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A veces, cada día puede parecerle el día más difícil a un cuidador familiar. Y eso es porque si algo malo puede pasar, es muy probable que pase. Además, los cuidadores son, ante todo,
humanos. De repente, tienes un día espantoso, y estás seguro de que nunca has tenido un día peor como cuidador. Es un día en el que tus deberes como cuidador presentan un desafío emocional,
físico o financiero, o los tres retos al mismo tiempo. ¿Cómo puede un cuidador afectuoso reaccionar ante una situación tan insostenible? AARP pidió consejo a varios expertos —dos académicos
y dos que han escrito libros sobre el cuidado familiar— sobre lo que los cuidadores pueden hacer para lidiar con el estrés físico y emocional en sus días más exigentes. Estas son sus
principales recomendaciones: 1. MANTÉN LA CALMA CUANDO TU SER QUERIDO HACE ALGO MAL Todo cuidador ha experimentado este desafío un millón de veces: tu ser querido tiene un episodio de
incontinencia y se ensucia por completo, incluso antes de levantarse de la cama. O la persona de la que te encargas sufre una caída accidental y se lastima. O tu ser querido se pierde por
unos momentos durante una salida, quizás en una gran tienda por departamentos. La reacción natural de cualquier cuidador sería enojarse. Está bien, pero solo si esperas y expresas tu enojo
en privado, y no delante de tu ser querido, señala Dolores Gallagher-Thompson, profesora emérita activa en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Stanford y autora de _Family
Caregiver Distress_. "Si abordas una situación con una actitud negativa, solo fomentarás más negatividad, y después te sentirás culpable", advierte Gallagher-Thompson. Por ejemplo,
cuando finalmente encuentres a tu ser querido "perdido" en la tienda, abrázalo con alegría en lugar de gritarle y dile lo feliz que estás de haberlo encontrado. "Si te
enfocas en eso, pueden disfrutar de estar juntos de nuevo", dice. 2. NO DEJES QUE TE AFECTE EL ESTRÉS BUROCRÁTICO A veces, tus peores días no tendrán nada que ver con el comportamiento
o los problemas de salud de tu ser querido sino con la enorme burocracia con la que casi todos los cuidadores se ven obligados a lidiar, explica Gallagher-Thompson. Ella dice que el estrés
burocrático puede ser el peor tipo de presión porque genera una sensación de descontrol total. Por ejemplo, cuando estás al teléfono durante una hora esperando a que alguien conteste o
cuando la farmacia se equivoca en una receta y no puede solucionarlo rápidamente. ÚNETE A NUESTRA LUCHA POR LOS CUIDADORES Inscríbete para formar parte de la red de defensa en línea (en
inglés) de AARP y ayuda a los cuidadores familiares a obtener el apoyo que necesitan. "Respira profundamente", aconseja Gallagher-Thompson. "Si no lo haces, no podrás pensar
con claridad". El yoga y la meditación pueden ayudarte a evitar la sensación de impotencia. Gallagher-Thompson dice que en estas situaciones una red de apoyo puede ser un recurso
invaluable. "Puede que tengas un amigo, familiar o conocido que haya superado con éxito este problema". 3. RECUÉRDATE A TI MISMO POR QUÉ ERES UN CUIDADOR En los días más
desafiantes, es fácil olvidar la razón por la que asumiste esta responsabilidad en primer lugar. En esos momentos es sumamente importante hacer una pausa y recordarte a ti mismo que estás
allí porque te importa, dice Connie Baher, autora de _Family Caregivers: An Emotional Survival Guide_. "Cuando te sientes derrotado por la rutina diaria, tienes que encontrar una forma
de mantenerte centrado", aconseja Baher. Ella sugiere que, en esos días difíciles, te tomes un momento para examinar lo que significa el cuidado y pienses en lo que representa cada una
de las cuatro letras de la palabra C-A-R-E (que significa cuidado en inglés). "C", dice ella, se refiera a la compasión por tu ser querido. "A" representa la admiración
que también sientes por esa persona. "R" es por la falta de reconocimiento que tu ser querido a menudo siente. Y "E" te recuerda la importancia de la experiencia de ser
cuidador. "Debes aprender a apreciar y enfocar con entusiasmo la labor de ser cuidador". 4. VUELVE A DESCUBRIR ACTIVIDADES QUE SOLÍAS DISFRUTAR A veces, dice Baher, los cuidadores,
en particular los que llevan haciéndolo mucho tiempo, experimentan días tan difíciles que sienten que han llegado al límite de su capacidad. "Están destrozados", añade. "No
tienen tiempo para ir a un spa o almorzar con un amigo".