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TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD Dado que los síntomas de la ansiedad coinciden con los de otros problemas de salud —por ejemplo, la taquicardia podría indicar problemas cardíacos—, es importante
acudir al médico para que determine si existen otras causas médicas, sobre todo cuando los síntomas aparecen más tarde en la vida, sugiere Laudate. Si se descartan las causas médicas, la
terapia cognitivo-conductual, o TCC, es el punto de partida para tratar todos los tipos de ansiedad. “La TCC debería ser siempre la primera opción para los trastornos de ansiedad”, afirma
Hudak. La medicación puede ser eficaz, pero “es raro que el tratamiento incluya solo medicamentos”, agrega Hudak. Los fármacos conocidos como ISRS, que también se utilizan para tratar la
depresión, pueden ser muy eficaces en algunos casos, comenta. Hay una categoría de ansiolíticos de acción rápida, las benzodiacepinas, que pueden crear hábito y producir efectos secundarios
graves, como problemas de cognición y equilibrio en los adultos mayores. Hudak considera que no son eficaces y que pueden interferir en el tratamiento. “Casi nunca [receto] benzodiacepinas”,
señala. ¿CÓMO ACTÚA LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL? Las personas que dudan de la terapia pueden alegrarse al saber que la TCC no requiere meses de sesiones para explorar la infancia.
“Quizá dediquemos algún tiempo a entender lo que provocó [la ansiedad]”, explica Cooper. “Lo que más me interesa es saber el modo en que afecta tu vida y la forma en que podemos intervenir
para tratar de producir un cambio”. En la terapia TCC, un terapeuta te ayuda a reformular gradualmente los patrones de pensamiento, que conforman la dimensión cognitiva. Mientras tomas
conciencia de tus sentimientos, aprendes a “verificar los hechos”, dice Cooper. Por ejemplo, si sientes ansiedad por un viaje al extranjero, puedes preguntarte: “¿Qué temo que ocurra?”,
“¿Qué probabilidades hay de que ocurra eso?” y “¿Cómo podría afrontarlo si ocurriera?”. Quizá aprendas a reconocer que los pensamientos incesantes que te mantienen despierto por la noche son
una falsa alarma. En la TCC también examinas tus comportamientos, las cosas que haces o que no haces. “Evitar ciertas situaciones es uno de los grandes factores que realmente pueden
potenciar la continuidad y el empeoramiento de la ansiedad”, indica Cooper. Supongamos que alguien tiene una mala experiencia con un perro y empieza a evitar todos los perros, y luego
empieza a “evitar todos los animales, y luego comienza a evitar los lugares donde sospecha que puede haber animales”, explica. Ignorar el miedo o dirigir la atención a otra cosa —más
evitación— pueden hacer que la ansiedad se agrave aún más. TERAPIA DE EXPOSICIÓN EN LA TCC Romper el ciclo de evitación es clave para el tratamiento. La terapia de exposición, que consiste
en el acercamiento gradual a las situaciones que temes, es eficaz para todo tipo de trastornos relacionados con la ansiedad, según Cooper. Para una persona que siente ansiedad social por
actuar, puede consistir en imaginar que da una presentación y luego practicarla. En el caso del miedo a los perros, puedes llegar a interactuar con un perro que consideres amistoso y
razonablemente seguro. El objetivo no es convencerte de que no ocurrirá nada malo. “Se trata de crear una perspectiva más equilibrada y acertada”, señala Cooper. Las personas que padecen
ansiedad excesiva suelen subestimar su capacidad para afrontarla. La terapia de exposición les permite aprender que lo que temen que ocurra es menos probable de lo que habían anticipado; y
que si ocurre, es menos terrible de lo que esperaban. También es importante que aprendan que “pueden tolerar la ansiedad y la angustia sin hacer nada para evitarlas”, comenta Cooper. La
terapia grupal puede ser eficaz, en parte porque permite que los pacientes establezcan vínculos sociales, lo cual es crucial para la salud mental, advierte Laudate. En vez de quedarte
atrapado en la idea de que “todo sale mal”, puedes encontrar otro punto de vista y el apoyo de los miembros del grupo. La capacidad de expresar tus miedos a un terapeuta, en un grupo o a un
amigo íntimo puede reducir el control que ejerce la ansiedad. “La vida puede ser difícil. También puede ser maravillosa. [Puede] dar miedo, puede ser estresante, [puede] ser todas esas
cosas”, señala Cooper. El apoyo y el tratamiento te permiten tomar las riendas y poder disfrutarla. CÓMO MANTENER LA ANSIEDAD BAJO CONTROL Además de la terapia, hay otras maneras en las que
puedes estimular tu salud mental y aliviar la ansiedad, según el Dr. Ramaswamy Viswanathan, presidente electo de la Asociación Americana de Psiquiatría: * Involúcrate con un grupo
comunitario o una organización religiosa; cualquiera que fortalezca tu sentido de propósito y tus conexiones sociales. “Mantenerse ocupado de manera significativa es muy importante”, dice
Viswanathan. * Comienza un régimen de ejercicio o fisioterapia. “Sentirte menos frágil, sentirte en forma; eso tiene un efecto favorable”, dice Viswanathan. * Aborda los problemas de salud
que pueden contribuir a la ansiedad. Obtén audífonos si los necesitas. * Establece una práctica regular de relajación, como respiración profunda, yoga o taichí. * Incluye actividades al aire
libre, como caminatas por la naturaleza y jardinería, en tu rutina semanal. * Aprende pasos sencillos para aliviar la ansiedad en el momento. * Mantén un diario de gratitud para fomentar el
pensamiento positivo.