Muerte y tragedia en hogares de ancianos por covid-19

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REVERENDO MICHAEL WAY, _Christ Episcopal Church, Middletown, Nueva Jersey: _Recibí una llamada sobre un feligrés con coronavirus y la enfermedad de Parkinson en etapa avanzada. Se pensaba


que solo viviría unos días, o tal vez horas, y me pidieron que le diera la extremaunción a través de la ventana de su habitación. Parecía que estaba consciente, hasta el punto de que noté


que movía los labios cuando dije el Padrenuestro. Aparte de eso, no se comunicaba ni respondía de manera alguna. Un par de meses después me enteré de que había vencido todos los pronósticos


y se había recuperado de la COVID-19. CAROL WILLIAMS_, directora funeraria y directora ejecutiva de la National Funeral Directors & Morticians Association: _En un hogar de ancianos de


Atlanta fallecieron dos parejas. Sus familiares no pudieron tener el funeral que deseaban para sus seres queridos. No realizamos servicios religiosos porque todas las iglesias están


cerradas. Tratamos de ayudar a estas familias, pero a veces tenemos que alejarnos y sentarnos a llorar en la oficina porque no podemos hacer nada. MAYO PROTÉGETE _Con 20,000 muertes por


coronavirus hasta ese momento, los hogares de ancianos del país realizaron un gran esfuerzo de cabildeo para protegerse contra las demandas judiciales. A principios de mayo, al menos 15


estados tenían vigentes leyes o decretos gubernamentales para evitar las acciones judiciales contra estos establecimientos._ RYAN_, de AARP_: Sorprendentemente, mientras las personas


fallecían en los hogares de ancianos, los mayores esfuerzos de los peces gordos de la industria fueron para asegurar que no los declararan legalmente responsables de esas muertes. EDELMAN,


_defensora de derechos de Medicare_: La campaña para lograr la inmunidad para los hogares de ancianos fue escandalosa. Ya no había inspecciones ni se permitía entrar a los familiares. No


había ningún control. A los residentes no los bañaban. Tenían úlceras de decúbito. Nos enterábamos sobre pérdidas de peso de 30 o 40 libras. Y el daño psicológico del aislamiento fue


devastador. ANITA MARTIN (su madre, Marlene Cowans-Hill, de 72 años, murió el 15 de mayo luego de contraer COVID-19 en Bloomington Rehabilitation & Health Care Center de Bloomington,


Illinois):_ _Ella me llamaba y lloraba porque tenía hambre todo el tiempo. La situación se puso tan mala que mi madre me contó que alguien le estaba vendiendo bolsas de palomitas de maíz por


un dólar. Le pregunté al personal del centro: "¿Quién le está vendiendo palomitas de maíz a mi madre en un hogar de ancianos? Ella es una paciente que recibe diálisis". EDELMAN:


Los centros que solo cuidan a pacientes con COVID-19 reciben cientos de dólares al día por cada residente, además de otros reembolsos. Los incentivos económicos hicieron que dieran de baja a


otros residentes de manera inadecuada y los enviaran sin nada a moteles o a albergues para personas sin hogar, o incluso —todavía peor—, a la calle. Y los empleados siguen estando mal


remunerados y siguen arriesgando su vida. CHRIS BROWN, _asistente de enfermería certificado que trabaja en un hogar de ancianos de Chicago: _Si trabajo mientras estoy enfermo, el virus


podría propagarse como un incendio forestal. Si no voy a trabajar, me arriesgo a no poder pagar mis cuentas. Tengo que escoger entre tener electricidad o proteger mi salud. Han puesto a los


empleados de hogares de ancianos, como yo, en una posición en la que llevamos todas las de perder, algo que debemos cambiar. ANITA MARTIN: Me enteré de que mi madre tenía algo de fiebre y


que su nivel de oxígeno era bajo, así que hice que la enfermera llamara al 911 mientras yo permanecía en el teléfono. Me dolió, porque cuando preguntaron sobre sus signos vitales y si estaba


cambiando de color, la enfermera se rió entre dientes y dijo que no sabía porque mi madre era afroamericana. IVORY_, periodista del New York Times_: Nos causó una gran conmoción descubrir


que los hogares de ancianos con poblaciones significativas de negros y latinos —sin importar su ubicación, tamaño, gobierno. BILL MEDINA (su padre fue trasladado el 5 de mayo a un hospital,


donde falleció el 11 de mayo): Me llamaron un sábado mientras estaba en el trabajo y me preguntaron si quería ir a verlo porque probablemente no le quedaba mucho tiempo. Me dieron todo el


equipo de protección personal. Le sostuve la mano cuando murió. Estas muertes por COVID-19 son más que simplemente cifras. Mi padre tenía un taller de silenciadores. A principios de la


década de 1980, fue una personalidad de la radio en español. Solo agradezco haber estado con él en el último momento. PHOTO BY SCOTT BUCHMAN ¿DÓNDE ESTÁ LA ASISTENCIA? _El 22 de mayo, el


Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. anunció la asignación de casi $4,900 millones en fondos adicionales de asistencia para los centros de cuidados especializados._ RYAN_, de


