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El Covirán Granada sigue empeñado en resistir hasta el extremo en la Liga Endesa. Pese a llevar semanas señalado como claro candidato al descenso, las ... dos últimas victorias rojinegras
–tres en los cuatro compromisos más recientes de los de Pablo Pin– mantienen aún con vida al equipo granadino a dos jornadas del final de la temporada regular. Eso sí, ya sin ningún tipo de
red de seguridad, pues todo lo que no sea un doble triunfo rojinegro en los dos compromisos que quedan –visita al Real Madrid y recepción del Morabanc Andorra en el Zaidín–, unidos a dos
derrotas del Bàsquet Girona, que jugará ante el Barça a domicilio y el Hiopos Lleida en su pabellón de Fontajau condenarán al Covirán a perder la categoría en su tercera experiencia en la
elite del baloncesto nacional. El escenario es, no cabe duda, inhóspito para el resiliente equipo de Pin, que ya hubiera descendido en caso de perder uno de sus dos duelos más recientes, en
los que logró salir victorioso en la cancha del Casademont Zaragoza y, posteriormente, en Granada frente al Río Breogán. Ahora, eso sí, llega el 'más difícil todavía', pues todo lo
que no sea una victoria el domingo –17 horas, Movistar Arena– dilapidará el sueño de los de la ciudad de la Alhambra. Desde luego no parece el Real Madrid el rival más propicio para pensar
en el cuatro triunfo a domicilio de los de Pin esta temporada –antes, ganaron en Girona, Lugo y Zaragoza–, pues el conjunto blanco es el líder destacadísimo de la competición, encadena
veinte triunfos seguidos y no sabe lo que es perder como local en toda la temporada nacional. Así que los pesimistas tiene sobradas razones para pensar que el Covirán será matemáticamente
equipo de Primera FEB el domingo a eso de las siete de la tarde. Es, sin lugar a dudas, lo que dicta cualquier razonamiento lógico. INTRASCENDENTE Sin embargo, por esos caprichos del
calendario, los más optimistas tienen un pequeño clavo ardiendo al que aferrarse. El mismo se basa en que el Real Madrid no tendrá nada en juego el domingo, pues haga lo que haga en las dos
jornadas restantes de la temporada regular, concluirá la misma como primer clasificado. Eso podría hacer al plantel de Chus Mateo afrontar el duelo frente al Covirán con cierta relajación,
generando una pequeña rendija de oportunidad a los visitantes, que parten sin duda como víctimas propiciatorias en su visita al colosal pabellón de la capital de España. Además, se
producirse el 'bombazo' granadino en Madrid, la derrota del Girona parece bastante factible. Y es que al equipo de Moncho Fernández, en el mismo horario del Covirán, le toca
visitar el Palau Blaugrana para medirse a un Barça que viene de perder claramente en Vitoria (110-98) y que, además de tratar de evitar un segundo tropiezo seguido por puro orgullo de equipo
grande, necesita la victoria para no poner en cuestión su actual quinta plaza en la Liga Endesa, una vez que ya tiene asumido que no podrá contar, en ningún caso con el factor cancha a
favor en el inminente 'play off' por el título. De ese modo, parece razonable pensar que el equipo dirigido por Joan Peñarroya saldrá el domingo con una actitud competitiva, mucho
más jugando ante su público, y que la hipótesis de un triunfo gerundense en el Palau Blaugrana debería ser bastante remota, aunque para que sirviera de algo un triunfo culé, el Covirán
debería firmar una gesta. EN OTRAS MANOS Pero de algún modo, pese a la enorme dificultad de asaltar el feudo del Real Madrid, la jornada 33 parece ofrecer una opción de premio doble al
equipo granadino en caso de que sea capaz de sumar tal gesta. Sería estirar una semana más lo que parecía harto improbable, si no directamente imposible, tres semanas atrás. Eso sí, la
jornada 34 sería harina de otro costal, pues ahí el escenario se antoja favorable para el Bàsquet Girona, que recibirá en un derbi catalán a un Hiopos Lleida que ya no tendrá nada en juego
cuando salte a la cancha en Fontajau. Es el enorme riesgo que ha tenido que asumir el Covirán en esta recta final del curso, en la que además de tener que rozar la perfección y de hecho
ganar sus últimos cuatro partidos, precisa de demasiadas ayudas externas para poder firmar el que sería el mayor milagro de su existencia. Semana a semana el Covirán muestra su resiliencia,
pero no siempre llega el auxilio exterior. Agotada la vía del descenso del Andorra, ya solo queda la opción Girona. El alambre del Covirán es cada vez más fino, pero sigue ahí.