Cómo saber si debes tomar suplementos de betacaroteno

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Si no tienes síntomas de deficiencia, pero te preocupa tu consumo de betacaroteno, cambia tu dieta antes de recurrir a un suplemento. No existe una recomendación de dosis diaria de


betacaroteno, pero los adultos deben consumir cinco o más raciones de fruta y verdura cada día para obtener entre 3 y 6 miligramos (mg) de betacaroteno, según los expertos de Mount Sinai.


Una batata contiene alrededor de 11 mg de betacaroteno, al igual que una taza de zanahoria cruda picada. Además, no es necesario limitarse únicamente a los alimentos de color anaranjado. Las


verduras de hoja verde (col rizada, espinaca, brócoli) también son una excelente fuente de betacaroteno, afirma Candy Tsourounis, farmacéutica especializada en suplementos y profesora de la


Facultad de Farmacia de University of California, San Francisco. Uno de los motivos por los que es mejor empezar con los alimentos es que “por definición, la dieta es más equilibrada”,


explica la Dra. Emanuela Taioli, directora del Instituto de Epidemiología Traslacional de la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. Las frutas y las verduras


contienen una gran cantidad de nutrientes que “probablemente interactúan para aportar beneficios para la salud”, escriben los autores de un editorial (en inglés) adjunto a las


recomendaciones del grupo USPSTF. A su vez, la sensación de saciedad surtirá efecto antes de que puedas consumir una cantidad excesiva de cualquier vitamina o mineral, agrega Taioli. Por


otra parte, los suplementos pequeños pueden ser bastante potentes. La cantidad de vitamina A que se administra en forma de píldora varía mucho, pero 3,000 microgramos —es decir, el 333% del


valor diario recomendado-— es lo común, según la Oficina de Suplementos Alimentarios de los Institutos Nacionales de Salud. Y si lo tomas en combinación con otros suplementos, como un


complejo multivitamínico, resulta fácil excederse. Tsourounis lo observa continuamente, sobre todo entre los adultos mayores. “Cuando les pido que traigan todos los suplementos que toman, es


muy común ver que pueden estar tomando tres suplementos diferentes. Además, puede que no guarden relación entre sí —tal vez uno sea para la salud general, otro para el dolor de rodilla y


otro para dormir—, pero pueden contener vitaminas o ingredientes similares. Y cuando se toman en conjunto, pueden superar la dosis que deberían ingerir cada día”, indica. Un estudio que se


publicó en _The Journal of Nutrition_ reveló que casi el 30% de los adultos mayores (en inglés) en el país toman cuatro o más suplementos. Las dosis elevadas de ciertos suplementos, incluida


la vitamina A, pueden ser realmente peligrosas. Sin embargo, dado que el organismo solo convierte la cantidad de vitamina A del betacaroteno que necesita, la administración de suplementos


de betacaroteno produce menos posibles efectos secundarios, como coloración amarillenta en la piel, mareos, diarrea y dolor en las articulaciones. De todos modos, es importante ser


precavido. Los suplementos de betacaroteno también pueden interactuar con algunos fármacos, como ciertas estatinas y algunos medicamentos para reducir el colesterol, así como el fármaco para


adelgazar orlistat (Alli, Xenical). “Además, si [alguien] tiene antecedentes de tabaquismo o de exposición al asbesto, debería ser un poco más prudente”, dice Shepherd. Antes de comenzar a


tomar cualquier suplemento, siempre es buena idea consultar con un médico para analizar los beneficios y los posibles efectos nocivos, advierte Taioli, quien agrega que “nunca puedes


equivocarte con una dieta saludable”. Y si te preocupa reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y cáncer, no descuides las conductas cotidianas que, según los expertos, pueden


aportar beneficios: haz ejercicio con regularidad, limita el consumo de alcohol, evita fumar y consume muchos alimentos saludables. “Si alguien tiene un presupuesto ajustado, creo que podría


gastar su dinero en cosas que le resultarán mucho más beneficiosas que un suplemento, a menos que su médico tenga motivos para recetárselo”, señala Shepherd.