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Las informaciones sobre una operación de guerra sucia orquestada por una supuesta fontanera del PSOE contra fiscales y mandos de la UCO han empujado a ... Alberto Núñez Feijóo de nuevo a la
calle. El líder del PP ha convocado a los españoles a una manifestación el 8 de junio en Madrid, la sexta desde que asumió las riendas del partido, bajo el lema 'Democracia o
mafia' y que contará con la presencia de los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy. Una movilización con la que el dirigente conservador intenta canalizar el
creciente malestar ciudadano ante los escándalos que salpican al Gobierno de Pedro Sánchez, incluso más allá de sus fronteras tradicionales. Con la mira puesta en el Palacio de la Moncloa,
ante la que se aventura su última oportunidad para convertirse en su inquilino, Feijóo engrasa ya la maquinaria electoral con la que espera alcanzar los diez millones de votos que necesita
para dar el ansiado salto. Casi dos millones más de sufragios de los que el PP obtuvo el 23 de julio de 2023, cuando alcanzó los 8.160.837 (el 33,06%), y que espera atrapar tanto a la
izquierda, entre los votantes moderados del PSOE, como a la derecha, a pesar de que, como reconocen en el equipo del expresidente de la Xunta, Vox mantiene su suelo. Feijóo toma como
referencia las generales de 2000 y 2011 en las que Aznar y Rajoy tuvieron mayoría absoluta con 10,2 millones de votos (44,5%) y 10,8 millones (44,6%) respectivamente. Cifra similar a la que
Felipe González obtuvo, con 10,2 millones de papeletas y logrando el 48,1% de apoyos, en la histórica victoria del PSOE de 1982. Cuatro años después el dirigente socialista ratificó su
hegemonía en el Congreso pero esta vez con un apoyo menor en las urnas: 8,8 millones de apoyos (44%). La mayoría de las encuestas refleja que el PP se encuentra en cabeza alrededor de cinco
puntos por delante del PSOE, con Vox estancado y Sumar en caída libre. El último sondeo de Sociométrica, que coincide con los que manejan en Génova, cifra los votantes socialistas que se
están pasando a la formación conservadora. En concreto, el 6,9% de las personas que avalaron a Sánchez el 23-J, ahora optarían por Feijóo, casi el doble que hace seis meses. En números
absolutos, el político gallego le está quitando más de medio millón de sufragios a su rival socialista. Un caladero en el que Feijóo quiere seguir pescando pero sin olvidar tampoco el que
está a su derecha. «Hay muchos votantes de Vox que saben que si cogen una papeleta del PP habrá cambio de Gobierno», afirmó el dirigente conservador el lunes en Telecinco. Un mensaje
recurrente en las últimas semanas y con el que pretende ir abonando el terreno de cara a la doble cita electoral que está por venir en 2026, con comicios en Castilla y Léon y Andalucía, dos
feudos del PP, y por si suena la campana y el jefe del Ejecutivo pulsa el botón antes de tiempo. En el entorno del líder de los populares creen que Sánchez aguantará lo que resta de
legislatura y no habrá elecciones hasta 2027. También lo piensa Aznar, quien en un acto este jueves señaló que es mejor no engañarse en este punto. El exmandatario, que en sus últimas
mensajes ha mandado algún recado a Feijóo de cara al congreso nacional del PP de julio, aconseja a su partido «cabeza fría y tensión vital máxima» ante lo que, augura, está por venir.
GOBERNAR EN SOLITARIO Sin bajar el diapasón contra Sánchez y sus «esbirros», Feijóo busca activar a su electorado en la calle mientras trata de «convencer» a los ciudadanos contrarios al
Gobierno progresista de que esta vez «puede lograr» su objetivo de llegar a la Moncloa y en solitario. Si no hay una división del voto entre PP y Vox, claro. «Si usted fractura una unidad
electoral, automáticamente se puede quedar a tres o cuatro escaños de la mayoría absoluta», reflexionaba en Onda Cero a principios de mayo, con la memoria aún fresca de lo que sucedió la
última vez que se abrieron las urnas. Y, aunque está acostumbrado a las mayorías absolutas –cuatro cosechó en su paso por la política gallega–, el líder de la oposición también tiene un plan
b. Si obtiene una «mayoría suficiente» intentará gobernar en solitario emulando a Aznar en 1996 como corroboró en una entrevista con este periódico durante la campaña del 23-J. En aquella
ocasión, el PP, que absorbía todo el voto de la derecha radical y tan solo se disputaba espacio político con CiU en Cataluña, obtuvo 156 diputados. Así, sin tener mayoría absoluta, Aznar
gobernó gracias al pacto del Majestic, refrendado con la formación de Jordi Pujol y por los votos de los nacionalistas vascos y canarios. Y también lo hizo, según afirma Feijóo cuando se le
pregunta, porque Felipe González «no lo impidió». Sin una fecha todavía en el horizonte, el líder del PP se prepara para enhebrar una alternativa que, esta vez sí, concite los apoyos
suficientes que le permitan desalojar a Sánchez de La Moncloa. La primera piedra la pondrá en el cónclave de julio, donde se actualizará el ideario del partido, tras ocho años en barbecho,
que sentará las bases del futuro programa electoral que le acompañe en su partido de vuelta con Sánchez. Un partido que aspira a ganar por goleada.