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La causa palestina sigue siendo uno de los pilares de la política internacional de Pedro Sánchez y este sábado, durante su intervención en la reunión ... de la Internacional Socialista –que
él preside– en Estambul volvió a esgrimirla para pedir a Israel que detenga su agresión en Gaza, un territorio que, defendió, «es de los palestinos». Pero las palabras del Jefe del Ejecutivo
no se quedan solo en advertencias, desde hace meses, su Gobierno busca aliados europeos y árabes para impulsar una resolución en la ONU que exija el alto el fuego en la región y la entrada
de ayuda humanitaria. España llevará esa petición a la Asamblea General del organismo de la mano de la Autoridad Nacional Palestina. «Debemos instar a Israel a que detenga urgentemente la
operación militar de ocupación de Gaza. Gaza pertenece, y seguirá perteneciendo, a los palestinos. El desplazamiento forzoso o la expulsión de personas de su tierra es deplorable y
constituye una violación del derecho internacional», denunció Sánchez durante la cita de la organización que agrupa a más de un centenar de partidos socialdemócratas, socialistas y
laboristas del mundo y que el jefe del Ejecutivo español lidera desde 2022. Declaraciones que se producen un año después del reconocimiento del Estado palestino por parte del Gobierno
español –el aniversario se cumplirá este miércoles–, y cuando la tensión entre Madrid y Tel Aviv no se ha rebajado a los niveles anteriores a los atentados de Hamás del 7 de octubre. La
semana pasada, el Ejecutivo que dirige Benjamín Netanyahu convocó a la embajadora española, Ana Salomon, para amonestarla tras las declaraciones de Pedro Sánchez durante una sesión de
control en elCongreso. Insinuó, sin señalarlo directamente, que el país judío era un «estado genocida». España, a su vez, hizo lo propio el miércoles, cuando convocó al encargado de negocios
de la embajada israelí, Dan Poraz, para trasladarle la condena del Gobierno por el «gravísimo incidente» ocurrido cuando soldados hebreos abrieron fuego durante una visita a Cisjordania de
diplomáticos, entre los que había un español. Exteriores amonestó a Poraz, un cargo diplomático de segunda fila, porque la legación israelí en Madrid está vacante desde hace un año, cuando
Netanyahu, procedió a llamar a consultas a la embajadora Rodica Radian-Gordon en protesta, precisamente por la decisión del Ejecutivo de reconocer el Estado palestino. Y por ahora no hay
visos de que Tel Aviv mande un sustituto. En este periodo, Sánchez ha hecho de la causa palestina uno de los pilares de su política exterior. El presidente del Gobierno busca liderar la
presión sobre ISrael y atraer a Bruselas. En esta estrategia, España e Irlanda han encontrado socios como Francia y Países Bajos en su petición a la Comisión Europea de revisar el acuerdo de
asociación entre la UE e Israel. Una demanda a la que accedió la jefa de la diplomacia europea, la estonia Kaja Kallas, al compartir el martes las dudas sobre si el Estado hebreo está
cumpliendo sus obligaciones en materia de respeto de los Derechos Humanos y en la misma semana en la que Reino Unido rompía sus contactos comerciales con Tel Aviv. Ante el deterioro de la
situación en Gaza, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reunirá hoy en el Palacio de Santa Cruz al llamado Grupo de Madrid, que integran los países europeos y árabes que
promueven la solución de dos estados y el reconocimiento internacional de Palestina como vía para superar el conflicto en Oriente Próximo. Con esta reunión, España busca impulsar el diálogo
«para poner fin a la catástrofe humanitaria» en la franja y avanzar hacia la solución política del conflicto con dos Estados, Israel y Palestina, «viviendo uno junto a otro en paz y en
seguridad». PRESIÓN DE LOS SOCIOS vPero el conflicto tiene una derivada en la política doméstica, especialmente por la presión de los socios del Gobierno para romper relaciones con Israel y
llevar a Netanyahu ante la Corte Penal Internacional por «delitos de genocidio». El martes salió adelante una proposición de ley impulsada por Sumar y Podemos y que también llevaba las
firmas de EH Bildu, ERC y el BNG que busca aplicar un embargo de armas al Estado hebreo.Los socialistas apoyaron la iniciativa mientras PP y Vox la rechazaron. El partido que dirige Alberto
Núñez Feijóo se sumó el miércoles a las voces que piden a Netanyahu detener su ofensiva militar en Gaza, aunque insisten en que Hamas es «el principal problema del pueblo palestino» y tachan
la posición internacional de Sánchez de «antisemistimo». También dejan en manos de la UEla decisión de revisar los acuerdos comerciales con Israel. En medio, regresó esta semana al Congreso
el polémico contrato para adquirir a una empresa israelí 15 millones de balas por 6,8 millones de euros para la Guardia Civil que Interior se vio obligado a cancelar tras la intervención de
Sánchez. El ministro Fernando Grande-Marlaska lo asumió como «un error puntual». Podemos le llamó «mentiroso». SOLIDARIDAD CON EL DETENIDO LÍDER OPOSITOR TURCO EKREM IMAMOGLU Pedro Sánchez
se sumó est sábado a un acto de solidaridad con el detenido líder opositor y suspendido alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, durante su participación en la apertura del Consejo de la
Internacional Socialista que se celebraba precisamente en la capital de Turquía. En un momento de la sesión, los participantes –todos ellos representantes de distintos partidos socialistas y
laboristas del mundo– levantaron una cartulina con la imagen del rostro del alcalde y la frase «Free Imamoglu» (Libertad para Imamoglu), en un gesto que ocurrió un día después de que la
Fiscalía de Estambul prohibiera la exhibición de imágenes o la difusión de grabaciones relativas al alcalde, considerado como uno de los grandes rivales políticos del presidente turco, Recep
Tayyip Erdogan. Imamoglu está acusado de organizar una «colaboración electoral» ilegal entre su formación, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), y el prokurdo Partido para la Igualdad y
la Democracia de los Pueblos (DEM), próximo al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), en las elecciones locales de marzo del año pasado.