Mitos sobre el cabello que debes olvidar

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REALIDAD: Lava tu cabello lo suficientemente. No necesariamente necesitas un champú con agua diario, pero lávatelo un día sí y un día no o cada dos días por lo menos. El cuero cabelludo,


como la piel facial, es como un imán para las células muertas, la acumulación de productos, el exceso de aceites y las bacterias. Aunque nos encanta el champú seco por su capacidad de


aumentar el volumen y darle al cabello una fragancia fresca, y nos encantan los productos para arreglar el cabello por su destreza en ayudar al cabello a lucir más liso, brillante, abundante


o crespo (elige el que aplique), dejarlos en tu cuero cabelludo por mucho tiempo puede causar picazón o irritación. ¡Lávate el cabello! 8.  MITO: ES MEJOR TEÑIRSE EL CABELLO CUANDO ESTÁ


SUCIO. REALIDAD: El tinte se adhiere mejor al cabello cuando este está limpio y libre de la acumulación y los residuos de productos. Lávate el cabello la noche antes de teñírtelo, aunque sea


solo un retoque de las raíces, y entonces acondiciónalo como acostumbras. Pero no uses productos para arreglártelo tales como geles, un champú seco, espumas o sueros hasta después del


tinte. Los aceites naturales forman una barrera que protege el cabello durante los procesos químicos y evitan el ardor en el cuero cabelludo sensible. Entonces espera 72 horas antes de


volverte a lavar el cabello, para que el color se quede completamente integrado en la cutícula. El cabello excesivamente grasoso y sucio (ya sea después de ejercitarte fuertemente en el


gimnasio o una clase de yoga caliente, o tras pasar un fin de semana de barbacoas, pamelas y natación sin lavarte el cabello), no permite que el tinte se desarrolle debidamente y permanezca


en el cabello. Lávate el cabello 72 horas después de teñírtelo para que el tinte se fije, y también evita las piscinas con cloro que destiñen el tinte o les dan un tono verde metálico. 9. 


MITO: LAS ESCAMAS EN LAS CAMISETAS Y BLUSAS NEGRAS SIGNIFICAN QUE TIENES CASPA. REALIDAD: ¡Espera! La caspa la provoca un cuero cabelludo grasoso o un hongo tipo levadura que estimula la


sobreproducción y acumulación de células muertas y su desprendimiento. Normalmente las escamas son grandes y amarillosas y el cuero cabelludo tiene un aspecto grasoso. Aunque por otro lado,


las escamas podrían solo deberse a la falta de humedad en un cuero cabelludo seco, el uso de demasiados productos o enfermedades de la piel tales como la psoriasis, la dermatitis seborreica


o el eccema. Prueba un champú para la caspa de venta libre con piritiona de zinc, ácido salicílico o sulfuro de selenio por unas cuantas semanas. Los cambios de clima, el estrés y hasta el


consumo de demasiado azúcar pueden provocar la picazón en el cuero cabelludo. También puede tratarse de una reacción al tinte para el cabello. Consulta con un dermatólogo para recibir un


diagnóstico si no te mejoras. 10.  MITO: DEBES EVITAR USAR ACONDICIONADOR SI TIENES EL CABELLO FINO Y DELGADO. REALIDAD: ¡Nunca! Y no, esas combinaciones de champú y acondicionador en uno no


son para ti. El uso de un acondicionador humectante, nutritivo e hidratante por separado después del champú es una parte esencial de tu régimen para mantener el cabello saludable. Úsalo


para desenredar el cabello mojado (para que no se quiebre) y para lograr un aspecto más abundante y saludable. Las fórmulas modernas de alta tecnología en forma de espuma, suero o líquido no


pesan y usan una combinación de extractos botánicos, proteínas y antioxidantes para agregar cuerpo, fuerza y brillo. Hasta los acondicionadores que no se enjuagan mantienen el cabello


limpio, los mechones separados y permiten que al secarse el cabello quede abundante y flexible. Una advertencia: si tienes el cabello tan fino que expone el cuero cabelludo, aplica el


acondicionador desde mediados del tallo piloso hasta las puntas, evitando el área de las raíces. 10 PEINADOS PARA SIEMPRE ESTAR BIEN VESTIDOS QUE NUNCA PASARÁN DE MODA