10 remedios naturales para tratar la fibromialgia

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En ocasiones, la fibromialgia se conoce como la “enfermedad invisible”. No se manifiesta de manera visible, en forma de fracturas en las extremidades o llagas supurantes, pero para los


cuatro millones de personas que la padecen en el país, puede ser dolorosa y debilitante. Por motivos que no se comprenden con exactitud, afecta al doble de mujeres que de hombres. (En el


2017, Lady Gaga reveló que padecía fibromialgia). El síntoma principal es el dolor crónico generalizado y la sensibilidad excesiva al contacto. Otros síntomas incluyen entumecimiento,


hormigueo, fatiga, depresión e incluso problemas digestivos, como distensión abdominal y estreñimiento. Si bien no existen estudios para diagnosticar esta enfermedad, en el 2016 el Colegio


Estadounidense de Reumatología actualizó una serie de criterios para el diagnóstico de la fibromialgia: dolor generalizado de un nivel de 7 o superior, síntomas que persisten con la misma


intensidad durante al menos tres meses y ausencia de indicios de otro trastorno que pueda explicar los síntomas. La fibromialgia tampoco tiene una causa clara. Si bien las últimas


investigaciones sugieren que puede haber un componente genético, lo más común es que se produzca como consecuencia de un traumatismo físico o estrés emocional. MEDICAMENTOS PARA TRATAR LA


FIBROMIALGIA Si bien no existe una pastilla que solucione todos los problemas de la fibromialgia, hay medicamentos disponibles para aliviar los síntomas que produce. Los tres medicamentos


recetados siguientes están aprobados por la FDA específicamente para el tratamiento de la fibromialgia. * DULOXETINA (nombre comercial Cymbalta): Cymbalta aumenta la actividad de dos


neurotransmisores cerebrales vinculados al estado de ánimo y al dolor. * MILNACIPRÁN (nombre comercial Savella): Savella actúa sobre los mismos neurotransmisores —serotonina y norepinefrina—


con lo que mejora el estado de ánimo y disminuye la sensación de dolor. * PREGABALINA (marca comercial Lyrica): se ha demostrado que Lyrica alivia el dolor hasta en un 25%. No se ha


demostrado que los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno y el acetaminofén, sean eficaces para tratar la fibromialgia. Pregúntale a Lynne Matallana, fundadora y presidenta de la


Asociación Nacional de Fibromialgia. Ella tuvo que someterse a una operación a los 30 y tantos años, lo que desencadenó la fibromialgia y la obligó a pasar dos años en cama. “Me dijeron que


estaba loca. Me dijeron que era perezosa”, comenta. Ni siquiera su madre le creía. Matallana finalmente encontró un médico que identificó la fibromialgia. Ella no tenía idea de lo que era,


pero la tranquilizó tener alguna respuesta para su dolor. “Me dijo: ‘Tienes que hacer tu parte, y yo haré la mía’”, dice Matallana. “Eso me cambió la vida”. Ese consejo fue un cambio radical


porque el médico le dijo que podía hacerse cargo de su tratamiento. Existen varios medicamentos para la fibromialgia (lee el recuadro), pero “el cuidado personal es una de las claves más


importantes para mejorar”, señala Matallana. La opinión pública sobre la mejor forma de tratar la enfermedad ha cambiado notablemente en los últimos veinte años. “A principios de la década


del 2000, cuando la Asociación Nacional de Fibromialgia hizo un estudio de mercado con pacientes, el 97% dijeron que querían una pastilla”, explica Matallana. “Hoy solo un 47% dicen que


quieren una pastilla”. El resto está interesado en otras opciones de tratamiento alternativas y complementarias. Estos tratamientos, por separado o combinados, incluyen los siguientes: 1)


EJERCICIO MODERADO Según el Colegio Estadounidense de Reumatología, el ejercicio es una parte importante del tratamiento de la fibromialgia. Los expertos recomiendan limitarse a ejercicios


aeróbicos de bajo impacto, como nadar o caminar. Sin embargo, cuando una persona siente dolor, puede no estar tan ansiosa por hacer ejercicio. Daniel Clauw, profesor de Anestesiología,


Reumatología y Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Míchigan, sugirió en una entrevista con la Asociación Nacional de Fibromialgia utilizar la palabra “actividad” en


vez de “ejercicio”. La actividad puede consistir en algo tan simple como caminar por tu casa. Empieza de a poco y aumenta gradualmente. “Solo tienes que agregar medio minuto cada semana a tu


rutina”, señala Matallana.