Consejos para lidiar con trastornos mentales en la familia

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Laura Nieto ha vivido la mitad de su vida en Atlanta con su único hijo, Martín, hoy de 34 años. Cuando tenía 17 años, al joven le diagnosticaron depresión. Aunque se graduó del colegio con


honores, con el tiempo la enfermedad le produjo desmotivación y tendencias suicidas, impidiéndole terminar la universidad. Su diagnóstico resultó ser trastorno bipolar con tendencia a la


esquizofrenia. Las enfermedades mentales son un mal que se presenta en cualquier persona sin distinción. En el caso de los hispanos, su frecuencia puede ser mayor en los hijos de inmigrantes


nacidos en el país, debido a la falta de factores de protección que tuvieron sus padres (como el matrimonio, el sentido de pertenencia o la tenencia de valores del país de sus padres),


según revelan los estudios sobre migración y salud que cita —y que llevó adelante— el doctor Sergio Aguilar-Gaxiola. Él es fundador del Centro para la Reducción de Disparidades de Salud de


la University of California, Davis. ¿Qué hacer ante estos casos? A muchas personas como Nieto, quien es ecuatoriana y tiene 60 años, les cuesta manejar emocionalmente la enfermedad de un


pariente. “[Estaba en condiciones de] ofrecerle apoyo económico y un seguro de salud, pero no sabía cómo hacerlo sentir mejor”, dice Nieto de su hijo Martín. “Él hablaba en monosílabos


(“sí”, “no”, “no sé”) tenía temor obsesivo de comer alimentos de color rojo, y se sentía incapaz de iniciar una vida independiente. Una situación doblemente complicada en una sociedad como


la estadounidense, que exige independencia y libertad desde temprana edad”, cuenta. La buena noticia es que es posible aportar positivamente a la situación, si —junto a los procedimientos


médicos— se siguen algunas recomendaciones, como éstas dadas por tres expertos en el tema: 1. NO DUDES DE LOS TRASTORNOS “Entre los hispanos es común encontrar creencias erradas sobre los


trastornos mentales: suelen ser vistos como debilidad de carácter, mala educación, o falta de motivación para vivir. Pero la verdad es que son similares a una enfermedad como la diabetes o


el cáncer. Es importante identificarlos y darles tratamiento, o de lo contrario perjudicarán más a quienes las padecen”, explica el doctor Ricardo Colin-Piana, psiquiatra con sede en la


ciudad de México. A pesar de tratarse de trastornos que afectan a una de cada tres personas en Estados Unidos, más del 50% de personas que las padecen no saben qué es lo que les está


ocurriendo, explica el doctor Aguilar-Gaxiola. Por eso, “ante una anomalía notoria en la conducta o ánimo de un pariente, busca ayuda profesional en lugar de suponer que se trata de algo


pasajero. Es igual a cuando una persona tiene neumonía y presenta debilidad y fiebre alta: no le pedirás que se levante y lleve su vida normal. Debes buscar atención médica, o de lo


contrario empeorará”, explica.