Feria del libro | Ideal

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En cualquier caso, hay que acercarse a los libros y leer, cada día se hace más necesario para que los fanáticos no hagan perder a ... la gente el sentido común y se esté preparado para lo


que viene. No hay mayor alegría para un autor que encontrar su obra exhibida al público para su difusión y venta en los estantes de las casetas que las distintas editoriales y librerías


instalan por todos los rincones del planeta en la denominada Feria del libro, a veces como bienes de consumo, aunque en otras ocasiones como espacios de acceso al libro y de promoción a la


lectura. Concretamente, en Granada, los actos se celebrarán y tendrán lugar en el mismo centro de la ciudad, en el trayecto que recorre Puerta Real de España con la Carrera de la Virgen,


entre los días 9 y 16 de mayo inclusive. Una fiesta que suele coincidir con la estación primaveral, cuando el sol derrama su luz y pregona el color de las mañanas y tardes granadinas. Es


entonces cuando se alza sobre nuestras miradas un paisaje inesperado de libros en donde por una vez al año la literatura es la protagonista como fuente de conocimiento y liberación de


emociones, frente al letargo de un mundo que se encuentra cada día más sumido en la tecnificación y en las redes sociales. Todo libro debería ser un acto que quede erguido en el tiempo,


pero, a su vez, debería ser un compromiso con la historia y con la esperanza; y aunque dijera Plinio el joven que no había libro malo que no contuviera algo bueno, tendríamos que entender


que eran otros tiempos cuando hacía estas aseveraciones, pues en la actualidad suelen aparecer novedades editoriales ancladas en la impericia de los propios autores y en lectores poco


exigentes; dicho de otro modo: hay autores que buscan a un público poco exigente, poco diferenciado culturalmente y, además, se dirigen a una masa acrítica que respeta el sistema de valores


vigente, se siente muy feliz en este mundo y con el momento que les ha tocado vivir; carece de inquietudes, por otro lado, y solo desea distracción con la lectura, sin excesivos problemas.


Pues bien, los escritores que se dirigen a este grupo de lectores ofrecen una literatura muy del gusto de ellos: se trata de textos o guiones que tienen más fundamentos ideológicos que


estéticos y culturales, es la llamada literatura de masas, o literatura comercial en el que marketing editorial está garantizado, dicen ellos que en bien del libro. Esto sucede,


evidentemente, con las editoriales más poderosas; esto es, las que manejan millones de euros como una perpetua maldición. En estas editoriales tienen barra libre narradores y poetas infames,


mientras que otros son desdeñados e ignorados por las instituciones culturales y, obviamente, languidecen en la oscuridad, privando a los lectores de un verdadero placer estético. Frente a


estos hay autores que se dirigen a un público culto –con experiencias estéticas previas– que da mucho valor a los esfuerzos creadores, a las invenciones temáticas y a los hallazgos


expresivos de la obra. No obstante, también hay otros escritores de calidad con amplia audiencia y que sus obras no pertenecen a la literatura de masas. muy al contrario, son autores que,


dirigiéndose a públicos mayoritarios, poseen, virtudes estéticas fascinantes para los estetas más exigentes. En consecuencia, parece de justicia decir que la literatura de masas no es


siempre deleznable; tal, vez, si acaso, sería aquella que explota económicamente la incultura y que se ofrece como mero producto de consumo. Volviendo al tema ideológico, digamos que en


nuestra tierra y, evidentemente, en un rango distinto al de las ferias de las grandes ciudades tenemos cuarto y mitad de lo mismo. Por ejemplo, no hay librería o editorial que disponga en


sus stands alguna obra o estudio sobre la misma de Manuel Machado al estar considerado de 'reaccionario' como mínimo; todo lo contrario que sucede con su hermano Antonio, aunque el


meollo de la cuestión hoy día va a tener su andamiaje fundamental en la Literatura representativa de la ideología woke, que, según sus propios 'militantes', como movimiento


trasciende las narrativas convencionales. De hecho lecturas clásicas como Los cinco de Enid Blyton ahora dicen «individuos muy progresistas» que su contenido es misógino y racista porque,


por ejemplo, los chicos protegen a las chicas o porque los malos solían ser de razas distintas a la anglosajona. Definitivamente, hemos enloquecido. Y así va todo, a pesar de que el sentido


común todavía prevalece en una mayoría de escritoras como Joanne Rowling, autora de Harry Potter, que ha visto con buenos ojos la decisión de la Corte Suprema del Reino Unido que dice que


«la definición de mujer en la ley se basa en sus sexo biológico». Pues bien, no les va a faltar tiempo a las milicias feministas de última generación para ocultar y silenciar la excelente y


brillante trayectoria literaria de Rowling, que será considerada a partir de ahora por aquellas como escritora 'tránsfoba'. ¡Qué angustia de tiempos!, ¡por Dios! ¿Cómo se puede


robar el conocimiento de la verdad de una época que nos hace comprender mejor el presente? En cualquier caso, hay que acercarse a los libros y leer, cada día se hace más necesario para que


los fanáticos no hagan perder a la gente el sentido común y se esté preparado para lo que viene.