Se aleja el sueño de hallar vida en venus


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Desde que en septiembre se anunciara el hallazgo de FOSFINA en la atmósfera de VENUS , tanto la investigación en sí como los DATOS asociados a ella han sido objeto de un intenso escrutinio


por parte de la comunidad científica.Como resultado de este proceso, el personal del telescopio ALM A, con el cual se obtuvieron los datos en los que se basó el equipo para llevar a cabo el


descubrimiento, ha identificado un posible problema en estos. Según confirman desde el OBSERVATORIO EUROPEO AUSTRAL (ESO, por sus siglas en inglés), socio europeo que opera el telescopio,


los especialistas de análisis de datos de ALMA se encuentran en la actualidad reprocesando y recalibrando los datos. “Hasta que no se complete este proceso, no podemos decir si el problema


afectó la detección de fosfina informada”, explican desde el observatorio, a lo que añaden que tomará al menos unos días más. VÍCTOR RIVILLA, astrofísico del Centro de Astrobiología


CSIC-INTA, explica que sobre los datos en bruto se realiza una calibración inicial que es lo que luego se entrega a los científicos para que trabajen. “Parece ser que el consorcio ALMA ha


identificado un problema o en los datos o en la calibración de estos”, dice el científico. REVISIÓN DE LOS DATOS EL EQUIPO DEL TELESCOPIO ALMA ES EL ENCARGADO DE REALIZAR EL NUEVO ANÁLISIS


El equipo que llevó a cabo la investigación, publicada en _Nature Astronomy_ , también está trabajando en paralelo en dicho reanálisis. El grupo se encuentra dirigido por la física JANE


GREAVES, profesora de Astronomía en la Universidad de Cardiff (Reino Unido). Otro de los frutos del escrutinio científico ha sido la investigación, aún en revisión, llevada a cabo por IGNAS


SNELLEN, profesor de Astronomía en la Universidad de Leiden (Países Bajos) y sus colegas. En ella, hallaron que la fosfina encontrada por el grupo de Greaves no resulta estadísticamente


significativa. Es decir, no encuentran evidencia de que haya fosfina en Venus. “Lo que han hecho en el artículo es coger los datos de Greaves y analizarlos usando la misma estrategia”, dice


Rivilla. Cuando repitieron los mismos pasos que los dados en la investigación anterior, obtuvieron las mismas conclusiones. En cambio, con un ajuste más estándar de los datos en el paso


final llegaron a la discrepancia en los resultados. “El análisis estaba muy SESGADO, y eso era un poco peligroso”, dice el astrofísico. “Con esta forma de proceder el equipo ha llegado a una


conclusión totalmente distinta”. Lo curioso de esta investigación, a la espera de ser publicado en la revista _Astronomy & Astrophysics_ una vez terminada la revisión, es que se ha


servido de los mismos datos que la publicación inicial. Por lo tanto, sus resultados también se encuentran en el limbo a la espera de que el equipo de ALMA y el de Greaves finalicen sus


análisis. “Si los datos están mal desde el inicio, los dos análisis son ERRÓNEOS”, dice Rivilla. Dado lo delicado de la situación y que no se trata aún de la versión final del estudio,


Snellen y su equipo han decidido no hacer declaraciones sobre la recalibración de los datos. “Solo que las cosas van a cambiar”, declara el investigador por correo electrónico. El grupo sí


ha elaborado un apunte sobre el tema en un pie de página del artículo de su estudio. Lo que añaden, algo que desde el ESO no ha sido confirmado, es que el resultado del nuevo tratamiento de


los datos lleva a que no aparezcan las fuertes CURVAS que se perciben en el espectro de ondas medido por ALMA. Estas curvas aparecen en la investigación original y su ausencia se confirma en


el nuevo estudio en revisión. Es decir, en ambos escenarios, investigación antigua con datos nuevos e investigación nueva con datos antiguos, la fosfina no aparecería. Y es que lo que ven


los científicos realizan los análisis de las medidas de ALMA son numerosas curvas en el espectro de RADIACIÓN, las cuales indican la presencia de moléculas. Una de ellas coincidía con la


frecuencia de la fosfina en el estudio de Greaves. Pero también aparecían muchas más en otras frecuencias, explica Rivilla, que en conjunto podrían deberse a los propios instrumentos de


medida. MANDAR ROBOTS EL USO DE INSTRUMENTACIÓN IN SITU SE VUELVE CLAVE PARA ARROJAR LUZ EN EL DEBATE Las revisiones que se están llevando a cabo de la investigación no pillan por sorpresa a


la física y sus colegas. El equipo ya recogía en la investigación de _Nature Astronomy_ que era necesario un mayor análisis de las características de la fosfina medido en los espectros de


la ATMÓSFERA de Venus detectados por los radiotelescopios. La observación del planeta con diferentes técnicas se vuelve clave para arrojar luz en estas cuestiones, especialmente el uso de


instrumentación in situ como, por ejemplo, ROBOTS, que analicen las capas altas de la atmósfera del planeta y su superficie.