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El catedrático del departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia, Francisco Oliva Paterna, es uno de los mayores expertos en ... España en invasiones biológicas
y lidera grandes proyectos que no pierden de vista a estas especies para conocer mejor su impacto en nuestro territorio. Este problema obliga a invertir millones de euros para minimizar los
daños, aunque opina que queda mucho trabajo por hacer desde las administraciones y los sectores implicados. El investigador es uno de los organizadores del II Congreso Ibérico y VII Congreso
Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras que se celebrará entre el 28 y 30 de mayo en el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas de Murcia. –¿ESTAMOS CONCIENCIADOS DEL IMPACTO QUE
SUPONEN LAS ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS? –El impacto de las invasoras cada vez es más importante sobre la biodiversidad, pero también a nivel de costes socioeconómicos y sobre la salud
humana. La implicación de las administraciones ha crecido porque en nuestro país son los grandes responsables de la gestión ambiental, aunque no deberían ser los únicos. Cada vez están más
concienciados, involucrados y desarrollando trabajos en el contexto de la gestión y el control. Pero eso no significa que la sociedad sea consciente del problema. Sabemos que a veces
aparecen determinadas especies que no estaban aquí, pero, en general, no somos conscientes y todavía queda mucho trabajo para informar y sensibilizar. Las invasiones biológicas están por
encima de lo que nos cuestan las grandes inundaciones o las sequías. Es el segundo gran problema en costes económicos para la sociedad a nivel mundial. –¿QUÉ FALTA? –Formar a sectores clave
que puedan tener mucha relación con el problema. Mascotismo, caza, piscifactorías, deportivo, pesca profesional, transportes, comercio o producción animal. Todos esos sectores tienen que
estar involucrados porque no son conscientes del problema que se genera o del impacto que pueden recibir. Por ejemplo, ¿qué se había hecho hasta ahora para evitar la llegada del mejillón
cebra a la cuenca del Segura? Muy poco. Se había hecho seguimiento, pero eso no lo soluciona. El inconveniente lo vamos a tener todos, pero, sobre todo, los regantes, que no han presionado
lo suficiente a las administraciones para intentar reducir las posibilidades de que esa especie llegase, con la dificultad que tiene. ACTUACIONES «EL MAR MENOR, Y LA REGIÓN EN SU CONJUNTO,
NECESITAN UNA ESTRATEGIA DE GESTIÓN Y CONTROL» –¿QUÉ ESPERAN DEL CONGRESO SOBRE ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS DE ESTA SEMANA EN MURCIA? –Este congreso es uno de esos eventos muy necesarios
porque permiten establecer unos nexos entre gestores, investigadores e, incluso, ONG relacionadas con la educación ambiental. Este congreso, que no es estrictamente científico, establece un
foro de relación donde nos permite mejorar la gestión de las invasoras. Entre los ponentes principales estarán Ricardo Gómez, jefe del Servicio de Vida Silvestre del Miteco y uno de los
técnicos de mayor responsabilidad en la gestión de invasoras a nivel nacional; Paloma Crespo, jefa de área de Control y Vigilancia de la Calidad de las Aguas del Miteco, o Montserrat Vilá,
profesora de investigación de la Estación Biológica de Doñana. Hemos generado sesiones especiales de especies muy conflictivas a nivel regional, como la caña o el mejillón cebra. Al final,
los gestores responden a lo que la sociedad demanda. Si la sociedad empieza a ser consciente y demanda una gestión más efectiva, que es la preventiva, creo que iremos en esa línea, pero
estamos en el inicio. –¿VEN UN RESULTADO EN LA LABOR ADMINISTRATIVA DESPUÉS DE TANTOS AÑOS DE INVESTIGACIONES Y DE TRABAJOS DE SENSIBILIZACIÓN? –A nivel de normativa, cada vez va ampliándose
más, y a una velocidad igual a la que está generándose en Europa. El catálogo español de especies exóticas invasoras es de 2013, y la normativa europea por la que nos regimos es de 2014.
