7 maneras de reducir los microplásticos en tu vida

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Cuanto más se esfuerzan los investigadores por buscar microplásticos en el cuerpo humano, más encuentran. Estos diminutos fragmentos se liberan cuando los objetos de plástico grandes se


descomponen en el medio ambiente y cuando se desprenden de los envases o materiales que contienen plástico durante su uso. Cada vez más, los investigadores están demostrando que los


microplásticos pueden llegar hasta el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones y otras partes del cuerpo. Lo que no está claro es si representan una amenaza para la salud de las


personas. Los investigadores informaron recientemente que los niveles de plástico en el cerebro eran más altos en personas que tenían demencia que en aquellas que no la tenían. Sin embargo,


desconocen si el plástico contribuye al riesgo de demencia o si los cambios que se observan en esta enfermedad hacen que el cerebro sea más susceptible a la acumulación de microplásticos. En


el 2024, los investigadores encontraron microplásticos con bordes afilados, e incluso nanoplásticos aún más pequeños, en las placas en las arterias carótidas (en inglés) de algunas


personas. Esas personas tenían un mayor riesgo de ataques cardíacos, derrame cerebral o muerte, (en inglés) según un informe en la revista _New England Journal of Medicine_. En el 2024, los


investigadores publicaron un informe sobre la evidencia, principalmente de estudios en animales, que encontró que se "sospecha" que la exposición a los microplásticos daña la salud


digestiva y respiratoria de las personas, incluyendo una posible conexión con el cáncer de colon y pulmón. Es "altamente probable" que los microplásticos pueden dañar la salud


humana, dice el Dr. Philip Kuriakose, un hematólogo y oncólogo médico en el Henry Ford Cancer Institute en Detroit. "Pero aún no se ha demostrado por completo". El riesgo de


problemas de salud es particularmente relevante para los adultos mayores, cuyos cuerpos son menos capaces de reparar el daño que los plásticos (y las sustancias químicas que contienen)


pueden causar al organismo, explica Kuriakose. La exposición a los microplásticos podría agravar los problemas de salud existentes que son más comunes con la edad, como las enfermedades


cardíacas y posiblemente la demencia vascular, añade.  Los microplásticos están en todas partes —incluso se han detectado en el Everest— y no es práctico evitarlos por completo. "Nunca


vamos a poder eliminar la exposición al plástico y, en algunos casos, no deberíamos hacerlo, ya que todo tiene una relación riesgo-beneficio, y los plásticos brindan ciertos


beneficios", indica Douglas Walker, profesor asociado en el Departamento Gangarosa de Salud Ambiental de la Universidad de Emory, quien estudia los microplásticos. "Pero sí creo


que deberíamos ser conscientes de nuestro uso del plástico".  A continuación incluimos algunos cambios de estilo de vida relativamente fáciles que pueden ayudar a reducir tu exposición.


Los investigadores recomiendan lo siguiente: 1. LIMITA EL USO DE PLÁSTICOS DE UN SOLO USO. La contaminación por plásticos se acumula en el medio ambiente, incluido el aire que respiramos,


el agua que bebemos y la comida que consumimos. Puedes hacer tu parte siguiendo la principal recomendación de Walker: elige alternativas a los plásticos descartables, como envoltura


plástica, bolsas, cubiertos y contenedores de comida y bebida, siempre que sea posible.