Becaria del premio propósito 2022 judith heilman

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Montana Racial Equity Project (MTREP) es una organización sin fines de lucro y sin afiliación política que trabaja con individuos, grupos, organizaciones, instituciones educativas, agencias


y empresas para promover y crear oportunidades de construir equidad y justicia para los pueblos históricamente marginados, privados de derechos y oprimidos de Montana. MTREP es la primera y


única organización de su tipo en el estado fundada y liderada por personas negras y con personal compuesto por personas negras, indígenas y de color (BIPOC). EL PROBLEMA QUE ESTOY INTENTANDO


SOLUCIONAR Estoy intentando interrumpir el racismo donde sea y como sea que se presente. Pero el racismo es algo gigante y amorfo que está en todas partes y en todas las cosas. Es demasiado


grande para que lo resuelva una sola organización, pero ciertamente podemos tomar una porción y trabajar en ella. Lo que podemos hacer en MTREP es educar y promover la concienciación. Uno


de nuestros programas enseña la intervención segura de testigos casuales. Mucho del racismo ocurre abiertamente a la vista del público, y puede ser sutil o claramente visible: alguien que te


acusa de robo, ser perseguido en una tienda solo por ser negro o indoamericano, o que se refieran a ti con insultos. La persona que recibe estos agravios por lo general se encuentra en un


mar de personas blancas cuando eso sucede y no hay nadie allí para defenderla. A través de escuchar y establecer un diálogo, de representar papeles y realizar un análisis situacional,


capacitamos a las personas —en su mayoría, blancas— que saben que lo que están viendo no está bien, a reconocer la situación y acudir en ayuda de quien está sufriendo el ataque. También


capacitamos a grupos de personas negras, indígenas y de color (BIPOC) sobre cómo ayudarse mutuamente en forma segura. EL MOMENTO QUE DESPERTÓ MI PASIÓN POR ESTE PROYECTO En el 2014, cuando


se estaban anunciando las candidaturas presidenciales para el 2016, se acrecentó mucho el racismo en todo el país, y algunos candidatos fueron muy claros sobre sus deseos de reducir los


derechos civiles y el derecho al voto. En ese tiempo, yo estaba viajando por el país hablando con ejecutivos de las fuerzas del orden sobre la seguridad de las armas. Antes de eso, había


sido policía durante 13 años en Palo Alto, California. De modo que sabía muy bien de qué manera el sistema judicial penal —y la sociedad en general— trata a las personas en forma diferente


según la raza. Como mujer negra, sentí que no podía quedarme de brazos cruzados sin hacer nada al respecto. Hay muchas personas en Montana que podrían aprender a ser antirracistas, y yo


quería capacitarlas. Se identificaban a sí mismas como liberales y sentían que no eran racistas, pero hacían cosas racistas. Tenían buenas intenciones, pero no les iba bien.