Pérdida del olfato y el gusto por el envejecimiento

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Además, las personas que tienen problemas nasales y sinusales crónicos —como alergias, pólipos nasales o inflamación crónica de los senos paranasales— pueden presentar un deterioro más grave


y temprano de su sentido del olfato, afirma Benninger. Y algunos trastornos neurodegenerativos, como el Parkinson y el Alzheimer, se asocian a una menor capacidad olfativa, señala el Dr.


Alan Hirsch, director de Neurología de la Smell & Taste Treatment and Research Foundation en Chicago. Tomar ciertos medicamentos —como algunos antidepresivos, tranquilizantes,


antibióticos, antihistamínicos, antihipertensivos y anticolinérgicos— también puede afectar. Y las deficiencias de varios nutrientes, como la vitamina B-12 y la vitamina D, están asociadas a


la disfunción olfativa, señala Turner. De hecho, un estudio (en inglés) publicado en la edición del 2020 de la revista _Nutrients_ descubrió que los adultos de 40 años o más que tenían


deficiencia de vitamina D tenían un 39% más de probabilidades de tener problemas de olfato.  Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more


Entretenimiento offers > Las posibles consecuencias van más allá de no poder oler las rosas. "Una de las principales preocupaciones de la pérdida del olfato es la seguridad",


dice Benninger. "Usamos el olfato para detectar cosas como el fuego antes de verlo o la comida en mal estado". Por eso es esencial que las personas con pérdida de olfato tengan


detectores de humo y monóxido de carbono que funcionen y que comprueben las fechas de caducidad en las etiquetas de los alimentos, dice Turner. CÓMO SE DESVANECE EL SENTIDO DEL GUSTO Y CÓMO


PUEDE AFECTAR TU SALUD La disminución del sentido del olfato suele ir acompañada de una disminución de la capacidad gustativa. Esto se debe a que "el 90% del sabor se debe realmente al


olfato", dice Hirsch. "Si comes chocolate tapándote la nariz, sabe a tiza". Aunque es menos frecuente, tener una infección oral (como gingivitis o enfermedad periodontal), la


sequedad de boca, la diabetes o la presión arterial alta pueden comprometer el propio sentido del gusto, afirma Hirsch. "Y un traumatismo craneoencefálico puede causar la pérdida del


gusto sin la pérdida del olfato, o viceversa, o ambas cosas". Las personas con disfunción del gusto o del olfato no solo disfrutan menos de la comida, sino que también pueden tener


problemas de salud, dice Turner. "A medida que las personas envejecen, muchas pueden tener deficiencias nutricionales y pérdida de peso". De hecho, un estudio publicado en la


edición del 2016 de la revista _European Journal of Nutrition_ descubrió que las mujeres mayores con deterioro olfativo de moderado a grave, en comparación con las que no tenían deterioro,


tenían una calidad de dieta significativamente peor. Más recientemente, un estudio (en inglés) publicado en una edición del 2021 de _The Journal of Nutrition_ descubrió que los adultos


mayores con la función del gusto deteriorada tenían una peor _calidad_ de la dieta en comparación con los que tenían una función del gusto normal.