¿existe un nivel seguro de consumo de alcohol?

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Así es, la prosperidad tiende a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas, obesidad e hipertensión. Las personas más adineradas son menos propensas a fumar y tienden a vivir más


tiempo. Las personas de más recursos económicos también tienen mayor acceso a la atención médica. Las personas que beben con moderación también suelen tener más educación que los abstemios.


Y la educación, al igual que la abundancia, parece coincidir con un mejor estado de salud. Los estudios demuestran que quienes beben con moderación también hacen más ejercicio.


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cardiopatías entre quienes beben de forma moderada. Es posible que la bebida no tenga nada que ver. MUCHOS RIESGOS PARA LA SALUD COMIENZAN CON EL PRIMER SORBO Si bien hace tiempo que


circulan teorías sobre los supuestos beneficios del consumo moderado de alcohol para la salud, otras investigaciones más recientes las ponen en duda. Un estudio del 2018 que se publicó en


_The Lancet_ (en inglés) y del que Sheron es coautor concluye que no existe ningún nivel de consumo de alcohol que mejore la salud. Las investigaciones demuestran que si bien una pequeña


cantidad de alcohol puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y diabetes, el riesgo de padecer otras enfermedades —sobre todo cáncer— comienza a aumentar desde el primer


sorbo. “Una botella de vino aumenta el riesgo de cáncer de un hombre en la misma medida que cinco cigarrillos y el de una mujer en la misma medida que diez cigarrillos”, afirma Sheron. “En


el caso de las mujeres, esa diferencia se atribuye sobre todo al riesgo de cáncer de mama”. Según el estudio Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors del 2016, el consumo de


alcohol ocupa el séptimo lugar en el mundo entre los factores de riesgo de muerte y de discapacidad. Alrededor de una cuarta parte de las muertes vinculadas al alcohol se deben a


enfermedades hepáticas, una cuarta parte a cáncer, una cuarta parte a hipertensión arterial y una cuarta parte a accidentes y lesiones derivados del consumo de alcohol. Un estudio del 2017


que se publicó en _The BMJ_ (en inglés) cuestiona la antigua opinión de que beber un poco puede ser bueno para el cerebro. Al observar los hábitos de consumo de alcohol y las aptitudes


cognitivas de 550 adultos mayores durante un período de treinta años, los investigadores descubrieron que cuanto mayor era el consumo de alcohol durante ese tiempo, más masa cerebral se


perdía. “Siempre se ha dicho que el consumo moderado de alcohol —sobre todo de vino tinto— podría ser favorable, pero esta idea es ahora bastante controvertida y muchos la refutan”, señala


Anya Topiwala, investigadora clínica principal del Departamento de Psiquiatría de Oxford University y coautora del estudio del 2017. “Quiero que las personas sepan que no es cierto que beber


sea bueno para la salud cerebral”. El Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral (en inglés), una colaboración independiente de científicos, profesionales de la salud, académicos y expertos en


políticas convocada por AARP, analizó las investigaciones existentes y concluyó que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden dañar el cerebro. Si bien estos estudios destacan que


ningún nivel de consumo de alcohol está exento de riesgos, las investigaciones más recientes sugieren que se puede beber sin riesgo en cantidades muy pequeñas, pero mucho menos de lo que se


piensa. Los investigadores del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, entre los que se encuentra Bryazka, participaron en el análisis del estudio Global Burden of Disease del


2020. Analizaron los hábitos de consumo de alcohol en los distintos géneros y grupos de edad de todo el mundo y su relación con 22 enfermedades y lesiones, como las enfermedades hepáticas,


el cáncer de mama y los accidentes de automóvil. Se proponían averiguar la cantidad diaria que una persona podía beber sin aumentar el riesgo de padecer estos trastornos, y el nivel de


consumo de alcohol que producía un riesgo estadísticamente mayor que el de los abstemios.