Becario premio propósito charles schmuck

Establecí el Peninsula College Fund (PCF) a los 57 años. Quería ayudar a que los estudiantes universitarios de primera generación y bajos ingresos se graduaran y obtuvieran empleos que

estuvieran alineados con sus objetivos profesionales. Nuestra visión es transformar vidas y romper el ciclo de la pobreza. Desde el 2005, PCF ha apoyado a 533 estudiantes, 217 de los cuales

han obtenido títulos universitarios. EL PROBLEMA QUE ESTOY INTENTANDO SOLUCIONAR Para que Estados Unidos continúe siendo un líder en la economía mundial, los jóvenes de todos los orígenes

deben educarse para que puedan convertirse en los trabajadores y líderes capacitados del mañana. No podemos permitirnos dejar a ninguno de ellos atrás y, sin embargo, solo el 21% de los

estudiantes universitarios de primera generación y bajos ingresos en Estados Unidos se gradúan en los seis años siguientes a su inscripción, en comparación con el 77% de los estudiantes de

ingresos más altos y de múltiples generaciones universitarias. A menudo, los estudiantes de primera generación provienen de vecindarios con escuelas de bajo desempeño y tienen pocas

expectativas de asistir a la universidad o aspirar a una carrera profesional. PCF ayuda a estudiantes universitarios de primera generación y bajos ingresos de los condados de San Mateo y

Santa Clara, en California. Nos enfocamos en estudiantes con un promedio académico de entre 2.8 y 3.8, que además demuestran liderazgo a través de actividades escolares y comunitarias. Los

estudiantes reciben becas y se les asigna un mentor, quien les brinda capacitación, recursos y el apoyo que necesitan para tener una experiencia universitaria exitosa. Hemos otorgado 533

becas por un total de $4.8 millones, y los más de 400 mentores han ofrecido miles de horas de trabajo voluntario. EL MOMENTO QUE DESPERTÓ MI PASIÓN POR ESTE PROYECTO Yo crecí en una familia

amorosa y en buena situación económica, y tuve la suerte de recibir una educación sobresaliente en una universidad jesuita. Un viaje a Asia luego de la universidad me puso en contacto

directo con la verdadera pobreza e influyó en mi decisión de dedicarme a la enseñanza. Trabajar con los jóvenes ha sido mi pasión desde entonces. Después de criar a mis hijos, tuve la

oportunidad de volver a enseñar otra vez. Pronto comencé a reconocer las enormes grietas en nuestra sociedad, todas relacionadas con la diversidad, la equidad y la inclusión. Fundé PCF

porque me di cuenta del poder que tiene la educación para resolver los problemas sociales.  LO QUE DESEARÍA QUE OTROS SUPIERAN