La falta de inversión estatal en la cuenca del guadalquivir le obliga a devolver más agua de lluvia de la que logra embalsar

feature-image

Play all audios:

Loading...

Los embalses de la CUENCA DEL GUADALQUIVIR se encuentran al 61,41 por ciento de su capacidad gracias al continuo, y abundante, aporte de las lluvias en este año hidrológico. El dato ha


supuesto la mejor de las noticias —el 1 de octubre se encontraban ... al 30,1%—, entre otras cuestiones porque las precipitaciones han mejorado, y mucho, la media del último cuarto de siglo.


Sin embargo, hay una desalentadora cara B: se han perdido más HECTÓMETROS CÚBICOS que los que han logrado almacenarse por falta de puesta a punto de infraestructuras o de ejecución de


nuevos proyectos que dependen, en mayor o menor medida, del Estado. Concretamente han sido 2.715 hm3 los que la cuenca, que abastece a más de dos tercios de ANDALUCÍA —y a una población


estimada de 4.141.635 habitantes— ha vertido al mar. El montante supera en 200 hm3 el volumen embalsado. Desde la ASOCIACIÓN DE COMUNIDADES DE REGANTES DE ANDALUCÍA (Feragua) cuantifican el


volumen perdido como «el desembalse de dos campañas de riego con dotaciones completas». En este punto hay que matizar que la gran parte del agua que se almacena es para regadío, lo que se


conoce como 'REGULACIÓN GENERAL'. El abastecimiento humano se calibra dentro del resto de sistemas, donde también entran usos industriales y otros aprovechamientos de riego. Para


tomar una referencia, el 63,61% del agua que sí se embalsó está destinada al primer bloque. LA DEFICIENTE BREÑA II El tronco del Guadalquivir que vierte a la presa de Alcalá del Río es el


que ha generado un mayor número de hm3 sin almacenar. FERAGUA sitúa la causa en el «funcionamiento deficiente del sistema de impulsión de la Breña II», cuyo objetivo es precisamente derivar


agua de escorrentía del cauce hacia la presa. Tomando de ejemplo estos últimos siete meses y medio, la estación tendría que haber bombeado un máximo de 115 hm3, pero sólo ha podido derivar


30 hm3, algo más de la cuarta parte. No es ninguna novedad, pues si en el año hidrológico 2022-2023, la Breña II tuvo una eficiencia del 49,26%, en el ciclo precedente no llegó siquiera al 1


por ciento —0,36%—, al bombear solo 27 metros cúbicos de los 7 hectómetros cúbicos y medio que podría haber asumido. En la Breña II actúan SEIS BOMBAS 48QL, con capacidad unitaria de 22.000


m3 por hora y otras dos de tipo 27QL, con una gestión más exigua —5.100 m3 por hora—. Esta configuración hace que sea capaz de bombear un caudal máximo de 50 m3 por segundo. Aunque en el


entorno de la presa de Alcalá del Río hay otras tres estaciones de bombeo —SAN RAFAEL DE NAVALLANA, EL ARENOSO y TORRE DEL ÁGUILA—, la de la Breña es la más potente, hasta el punto de


impulsar más de la mitad del conjunto del agua. Por ello, que no tenga un funcionamiento al máximo nivel implica un problema claro de aprovechamiento de recursos. LAS OTRAS CARENCIAS DE


INFRAESTRUCTURAS DE LA CUENCA Los expertos en la materia recalcan que, pese a que el año hidrológico ya avanza por su segunda mitad, los trabajos de infraestructuras hidráulicas aprobados


aún no se han puesto en marcha. En este punto figurarían el recrecimiento de la presa del Agrio, en la localidad sevillana de Aznalcóllar; la de Cerrada de la Puerta, en Pozo Alcón (Jaén); y


la de San Calixto, en la frontera entre Córdoba y Sevilla que dibuja el río Genil. El primer proyecto se está redactando, los otros dos no tienen siquiera licitada su redacción. La


promoción de las tres corresponde a la CHG, a través del Ministerio. «De la red de balsas de riego que Feragua viene demandando de forma insistente para aprovechar estas escorrentías, no hay


ningún plan ni determinación de hacerlas con una perspectiva global», añade Cepeda, que reconoce que únicamente se da la modernización de alguna zona regable. Para la asociación de regantes


ésta es sólo una muestra de la parálisis de las inversiones previstas en obras hidráulicas y de la inejecución en otras. De hecho, desde hace años reclaman que la titularidad de la estación


de bombeo pase a la CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR (CHG). Actualmente corresponde a ACUAES, la Sociedad Mercantil Estatal Aguas de las Cuencas de España, que a su vez se


inserta en el MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Por su parte, el presidente de Feragua, JOSÉ MANUEL CEPEDA, teme que los actuales buenos datos de precipitaciones


«tapen el hecho del déficit estructural de la cuenca y de la necesidad de inversiones que permitan aprovechar las lluvias cuando se producen, para su utilización durante los ciclos secos.


Cada vez más duros y largos». Hay que tener en cuenta que las lluvias, sobre todo las que trajeron las borrascas Jana, Konrad, Laurence y Martinho, hicieron que varios embalses superasen su


capacidad tope, de manera que fuese necesario soltar agua. Esta pasó desde los distintos cauces al río Guadalquivir y de ahí al estuario. Es decir, no pudo ser almacenada. EL CÓMPUTO DE


ESCORRENTÍAS En el caso concreto de la estación de aforo de Alcalá del Río, desde el pasado 1 de octubre las aguas de escorrentía supusieron 2.488 hm3. Es cierto que, a la hora de hacer un


recuento siempre hay que considerar el CAUDAL ECOLÓGICO NECESARIO, que ha de desembalsarse sí o sí porque de él depende el buen equilibrio de su ecosistema acuático, desde la vegetación


ribereña a otras formas de vida. En este caso fueron 149 hm3, de ahí que el volumen que se dejó de embalsar fue 2.339 hm3. En un plano más testimonial, pero igualmente clave, estarían las


escorrentías de las cuencas que no pasan por Alcalá del Río. Fundamentalmente la de RIVERA DE CALA y RIVERA DE HUELVA, con embalses de gran calado como el de ZUFRE, ARACENA, LA MINILLA, CALA


o GERGAL. Aquí se ha dejado de almacenar 263,22 hm3 ya con el caudal ecológico descontado. También habría que sumar los 74,6 definitivos del RÍO GUADIAMAR —regulado por el embalse del


Agrio— y los 38,3 hm3 del RÍO SALADO DE MORÓN, regulado por el embalse de Torre del Águila. En total, 2.715,12 hm3 hasta el pasado 7 de mayo.