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Getty Images Está en ti adoptar nuevos sueños y metas. In English | Habían trazado un gran plan de jubilación: las playas con arena blanca de Florida, un condominio espacioso y un par de
escúteres motorizados en los cuales guardar sus nuevas raquetas de tenis. Y además, habían reunido el dinero para pagarlo tras años de arduo trabajo y de ahorrar con disciplina. Pero todo
cambió cuando el marido de Kim, Dave, sufrió un derrame cerebral a la edad de 60 años. Ahora estaban atrapados en su antigua casa en el Norte con un presupuesto restringido, esperanzas
diminuidas y una tristeza prevaleciente sobre el futuro que de repente desapareció. Ese futuro se destruyó, por una parte, por los problemas financieros que provinieron de la pérdida de
ingresos regulares. Como Dave ya no podía manejar, tuvo que renunciar a su puesto como representante de ventas regionales y solicitar beneficios por incapacidad que pagaban menos. Mientras
tanto, Kim tuvo que reducir sus horas laborales como secretaria ejecutiva para ayudar a Dave. ------------------------- RECIBE CONTENIDO SIMILAR, SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN
------------------------- Los ingresos menores tuvieron un encontronazo con los gastos mayores. Según Caring.com, casi una mitad de todas las familias que prestan cuidados gastan por lo
menos $5,000 anuales solamente prestando cuidados. Kim y Dave gastaron tres veces más que eso en asistentes para el cuidado de salud en el hogar, equipo médico que no cubrió su seguro de
salud y modificaciones del hogar. A pesar de no querer hacerlo, tuvieron que gastar de sus ahorros tan solo para poder pagar las facturas mensuales. Como esta pareja, muchos de nosotros
tenemos sueños idílicos sobre una jubilación cómoda y amplia que creemos merecer después de años de escatimar y trabajar de sol a sol. Pero cada vez más, al llegar a los 50, 60 y 70, nos
hallamos tropezando en la oscuridad en vez de estar disfrutando bajo el sol porque no anticipábamos una enfermedad discapacitante del cónyuge o la vejez debilitante de los padres. Y esos
gastos de prestar cuidados son capaces de arruinar tus cuentas de banco. Según una encuesta hecha por NerdWallet Health en el 2013, las facturas médicas no reembolsadas siguen siendo la
causa más frecuente de bancarrotas en Estados Unidos. Como respuesta a las esperanzas rotas y las finanzas apretadas, vienen emociones dolorosas cuando se marchita un sueño de jubilación.
Puede que llevemos el duelo por lo que nuestros seres queridos han perdido, pero también es normal llevar el duelo por lo que perdimos nosotros al decidir prestarles cuidados. La tristeza
forma solo un componente del duelo. También experimentamos ansiedad persistente y rabia ocasional. Es común abordar nuestras tareas de prestar cuidados cada día con una determinación
lúgubre, además de una desesperanza tangible y un sentido persistente de lo que pudiera haber sido. ¿Cómo soportamos mejor la pérdida de nuestros sueños y encontramos sueños nuevos? A
continuación presentamos algunas ideas. ACEPTA EL DUELO Tal vez evaluemos correctamente que las pérdidas de nuestros seres queridos son mayores que las nuestras, pero igual es esencial que
nos permitamos llevar el duelo sin condenarnos. Eso no significa que le demos rienda suelta a la autocompasión. Se trata del reconocimiento de la realidad de que la prestación de cuidados
frecuentemente implica sacrificios difíciles, incluso despojarnos de esos sueños que por muchos años tuvimos. Al experimentar y así procesar nuestros sentimientos de tristeza y
resentimiento, es más probable que nos reconciliemos con ellos y que eventualmente aceptemos las circunstancias cambiadas de nuestra familia con mayor ecuanimidad. BUSCA LA DULZURA Si
perseguir el "gran sueño" ya no es posible, tal vez perseguir sueños pequeños proporcione consuelos. Todos necesitamos una gota de dulzura para contrarrestar lo amargo. Después de
que Kim y Dave se dieran cuenta de que nunca llegarían a Florida, empezaron a arreglar viajes regulares en el día a un lugar más cercano, Jersey Shore. Veían estas excursiones no como un
reemplazo de los placeres que quedaban a miles de millas y dólares de distancia, sino como un compromiso a encontrar satisfacción y agradecimiento aun dentro de las restricciones de su vida
recientemente achicada. OJO CON LA ENVIDIA Los prestadores de cuidado que pierden sus sueños corren el riesgo de envidiar a los compañeros que han cumplido los suyos. Pero la comparación
constante con los que han tenido más suerte reduce considerablemente nuestras oportunidades de descubrir la felicidad dentro de nuestros nuevos papeles como prestadores de cuidado. Tenemos
que aceptar dónde estamos y seguir adelante. Cuando Kim se percató del resentimiento que estaba sintiendo hacia sus amigos con jubilaciones más afortunadas, se dio cuenta de que estaba
alejándose de ellos sin necesidad y que, a la vez, estaba alimentando su propia infelicidad. CREA DE NUEVO Contar con la suerte es una fórmula probada para sacarle más satisfacción a la vida
que ya tenemos. Establece o crea nuevas metas y fuentes de alegría, aun en medio de la ardua tarea de prestar cuidados. Todos necesitamos nuevas esperanzas, concebidas con creatividad y
perseguidas con energía, para ayudarnos a salir adelante. TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR * Cómo dormir bien y recuperar la energía * 10 maneras de cuidarte cuando cuidas de alguien * Cómo lograr
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