Lazos entre cartagena e italia para preparar la llegada del 6g | la verdad

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Sábado, 24 de mayo 2025, 08:30 | Actualizado 09:12h. Comenta Compartir La tecnología móvil 5G, que acaba de llegar a nuestras vidas, ya alcanza cerca del 100% de cobertura en España. Pero el


avance en el incremento de las velocidades de conexión entre dispositivos no para. El siguiente paso es la tecnología 6G, que comenzaremos a emplear en apenas cinco años. La llegada del 5G


ha abierto la puerta a desarrollos como el control remoto de dispositivos en tiempo real, que va a permitir que los coches se conduzcan solos, por ejemplo; la fabricación de bienes a partir


de múltiples ubicaciones, en vez de una sola centralizada, y la gestión mucho más eficiente de elementos básicos como el transporte y los recursos energéticos, entre otros numerosos cambios.


El 6G irá mucho más allá. Una velocidad de intercambio de datos hasta cien veces mayor a la que actúa su predecesor obrará la revolución. Los desarrollos que se van a producir en ámbitos


como la medicina, la automoción, la robótica y la inteligencia artificial, por citar algunos, va a ser colosal. Un ejemplo: las reuniones de trabajo a distancia ya no se limitarán a


encuentros a través de la pantalla, ahora vamos a tener la oportunidad de que una representación nuestra en 3D (holográfica) asista a cualquier reunión. La frontera entre lo físico y lo


digital se estrechará notablemente. Estos formidables progresos exigen una igualmente importante adaptación de la red de comunicaciones que permitirá la trasmisión de tantísimos datos a


tantísima velocidad. En este punto trabaja el doctor del Departamento de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Miguel Poveda


García, que desde enero investiga en Roma acerca del desarrollo de las futuras antenas que deberán soportar el enorme trasiego de información de la tecnología 6G. Las claves * Conexión. La


tecnología móvil 6G, que llegará en torno a 2030, permitirá comunicaciones entre dispositivos cien veces más rápido que la nueva y avanzada 5G. * Revolución. Este desarrollo cambiará desde


la gestión del transporte y la energía hasta la producción, la robótica e incluso la medicina. * Antenas. El intercambio masivo de grandes cantidades de datos a gran velocidad exige una


potencia que precisa de nuevos desarrollos que no resulten excesivamente caros. En este punto se centra el proyecto. Allí, en Italia, Poveda completa una estancia de colaboración de seis


meses con un grupo especializado de la universidad de La Sapienza, «que es uno de los principales lugares donde se desarrollan el tipo de antena que son la base del proyecto». Y ese


proyecto, precisa el investigador, persigue «desarrollar un programa informático que permita diseñar de forma rápida y eficaz antenas para redes de comunicación de nueva generación», que es


la sexta (6G). Estas redes deberán ser mucho más capaces de «abordar el gran aumento de tráfico de datos inalámbrico esperado en los próximos años», al tiempo que resulten «sistemas de


comunicaciones más eficientes energéticamente». AVALANCHA DE DISPOSITIVOS La avalancha de dispositivos electrónicos que se prevé que se interconecten gracias a la nueva tecnología va a dejar


obsoletas las actuales redes de comunicación. Para resolverlo se plantea, como principal solución, «usar comunicaciones a más alta frecuencia», que permiten una mayor velocidad de


transmisión sin necesidad de aumentar la actual infraestructura de forma significativa. Este incremento de frecuencia, sin embargo, implica complejos retos tecnológicos. Uno de ellos afecta


a las antenas, que deberán ser directivas. Esto supone que transmisor y receptor han de apuntarse mutuamente, como ocurre con las tradicionales antenas de televisión, pero al contrario del


funcionamiento de las empleadas en las comunicaciones móviles, que cambian constantemente de ubicación, lo que les es posible por emitir radiación en todas las direcciones con el objetivo de


asegurar que el receptor reciba la señal. Este procedimiento desaprovecha la mayor parte de la potencia empleada, y eso es un importante problema cuando la que se precisa es mucho más


elevada, como ocurrirá con la nueva tecnología. LA FRONTERA ENTRE LO FÍSICO Y LO DIGITAL SE ESTRECHARÁ AL PUNTO DE QUE HABRÁ REUNIONES FÍSICAS CON PRESENCIA DE REPRESENTACIONES EN 3D DE


