLE PERJUICIO» Defiende Jiménez, además,


que esta situación es mala para el empleo, ya que el sector está perdiendo más de 40% de sus puestos de trabajo, para los propios vecinos, ante las colas que se forman en los pocos locales


que quedan abiertos y que son las que verdaderamente pueden molestar a los residentes -«ya que tenemos los locales mejor insonorizados de España»-, y para la propia ciudad, «que pierde parte


de su atractivo». «El desarrollo de la restauración va también muy de la mano del ocio nocturno, por lo que la muerte de uno puede afectar al otro y desviar a turistas y clientes a otras


ciudades», insistió Jiménez, subrayando que lugares como Alicante tienen 80 bares de este tipo, mientras Murcia, con un área metropolitana de más de 600.000 personas, no llega a 40. «Tenemos


una falta de oferta bestial que da mala imagen, porque no puede ser que los visitantes tengan que esperar hasta una hora para entrar a un bar», añadió Jiménez, recordando que los intentos


de llevar las zonas de fiesta a la periferia no han funcionado porque la ciudad es un todo: «La gente quiere salir, dar una vuelta por el centro, comer algo y tomar una copa, no puede


separar estos ámbitos», zanjó. Añaden, además, desde la patronal hostelera que pudo haber otros tiempos con situaciones excesivas o casi intolerables, «que no es el caso la actual». «Muchos


de estos pubs conviven perfectamente con el entorno desde hace años», defienden. Por todo ello, HoyTú pondrá en marcha la citada campaña bajo el lema 'La muerte de la noche


murciana', que incluirá diversas 'performances'. Así, el próximo fin de semana, dos actores se pasearán con su guadaña y su lúgubre aspecto por las calles murcianas para


denunciar la situación. El fin de semana siguiente se representará el 'velatorio' de los negocios que se están viendo afectados y que en sus propios locales celebrarán esta


despedida a partir de la medianoche, con ataúdes incluidos. Para concluir la trilogía, el 31 de mayo se celebrará por el centro de Murcia la 'procesión de los pijamas'. EL


AYUNTAMIENTO ACUSA A JIMÉNEZ DE ACTUAR «CON UNA ENORME DESLEALTAD» Fuentes municipales acusaron este miércoles al presidente de HoyTú de mostrar «una enorme deslealtad institucional, ya que


es conocedor del trabajo que se está realizando la Concejalía de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente en relación a la ordenanza de Protección contra la Emisión de Ruidos y


Vibraciones». «No se debe hacer política desde un puesto empresarial y menos generar enfrentamiento con los vecinos cuando lo que se persigue desde el Ayuntamiento es el equilibrio entre el


legítimo derecho a la actividad empresarial del ocio nocturno y el descanso de los ciudadanos», zanjaron. Por su parte, desde la asociación No Más Ruido se volvió a denunciar lo que


consideran una «actitud victimista» por parte del sector. «Es preferible que cierre un negocio y abra en otro sitio donde no moleste que seguir torturando a la gente», señaló su presidente,


Pedro Pérez Piernas. «Sí se han ido abriendo bares nuevos en los últimos años con traspasos de licencias que legalmente deberían estar caducadas», añadió para concluir que «la única muerte


que se produce es la de los vecinos enfermos que sufren este abuso». Comenta Reporta un error