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Los centros de cuidados a largo plazo de Estados Unidos, incluidos los hogares de ancianos, los centros de vida asistida y otros centros de cuidados para adultos mayores, han sido devastados
por la pandemia y han sufrido más de 200,000 muertes por COVID-19 entre los residentes y el personal. Los centros representan aproximadamente una quinta parte de todas las muertes por
COVID-19 en Estados Unidos, y más de 175,000 de esas muertes se atribuyeron específicamente a los hogares de ancianos. LOS ADULTOS MAYORES TODAVÍA SON LOS MÁS VULNERABLES Entretenimiento
Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > Un informe (en inglés) publicado la semana pasada por la Kaiser Family Foundation demostró
que el virus continúa afectando considerablemente a los adultos mayores. Halló que las muertes por COVID-19 entre las personas de 65 años o más —la edad de la mayoría de los residentes de
hogares de ancianos— representaron el 88% de todas las muertes por COVID en septiembre, la mayor proporción desde el comienzo de la pandemia. Si bien las muertes por COVID aumentaron entre
personas de todas las edades este verano, el informe descubrió que aumentaron más rápido entre las personas mayores de 65 años y que las muertes en ese grupo de edad aumentaron más del doble
entre abril y julio. La fundación atribuyó el aumento a la variante ómicron, la cual se transmite muy fácilmente, junto con la aceptación relativamente baja del refuerzo y la disminución de
la inmunidad. El último análisis de AARP halló que al menos 900 residentes de hogares de ancianos murieron a causa de la COVID-19 en las cuatro semanas que terminaron el 18 de septiembre.
Esa cifra es menor que las más de 1,000 muertes durante el período anterior de cuatro semanas a mediados de agosto, pero sigue siendo tres veces más alta que a mediados de abril, antes del
último aumento, según Ari Houser de AARP, asesor sénior de métodos y coautor del análisis. Aproximadamente 37,000 residentes, o 1 de cada 30, dieron positivo en la prueba de COVID-19, según
el informe, en comparación con 1 de cada 22 en las cuatro semanas anteriores. Sin embargo, esa cifra ha aumentado significativamente en comparación con abril, cuando solo 1 de cada 200
residentes dio positivo. Alrededor de 1 trabajador por cada 27 residentes también dio positivo, una ligera reducción en comparación con mediados de agosto, cuando había 1 caso de personal
por cada 20 residentes. AARP ha estado rastreando las tasas de vacunación contra la COVID-19 entre los residentes y el personal de los hogares de ancianos desde junio del 2021, pero esta es
la primera vez que el análisis examinó el porcentaje de trabajadores de hogares de ancianos que están “al día” con sus vacunas. AARP comenzó a informar sobre el porcentaje de residentes de
hogares de ancianos que están “al día” con sus vacunas el mes pasado. Se considera que los residentes y el personal están “al día” si están completamente vacunados y han recibido todas las
vacunas de refuerzo para las que reúnen los requisitos. Para la mayoría de las personas mayores de 50 años, eso significa recibir su serie de vacunación primaria más dos dosis de refuerzo, o
su serie de vacunación primaria o el primer refuerzo en los últimos cuatro meses. El próximo mes, la definición cambiará para incluir nuevas vacunas bivalentes de refuerzo específicas para
ómicron, que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendaron a principios de septiembre para las personas que se aplicaron su última vacuna hace por lo menos dos
meses.