España tiene un catálogo de esas especies potenciales que es una herramienta muy interesante para la gestión preventiva, porque ahora mismo cualquier empresa exportadora para el mascotismo,
para la piscicultura o producción animal tiene que desarrollar un análisis de riesgos de la especie que quiera traer. Y si ese análisis de riesgos es negativo, pues entonces no se puede
traer a nuestro país. ESTUDIOS «LAS INVASIONES BIOLÓGICAS SON EL SEGUNDO GRAN PROBLEMA EN COSTES ECONÓMICOS PARA LA SOCIEDAD A NIVEL MUNDIAL» –¿QUÉ OCURRE CON ALGO MENOS VIGILADO, COMO LOS
JARDINES PARTICULARES, DONDE HAY UN FOCO IMPORTANTE DE INVASORAS? –Ahí lo que ocurre es que hay que incidir con mayor carga en los distribuidores de ese material, sean plantas o animales.
Los viveros, por ejemplo, deben informar muy bien a los consumidores. Los jardines son la entrada al medio silvestre de muchas especies de flora invasora. Lo ideal sería trabajar con
especies que no tengan capacidad de establecimiento en el medio silvestre. El problema sería muy inferior o no se generaría. No vamos a parar de traer invasoras, de eso también debemos ser
conscientes. De las que están establecidas, la gran mayoría no se van a erradicar, pero eso no significa que no haya que gestionarlas. –¿UN EJEMPLO? –El cangrejo azul en el Mar Menor es una
especie muy difícil de erradicar. Gestionarla no es solo pescarla comercialmente. A lo mejor hay que ir a por los cangrejos pequeños y no por los grandes, actuar en determinadas zonas de
reclutamiento o hacer controles puntuales. Esa gestión del cangrejo azul es múltiple en varios frentes, no solo la pesca. Pero no vamos a erradicar esa especie, como tampoco el mejillón
cebra. La gestión debe ser adaptativa a los problemas en cada zona, sobre todo con esas especies que ya están establecidas. Y debe ir en la línea preventiva de que no lleguen más, pero
también de que las que están no se expandan más. Es esencial tener redes de alerta temprana y actuar puntualmente en zonas prioritarias o muy amenazadas para que no desaparezca la fauna
local. FAUNA ACUÁTICA «EL CANGREJO AZUL EN EL MAR MENOR ES DIFÍCIL DE ERRADICAR. IGUAL HAY QUE IR A POR LOS PEQUEÑOS» –¿HASTA QUÉ PUNTO PODEMOS NORMALIZAR LA INTEGRACIÓN DE UNA ESPECIE EN UN
TERRITORIO QUE NO ERA EL SUYO? LA NACRA NO ES NATIVA DEL MAR MENOR Y SE FINANCIA SU CONSERVACIÓN. –La gestión ambiental en su conjunto es muy compleja. Tú me has puesto la nacra de ejemplo
y yo te pongo la 'Caulerpa prolifera', un alga invasora en el Mar Menor. La apertura del canal del Estacio permitió a la Caulerpa colonizar la laguna, eso es claramente una
invasión biológica que tuvo efectos muy significativos. Pasamos de tener fondos desprovistos de vegetación, arenosos, fangosos, donde predominaban lenguados, salmonetes, etc., a una pradera
casi monoespecífica. Con la crisis de 2016 vino la mortandad de esa pradera, y ahora parece que echamos de menos a la Caulerpa porque tenía ese efecto de filtrado de la contaminación por
nitrato y fosfato que está recibiendo la laguna. ¡Claro que hay especies exóticas que pueden tener efectos positivos a nivel regional y puntual! Volviendo al ejemplo del cangrejo azul,
tenemos que aprender a gestionar eso. ¿Cómo? Pues sobre todo asesorándonos con el conocimiento científico-técnico. –HAY UN TRABAJO SOBRE EXÓTICAS INVASORAS EN EL MAR MENOR QUE SE LLEVARÁ AL
CONGRESO. –Se va a presentar un trabajo que realizamos con la empresa Biocyma para la Dirección General del Medio Natural de Murcia, donde evaluamos las especies invasoras que hay en todo el
Mar Menor y su entorno. Hay más de 80 especies invasoras, sin contar esas invasiones de especies mediterráneas. La mayoría es flora ubicada en la periferia, como la caña, las opuntias o la
uña de gato, pero también hay fauna como las cotorras. Y de las especies acuáticas hay más de una veintena. Falta evaluar y muestrear bien los invertebrados y la flora marina. El Mar Menor,
y la Región en su conjunto, necesitan una estrategia de gestión y control de las invasoras, a la que están obligadas las comunidades. Muchas no la tienen, no es que Murcia sea la única.
