La policía halla sano y salvo a un vecino de cieza que se perdió en la sierra mientras buscaba caracoles | la verdad

Viernes, 23 de mayo 2025, 18:09 Comenta Compartir Final feliz para la historia de Miguel García, un septuagenario de Cieza que este viernes por la mañana se desorientó en plena sierra

mientras recolectaba caracoles. Como acostumbra hacer siempre que llueve, Miguel decidió aprovechar la mañana para ir a buscar 'serranos' a la sierra de Ascoy, una zona montañosa

cercana a la localidad donde, según se comenta entre los vecinos, abundan los apreciados caracoles serranos, muy valorados en la cocina tradicional, especialmente como ingrediente para las

paellas de arroz con conejo. Miguel, que depende de un marcapasos para el correcto funcionamiento de su corazón, se adentró en una zona a la que, según dijo, era la primera vez que iba.

Seguramente por eso, en un momento dado perdió la orientación y mientras caminaba, comenzó a sentir un creciente malestar con fatiga, ansiedad y una angustia cada vez mayor al no poder

localizar el punto exacto donde había dejado su coche. De hecho, cree que recorrió varios kilómetros, dando vueltas sin rumbo y sin lograr encontrar el vehículo que había estacionado antes

de iniciar su excursión. Tras casi dos horas de búsqueda infructuosa y agotamiento físico, Miguel optó por llamar a un amigo para pedir ayuda. Su contacto, preocupado, alertó de inmediato a

la Policía Local. Gracias a la rápida intervención de los agentes, primero se localizó el coche, y poco después, a Miguel. Fue hallado todavía desorientado y visiblemente fatigado en una

zona próxima a los repetidores de televisión y radio situados en la sierra de Ascoy. Los agentes lo asistieron en el lugar, lo acompañaron hasta su vehículo y, por precaución, lo escoltaron

hasta su domicilio en Cieza. Se trata de un incidente que, afortunadamente, no pasó a mayores dada la rápida intervención de los agentes. Como muestra de gratitud por la atención recibida,

Miguel obsequió a los policías con un par de docenas de caracoles serranos recolectados esa misma mañana. Con este sencillo gesto, se cerró con afectuosidad una mañana que pudo haber

terminado de forma muy distinta. Comenta Reporta un error