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Para ser justos, pagué la deuda de mi tarjeta de crédito antes de jubilarme, pero eso se debió a que me motivé a mí mismo. No recibí mucho asesoramiento. Solo sabía que era mejor saldar esa
deuda antes de dejar de cobrar los cheques por trabajar a tiempo completo. See more Salud y bienestar offers > 3. CONSIDERA ABRIR UNA CUENTA DE AHORROS PARA GASTOS MÉDICOS
Lamentablemente, para el momento en que comprendí totalmente lo importante que podía ser una cuenta de ahorros para gastos médicos (HSA) en la jubilación, ya era demasiado tarde para
abrirla. Tal vez no sea demasiado tarde para ti: según un informe del 2021 (en inglés) que elaboró el Transamerica Center for Retirement Studies, más de dos de cada cinco trabajadores que
aún perciben ingresos inferiores a $50,000 no ahorran para los gastos de atención médica que puedan surgir durante la jubilación. Puedes abrir una cuenta HSA si tienes un plan de atención
médica con deducible alto y ninguna otra cobertura. Mientras trabajas, puedes hacer aportes libres de impuestos y, a diferencia de las cuentas de gastos flexibles (FSA) —ingresos que se
reservan para gastos médicos y se pierden cada año si no se utilizan—, las HSA se pueden acumular y mantener hasta la jubilación, año tras año. Puedes retirar ese dinero libre de impuestos
para pagar gastos de atención médica admisibles que no cubra el seguro privado ni Medicare, lo que incluye deducibles y copagos (aunque si tienes Medicare, ya no puedes aportar a tu HSA).
Después de los 65 años, también puedes retirar dinero para gastos que no sean médicos, aunque en ese caso deberás pagar los impuestos correspondientes sobre lo que retires. Todos sabemos
que, con los años, la atención médica es cada vez más importante y más costosa. Tener una cuenta HSA con fondos suficientes puede ser una valiosa ayuda. 4. CONOCE A FONDO EL LUGAR AL QUE
PIENSAS MUDARTE Siempre es una buena idea pasar algún tiempo en el lugar donde tal vez quieras vivir durante tu jubilación. Conoce los pormenores. Mi esposa y yo pudimos hacerlo —aunque más
por casualidad que por acierto— y llegamos a nuestro “hogar de jubilación” de Staunton, Virginia, dos años antes de jubilarnos. Habíamos visitado esta pequeña ciudad del valle de Shenandoah
varias veces mientras vivíamos en el norte de Virginia, cerca de nuestros trabajos en la zona de Washington. Mientras trabajábamos a distancia durante el cierre por la pandemia en el 2020,
decidimos mirar las casas que había allí. Quedamos fascinados con la primera que vimos y, con la aprobación de nuestros empleadores, nos mudamos. Antes de elegir un destino, debes saber en
lo que te estás metiendo: no solo lo que más te interesa (en nuestro caso, el paisaje montañoso y los bajos impuestos sobre la propiedad y el seguro de automóvil en comparación con el
saturado mercado del norte de Virginia), sino también lo que puedes echar de menos, las ventajas y las desventajas. Por ejemplo: ¿sueles salir a cenar? Ten cuidado con los impuestos de las
comidas en tu nueva ciudad, sobre todo si se encuentra en una zona turística. ¿Buscas una buena pizza o comida italiana? Quizá no la encuentres en la ciudad donde te jubiles (nosotros aún no
la hemos encontrado). ¿Necesitas tener cerca un Wegmans, un Walmart, un Costco u otra tienda importante? Quizá en tu nueva ciudad no haya ninguno. ¿Juraste que nunca vivirías en una
comunidad con una asociación de propietarios? Yo también, hasta que lo hice.