Estamos prestando mucha atención a lo que ocurre dentro de la laguna y al impacto derivado de toda la cuenca, pero no le hemos prestado ninguna atención prácticamente a lo que puede entrar
desde el Mediterráneo a través de puertos deportivos, embarcaciones, etc. –ESTAMOS EN UNA DE LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS MÁS REGULADAS DE EUROPA. ¿CÓMO HA INFLUIDO ESTO EN LA LLEGADA DE ESTAS
ESPECIES? –En un proyecto que estamos realizando para el seguimiento de los recursos piscícolas en la gestión de la pesca deportiva hemos visto que de 15 especies detectadas en embalses,
cauce principal y afluentes, solo tres son nativas de la cuenca: el barbo, la anguila y el cacho, y esta última es una población introducida que no sabemos de dónde viene; fíjate la
paradoja. El fartet, que estaba en el río Chícamo, ya no está. Todos los embalses están dominados por exóticas. Únicamente en los cauces tributarios es donde se refugian las comunidades
nativas, como es el caso del río Luchena, donde hay una población muy interesante de barbos. Cuencas mediterráneas como la del Segura no estaban caracterizadas por una riqueza de especies de
peces muy alta, pero eran propios. Ahora han sido desplazados, salvo los más resistentes, como el barbo. Una de las causas principales de la llegada de exóticas, y en muchos de nuestros
trabajos científicos lo hemos expuesto como muy probable, es el Trasvase Tajo-Segura, porque no tiene sistema de filtración. Otro problema es que la regulación artificial del Segura facilita
el establecimiento de exóticas en el cauce principal. Hay que cambiar el mantenimiento de caudales elevadísimos durante mucho tiempo (como ocurre en verano por la demanda agrícola), jugar
con variaciones e intentar hacer algo que se asemeje al régimen natural para que las exóticas no se establezcan con facilidad. –ES COORDINADOR EN ESPAÑA DEL PROYECTO LIFE INVASAQUA Y HA
PARTICIPADO EN OTROS COMO EL SEGURA RIVERLINK. ¿QUÉ COSAS HA SACADO EN CLARO? –Hay que tener una estrategia que potencie, por ejemplo, la conservación de las cabeceras de los ríos o actuar
en zonas fluviales muy concretas si queremos mantener la fauna autóctona. Hay que tener un poco de cuidado con los proyectos de eliminación de azudes, de barreras, sobre todo en esas zonas
de cabecera, donde no sería recomendable o habría que estudiar mucho cada retirada. Lo que necesitan muchos proyectos relacionados con las invasoras son un plan de monitoreo a largo plazo,
porque ahora mismo faltan muchos estudios o programas de seguimiento continuado. Hay proyectos que se hacen durante 4 o 5 años y después no se siguen; las administraciones deben apuntar
hacia ese sentido. –LA INVERSIÓN EN MUCHOS PROYECTOS LLEGA A SER MILLONARIA. –El problema que tenemos es que está incrementándose el gasto de la gestión, pero, sobre todo, en actuaciones
postinvasión y establecimiento. Hay actuaciones que sirven para que durante un año se obtengan densidades bajas de esa especie, y luego la población se vuelve a restablecer. –¿LO ESTAMOS
HACIENDO BIEN EN LA REGIÓN DE MURCIA? –Creo que falta una visión estratégica que se debe basar en un plan en el que participen expertos en flora y fauna y que contemple una red de alerta
temprana que ayude a monitorizar las invasoras. Es un problema creciente y al que hay que ir prestándole cada vez más importancia. Tendremos que aprender a convivir con muchas de estas
especies, pero convivir no significa olvidarnos de ellas.