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Dos víctimas españolas de los campos de concentración nazis declararon hoy como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, en el marco de la investigación que dirige el
magistrado a partir de la querella presentada por varias víctimas del holocausto contra cuatro responsables de las SS. Ramiro Santiesteban y Jesús Tello, de 87 y 85 años respectivamente,
recordaron las prácticas que sufrieron por parte de los oficiales nazis durante años, aunque no lograron indentificarles ante el magistrado. "Ha sido muy duro recordar los hechos,
siempre lo es, pero tenemos la obligación de hablar a todos los españoles para que tengan cuidado de que aquello no se repita, no sé cómo salimos vivos", declaró a la salida del juzgado
Jesús Tello junto a su "amigo Santiesteban", quien coincidió en que "hoy es un gran día". "Nos permite recordar lo que ocurrió y honrar a los compañeros que no han
tenido nuestra suerte", añadió. Ambos testigos fueron trasladados al campo de concentración nazi de Mautthausen en agosto de 1940 cuando tenían 16 años y permanecieron en ese lugar
durante cinco años. En el caso de Santiesteban, además fue deportado junto a su hermano y su padre, quien perdió la vida en el campo. Afincados actualmente en Francia, 64 años después de
abandonar aquel lugar, relataron sus recuerdos ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional durante tres horas ante la presencia de los fiscales Pedro
Martínez y Juan Moral. "La vida a veces se presenta muy difícil, de ahi la suerte para unos y la desgracia para otros", dijo Tello. Preguntado acerca de las teorías negacionistas
del holocausto, esta víctima se mostró tajante: "es mentira que las cámaras de gas no existiesen, existieron y que me oigan, si quieren que vengan a encontrarme y se lo digo en su
cara", espetó Tello, quien se reconoció como "español pese a vivir en Francia". Hemos declarado verdades, no cosas inventadas, porque eso no se inventa", sentenció
"La experiencia fue muy dolorosa", coincidió Santiesteban, quien lamentó la tardanza en juzgar los hechos, aunque admitió la importancia de la investigación. Según dijo,
sobrevivieron "gracias a la suerte"y a que gozaban de "una buena salud". "Es una suerte que hayamos pasado de entre tantos muertos", relató ante los medios de
comuniciación Se refirió a los oficiales para decir que aunque "ya es muy tarde, la mayoría no ha pagado lo que hicieron". "Se tendría que haber juzgado nada más acabar la
guerra y hacer Justicia", reclamó Santiesteban, al tiempo que denunció como "siempre"se han sentido como "unos abandonados por España". "Hemos sido siempre los
olvidados y lo seguimos siendo", concluyó. Pese a demostrar una aparente lucidez en sus declaraciones, ninguno de los testigos pudieron reconocer fotográficamente a los oficiales del
campo, explicaron fuentes jurídicas. Según relataron al juez, las dos víctimas admitieron que los guardias no llevaban identificación en su uniforme, "Ninguno de los Totenkoff llevaban
el nombre pero todos mataban, su único objetivo era matar", precisó posteriormente Tello. Por su parte, fuentes fiscales no ocultaron que este factor repercute negativamente en el
futuro del proceso, aunque no descartaron que, en caso de contar con más documentación de aqui en adelante, sea posible dictar una comisión rogatoria para que los cuatro nazis acusados
declaren desde EE.UU donde residen en la actualidad. El juez Moreno admitió a trámite el pasado 17 de julio la querella contra cuatro dirigentes nazis del denominado Batallón de la Calavera
de las SS (SS Totenkopf-Sturmban) por un presunto delito de genocidio y lesa humanidad cometido entre 1942 y 1945 en los campos de concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenb~rg,
en los que estuvieron confinados más de 7.000 españoles, de los que murieron más de 4.300.CUATRO OFICIALES DE LAS SS La querella fue presentada por un superviviente español del Holocausto
nazi y los familiares de otras cinco víctimas de los campos de concentración. La acción está dirigida concretamente contra los ex oficiales de las SS Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias
Kumpf y Iwan o John Demjanjuk, que desarrollaron su labor como guardias armados en los citados campos de concentración. Todos ellos se instalaron en Estados Unidos al término de la II Guerra
Mundial. En los últimos años han perdido la nacionalidad estadounidense por orden de los tribunales de dicha nación. Según la querella, los prisioneros fueron sometidos a "programas de
exterminio diseñados por el sistema nacionalsocialista, siendo retenidos en contra de su voluntad por razones de raza, religión, nacionalidad o convicciones políticas". "Fueron
objeto de formas extremas de maltrato y abuso, incluido el asesinato", añade la demanda. ¿La Fiscalía, que solicitó la admisión a trámite de la causa, recordó que en la actualidad
resulta "indiscutible"el reconocimiento internacional de la facultad de perseguir a los autores de delitos cometidos fuera del territorio nacional siempre que concurra algún punto
de conexión con los intereses del Estado que solicita la persecución. Los querellantes solicitan la extradición a España de los cuatro ex oficiales argumentando que su jurisdicción tiene
competencias para enjuiciar "hechos delictivos cometidos fuera del territorio nacional vinculados a la existencia de víctimas españolas", tal y como se hizo en casos como el
genocidio del pueblo maya o los crímenes durante la dictadura argentina, que citan expresamente.