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Viernes, 11 de abril 2025, 10:22 Comenta Compartir Investigadores de la Universidad de Granada y del Grupo de Termodinámica y Computación Cuántica de la Universidad de Granada han publicado
en Physical Review Research un descubrimiento clave en el campo emergente de la termodinámica cuántica: los sistemas cuánticos se calientan más rápido de lo que se enfrían. Esta asimetría en
los procesos de relajación térmica no solo desafía nuestra intuición, sino que tiene implicaciones directas para el diseño de algoritmos cuánticos, motores térmicos y dispositivos de
control de energía a escala microscópica. El estudio ha sido realizado por el investigador predoctoral de la UGR Álvaro Tejero, junto a los profesores Antonio Lasanta (de la Facultad de
Educación, Economía y Tecnología de Ceuta, FEETCE) y Daniel Manzano, además del profesor Rafael Sánchez de la Universidad Autónoma de Madrid. El equipo ha analizado varios modelos
fundamentales —como un sistema de dos niveles, un oscilador armónico cuántico y una partícula browniana cuántica— para mostrar que, incluso bajo condiciones controladas y simétricas, el
proceso de calentamiento ocurre sistemáticamente a mayor velocidad que el de enfriamiento. En la física clásica, esta asimetría ya se encontró experimentalmente en estudios anteriores. Esto
incluye un trabajo publicado en Nature Physics por científicos de la propia Universidad de Granada, incluyendo a Antonio Lasanta, uno de los autores de la presente publicación. En el régimen
cuántico, donde dominan efectos como la superposición de estados y la coherencia cuántica, las trayectorias térmicas hacia el equilibrio son más complejas y, en muchos casos, irreversibles.
«Hay muchos fenómenos en termodinámica cuántica del no-equilibrio que ni conocemos ni entendemos. El caso de la termalización es uno de ellos. Darles una respuesta fundamental es esencial
para entender cómo los sistemas cuánticos interactúan con su entorno. Una vez lo logremos, las aplicaciones en tecnologías cuánticas son infinitas», subraya Álvaro Tejero, primer autor de la
publicación. Para analizar estas dinámicas, el equipo utilizó herramientas avanzadas de física teórica, como la descomposición espectral del operador Liouvilliano, que describe cómo
evoluciona un sistema cuántico abierto en contacto con su entorno. También aplicaron conceptos de geometría de la información y metrología cuántica, que permiten comparar con precisión las
trayectorias seguidas por un sistema al cambiar de temperatura. Gracias a este enfoque, los autores no solo observaron el fenómeno, sino que lo explicaron y cuantificaron con una base
matemática sólida. Este tipo de estudios pertenece al campo de la termodinámica cuántica, una disciplina en rápida expansión que busca entender cómo se combinan las leyes de la termodinámica
con los principios fundamentales de la mecánica cuántica. Además del interés conceptual, los resultados del equipo granadino tienen implicaciones prácticas. En computación cuántica, por
ejemplo, es crucial enfriar los qubits a estados de muy baja entropía antes de realizar operaciones. Si el enfriamiento es más lento que el calentamiento, los protocolos deberán ajustarse
para compensar esta diferencia. También en el diseño de motores térmicos cuánticos —máquinas que extraen trabajo útil a partir de fluctuaciones térmicas en sistemas cuánticos—, conocer esta
asimetría puede ayudar a optimizar la eficiencia energética. Comenta Reporta un error