AARP:_ En mis 30 años de carrera en activismo, nunca había visto nada como esto. Meses después de que se enviaran miles de millones de dólares de los contribuyentes directamente a los


propietarios de hogares de ancianos, decenas de miles continuaron muriendo mientras estaban a su cuidado. También continúan los reportes de equipo de protección personal inadecuado, falta de


pruebas de detección para los residentes y el personal, infecciones y muertes. ¿Qué hogares de ancianos recibieron fondos adicionales y en qué los han utilizado? GEORGE V. HAGER JR._,


__director ejecutivo de Genesis HealthCare, al informar el 27 de mayo que habían recibido más de $360 millones en ayuda del Gobierno. (_En ese momento, Genesis tenía 1,500 muertes y otros


6,700 casos confirmados de COVID-19 entre los residentes en cerca de la mitad de sus 361 centros de cuidados)_:_ “Como nación, nos enfrentamos a la pandemia más importante de los tiempos


modernos, y en ningún lugar ha sido más evidente este desafío que en los centros de cuidados especializados”. JUNIO UN EFECTO HISTÓRICO PORTER_, defensora de derechos de los enfermeros:_ 


Cuando la primavera se transformó en verano, todos nos sentimos aturdidos por lo que estaba sucediendo. La COVID-19 no solo había asolado los hogares de ancianos, sino que también había


hecho que el trabajo en estos centros fuera el más peligroso del país. Pero ¿qué otra opción teníamos? IVORY,_ periodista del New York Times_: A principios de junio, el Gobierno federal


finalmente comenzó a publicar datos sobre los hogares de ancianos, pero no exigió que los centros informaran sobre ningún caso o muerte que hubiera ocurrido antes de mayo, lo que a nuestro


parecer básicamente omitió la peor etapa del brote en la mayor parte del país. Tal vez nunca conozcamos la verdadera cantidad de víctimas. MICHAEL BROWN (su madre, Nina, de 87 años, recibió


un resultado negativo a fines de mayo cuando residía en el Crofton Care & Rehabilitation Center, en Crofton, Maryland. Para el 1.º de junio, estaba en una unidad de aislamiento con


fiebre, vómitos, dolor y un resultado positivo)_:_ Es frustrante y verdaderamente deplorable. No confío en que esté protegida. ALISON LOLLEY: Voy a pasar el resto de mi vida asegurándome de


que los hogares de ancianos tengan el mismo tipo de dirección, supervisión, compromiso juramentado y responsabilidades que un hospital, porque los hogares de ancianos toman muchas decisiones


en torno a los resultados financieros y no al cuidado de la vida. PERRY, _asistente de enfermería certificada_: Vemos el deterioro de los pacientes incluso en los centros en los que no se


produjeron muertes por COVID-19. Algo tan simple como levantarse y dirigirse al comedor o cantar una canción en un grupo. Cuando eso se suspende, es tremendo. Se han producido muertes


recientemente, y si bien no se debieron a la COVID-19, no hay duda de que esta enfermedad tuvo algo que ver. IVORY, _periodista del New York Times_: A fines de junio, cuando se publicó la


nueva versión de nuestro rastreador de hogares de ancianos, las muertes en estos centros habían superado las 50,000. Esa cifra histórica realmente te paraliza. Se trata de padres, abuelos,


amigos; no son simplemente números. LOS DATOS FEDERALES INDICARON 5,468 nuevos casos de COVID-19 en los hogares de ancianos del país durante la semana del 21 de junio, el recuento semanal


más bajo desde que el Gobierno federal comenzó a recopilar esa información en mayo, lo que sugirió la llegada de cierta estabilidad en la situación. BUTNER, _de Life Care_: Pasas por las


habitaciones y los residentes ya no están allí. Es tan triste. Hay muchas cosas que no hicimos bien. Pero cuando vives una tragedia como esta, lo único que puedes hacer es aprender y hacerlo


mejor. Le escribí una carta a la COVID. Fue mi terapia. _Estimada COVID-19:_ _Me has cambiado la vida. Me has presionado más allá de mis límites. Me obligaste a hacer más de lo que pensé


que podía hacer. A veces, no sabíamos cómo íbamos a salir adelante. Lo resolvimos, turno tras turno. Lamentablemente, hubo otras fuerzas en contra nuestra además de ti. Desearía haber hecho


ciertas cosas de otra manera. Pero tomamos la mejor decisión con el conocimiento y los recursos que teníamos en ese momento… Hay algo que sécon certeza; luchamos contra ti y te vencimos.


Poco más de treinta días después de tu llegada, abandonaste el Life Care Center de Kirkland. Esto me da la fuerza necesaria para seguir luchando._ ALISON LOLLEY: Si tuviera un mensaje para


compartir después de todo esto, sería este: reformen esta industria (enlace en inglés), denle los fondos necesarios y háganlo pronto. Por favor, no permitan que la muerte de mi madre sea en


vano. PRÓXIMO: ¿QUIÉN TIENE LA CULPA DE LOS 100,000 MUERTOS POR LA COVID-19 EN LOS HOGARES DE ANCIANOS?