PERSONAS SITUADAS A MILES DE KILÓMETROS De este modo, se busca obtener «sistemas basados en antenas directivas que al mismo tiempo permitan reorientar la dirección hacia la que se emite la


señal inalámbrica de forma rápida y eficiente». Actualmente se emplean soluciones basadas en el uso de agrupaciones de antenas sencillas que funcionan coordinadas gracias al control de chips


electrónicos, pero siguen conllevando un alto consumo de potencia. La respuesta que propone el proyecto de Poveda García pasa por el uso de las denominadas «antenas de onda de fuga». Lo


explica el investigador desde Italia, donde permanecerá hasta julio en su estancia financiada por la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, a través de la


Fundación Séneca. «Estas antenas funcionan de forma equivalente a un sistema de riego por goteo, ya que son 'tuberías' por las que viaja la señal eléctrica, que se deja escapar


poco a poco de manera controlada. Las antenas de onda de fuga proporcionan un mecanismo de redirección más sencillo y eficiente, sin necesidad de chips electrónicos. Así, se reduce tanto el


consumo energético de la antena como el impacto medioambiental en el proceso de fabricación». De forma más concreta, el proyecto trabaja en un programa informático que permitirá diseñar de


forma sencilla esas antenas de onda de fuga. El propósito último es «potenciar el uso de las antenas de onda de fuga con el objetivo principal de reducir la complejidad, coste y consumo


energético con respecto a sistemas basados en otro tipo de antenas directivas, permitiendo así un desarrollo más sostenible de los sistemas de comunicaciones de nueva generación». Lo que el


doctor del Grupo de Electromagnetismo Aplicado a las Comunicaciones de la UPCT está haciendo ahora en Italia, dentro de esta iniciativa, persigue principalmente «el desarrollo y validación


de los diferentes algoritmos matemáticos» que posteriormente «se usarán en los programas de diseño de antenas eficientes». CARRERA DE AVANCES CON CHINA DE FONDO La búsqueda de las mejores


antenas para las redes que darán servicio a la tecnología móvil 6G, que está previsto que comiencen a desplegarse comercialmente alrededor de 2030, ya tiene ocupado a «bastantes grupos de


investigación» en el mundo, como respuesta al notable interés en la industria que está despertando este avance. Lo cuenta el ingeniero en Telecomunicaciones Miguel Poveda, que trabaja en uno


de estos proyectos junto al catedrático José Luis Gómez y la doctora Ástrid Algaba, del Grupo de Electromagnetismo Aplicado a las Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de


Cartagena, y el profesor Davide Comite, del Dipartimento di Ingegneria dell'Informazione, Elettronica e Telecomunicazioni de la universidad La Sapienza, en Roma, donde ahora realiza una


estancia investigadora dentro de la misma iniciativa. En esta línea, «a nivel nacional, investigadores de varias universidades han realizado muchos avances en materia de dispositivos para


comunicaciones inalámbricas», reconoce, «pero el desarrollo de antena de onda de fuga, como las que se proponen en nuestro proyecto, está algo más limitado a unos cuantos grupos». Entre


ellos se encuentra el denominado Grupo de Microondas de la Universidad de Sevilla, donde el propio Poveda estuvo investigando a lo largo de doce meses, y que ya suma «bastantes años


realizando aportaciones al análisis teórico y desarrollo de técnicas eficientes de diseño de estas antenas». Otros ejemplos son los del Grupo de Ingeniería de Comunicaciones de la


Universidad de Málaga, que igualmente «también ha realizado muchos avances en los últimos años en este tema», y el citado Grupo de Electromagnetismo Aplicado a las Telecomunicaciones de la


Universidad Politécnica de Cartagena, al que está adscrito el investigador y que igualmente «lleva también muchos años haciendo desarrollos para aprovechar las buenas características de este


tipo de antenas». La universidad romana de La Sapienza, donde Poveda realiza ahora su estancia, es uno de los centros que más progresos ha generado en este campo en el ámbito internacional,


en el que China ocupa un lugar clave. Allí, afirma el especialista «se está potenciando muchísimo el desarrollo de las antenas de onda de fuga». Comenta Reporta un error