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Domingo, 2 de febrero 2025, 00:04 Comenta Compartir Se acusa al granadino de indolente, pero un repaso a la hemeroteca basta para desmentirlo. La indignación, en muchas ocasiones, ha
trascendido las conversaciones de bar para convertirse en acción. Existen precedentes históricos de los que esta tierra puede sentirse orgullosa. Ahí está la huelga de la construcción de
1970, una protesta crucial en plena dictadura que unió a los trabajadores en defensa de un convenio justo. Aquella demanda terminó con la muerte de tres obreros en una carga policial, pero
unos días después se firmó en Granada el mejor convenio del sector en todo el país. El sacrificio de esos tres albañiles abrió una grieta en un régimen agonizante, denunció las humillaciones
sufridas por los obreros y acercó la democracia a un país que anhelaba justicia. La campaña puesta en marcha por IDEAL para lograr un AVE directo y más rápido ha sumado más de 11.000
apoyos. Este clamor ciudadano demuestra, una vez más, que con unidad se pueden derribar barreras y alcanzar grandes conquistas. Estos son algunos de sus precedentes. EL ESPÍRITU DEL 27-J
Jamás los habitantes de la Costa granadina habían expresado tan claramente su indignación por ser el único tramo del litoral español sin autovía. Tampoco los empresarios de la capital habían
dejado tan claro que el problema de las comunicaciones en la provincia también les afectaba. Nunca, hasta el 27 de julio de 2010, cuando más de cincuenta colectivos se unieron en una
protesta contra el olvido y la discriminación de esta comarca. Aquel día marcó el inicio de un frente común para reivindicar no solo la finalización de la A-7, sino también el desarrollo de
otras infraestructuras que estrangulan, y siguen estrangulando, el crecimiento de la comarca. Este frente incluye el tren Granada-Motril o las defensas de las playas. Pero los que más veces
han sacado a la calle su grito de desesperación han sido los regantes de Almuñécar movilizados en asociaciones como Agua para el Campo, que han protagonizado protestas como las monumentales
marchas de 1989 y 1990, que acabó en batalla campal con la policía, o las canalizaciones de Rules. Las movilizaciones han logrado avances significativos, aunque las reivindicaciones
continúan. En 2015, Mariano Rajoy inauguró el último tramo de la A-7 tras 25 años de espera, y actualmente avanzan las obras del primer tramo de las canalizaciones de Rules, con el
compromiso de finalizarlas en 2026. LUZ Y DIGNIDAD Los cortes de luz en el distrito Norte nunca desaparecieron, pero sus vecinos han logrado visibilizar el problema y agitar conciencias
gracias a colectivos como la Plataforma Contra los Cortes de Luz, que ha movilizado al barrio en numerosas ocasiones a través de manifestaciones y concentraciones que han trascendido el
ámbito local. También ha servido de altavoz de esta causa acciones como el encierro protagonizado en 2019 por el Defensor de la Ciudadanía de Granada, Manuel Martín, y el sacerdote de la
parroquia de La Paz, Mario Picazo, una protesta que el Defensor llevó hasta el Parlamento Europeo. Ese mismo año, un grupo de residentes presentó una demanda contra Endesa por vulneración de
derechos fundamentales. Sin embargo, tras cinco años de proceso judicial, la demanda fue desestimada al no haberse acreditado el daño provocado ni la responsabilidad directa de la empresa
en los cortes. A pesar de ello, los vecinos siguen en pie de lucha, convencidos de que «la injusticia persiste y la lucha continúa». MAREA AMARILLA POR EL SOTERRAMIENTO DEL TREN Los vecinos
de Granada respondieron a la convocatoria de IDEAL y se sumaron a la iniciativa para conseguir un AVE de primera. Dos barrios llevan más de veinte años pidiendo el soterramiento de las vías
a su entrada en la ciudad. Son los casos de Rosaleda y La Chana, divididos por la cicatriz del ferrocarril. Hartos de preguntas sin respuesta y de proyectos descartados, los vecinos se
vistieron con camisetas amarillas y salieron a la calle para exigir que el tren pasara bajo tierra. Así nació la 'Marea Amarilla', que junto a otras plataformas como Granada por el
Tren, ha protagonizado manifestaciones multitudinarias y concentraciones en contra del aislamiento ferroviario. Diez años después de sus primeras reivindicaciones, el último capítulo de
esta historia lo escribió el ministro Óscar Puente en un desayuno de IDEAL en septiembre pasado, donde propuso la creación de un parque que ocultara las vías desde Andaluces hasta el límite
con Bobadilla. UN '¡YEAH!' POR LA SANIDAD En 2016, Granada se levantó, alentada por el doctor Jesús Candel, para paralizar el proyecto de fusión hospitalaria. Miles de granadinos
protagonizaron multitudinarias manifestaciones exigiendo la recuperación de dos hospitales completos con carteras de servicios diferenciadas. A pesar de las primeras protestas, el cambio del
mapa sanitario parecía imparable. El 2 de julio de ese año comenzó el traslado de pacientes al nuevo hospital del PTS, junto con la puesta en marcha de las urgencias y los quirófanos. Sin
embargo, lejos de aletargarse, la presión ciudadana se intensificó hasta lograr revertir la fusión en febrero de 2017, devolviendo a la ciudad dos hospitales con plena capacidad asistencial.
Granada ha alzado su voz en múltiples ocasiones para defender su sanidad. En 1982, Motril se echó a la calle para exigir un hospital comarcal, cansados de las vidas que se perdían en la
carretera camino de Granada. La movilización incluyó manifestaciones masivas, cortes de carretera y una huelga general en la ciudad. La presión social y política dio frutos y en 1988 se
inauguró el hospital comarcal de Santa Ana. Algo parecido ocurrió en Guadix. Viajar desde el norte de la provincia hasta la capital suponía un trayecto de casi tres horas, serpenteando
puertos de montaña y rezando para que el clima no complicara el camino. En 1986, la recién creada Junta de Andalucía se disponía a aplicar una nueva Reforma Sanitaria, que contemplaba la
construcción de un hospital en Baza mientras que en Guadix solo se mantendría el ambulatorio con algunas especialidades. En la ciudad se consideró un agravio y los vecinos respondieron con
contundencia. El 5 de febrero de ese año, en el ambulatorio de Guadix, nació una niña después de que la ambulancia que llevaba a su madre a Granada tuviera que dar la vuelta en Diezma. La
llamaron Victoria, un nombre simbólico de la lucha por un hospital. Finalmente, el 16 de enero de 2007, el hospital de Guadix abrió sus puertas, un logro que demostró, una vez más, que la
unión ciudadana es la clave del cambio. Comenta Reporta un error Límite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te
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