Ticketmaster vs. Salud responde | ideal

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Vaya hora (u horas) de infarto pasamos las y los aficionados a 'El último de la fila' hasta que pudimos conseguir las ansiadas entradas para ... acudir al concierto que ofrecerán


en Roquetas de Mar el 16 de junio de 2026. Ayer (jueves, 29) se ponían a la venta a las 10:00 en la web de Ticketmaster. Diez minutos antes de la hora nos pusieron en zona de espera. Estaba


en comunicación con un gran amigo y aficionado al que suponía, como estaba yo, frente al ordenador y presto a comprar sus entradas. Así fue. Cuando llegan las 10:00 cuál es nuestra sorpresa


que la web nos pone un mensaje diciendo que pasamos a espera y que estamos en el turno 4 mil y pico (él) y 5 mil y pico yo para poder comprar la entrada. Pánico total. «¿Cuánta gente cabe en


el Antonio Peroles en pista?», «¡Mujer, varios miles, yo creo que llegamos a comprarla!». A todo esto, dos horas antes, a las 8:00 trataba de entrar en la aplicación Salud Responde para la


pediatra, pero no podía conseguir cita porque, según el mensaje de alerta «En este momento, no podemos gestionar su cita. ¿Quiere enviar su solicitud para que su centro de salud la gestione?


Recibirá información sobre su cita en un máximo de 72 horas». ¡Máximo de 72 horas tratándose de una urgencia! Y yo que creía que Manolo y Quimi lo fiaban lejano… Obviamente, me decanto por


la vía telefónica, pero no obtengo resultado satisfactorio alguno. Como yo, cientos de personas estaríamos llamando y los profesionales tienen dos teléfonos y cuatro orejas. Absolutamente


imposible. Lo mismo que Ticketmaster que no podía atender, de golpe, a los miles que estábamos tratando de comprar la entrada. A las 10:30 (aprox.) ya era la número tres mil y pico en la


lista de espera para comprar las entradas y seguía, paralelamente, intentando conseguir una cita telefónica o por la aplicación para mi hijo. A esa hora, en la aplicación el mensaje de


alerta tornó a que podía pedir cita, pero sólo telefónica y para los días 2 o 3 de junio. Nada más, ninguna opción más. Sigo llamando. Por curiosidad, pido a un familiar que me diga cuándo


le cogerían a su hijo en su centro de salud y me dice que para el 12 de junio. Tengo pantallazo de todo por si alguien pide testimonio, que aquí no venimos a contar milongas. Quiero decir,


las y los usuarios no contamos milongas, eso se lo dejamos a los responsables de Salud, que tienen la exclusiva. A las 10:45 (aprox.) de la mañana Ticketmaster me dice que ya llega mi turno


para la taquilla. Saco la tarjeta, relleno para comprar las mías y las de mi amigo (a quien le falló la compra y le pusieron en espera, de nuevo) y… me pasa a mí lo mismo. Ahora estoy, otra


vez, la tres mil y pico esperando. ¿Qué hago? ¿Abandono y me doy por vencida? El concierto es único, sin lugar a dudas y la ocasión bien merece una espera más. Finalmente, poco después de


las 11 de la mañana mi amigo me da la buena noticia: ha comprado las entradas. Desde ese momento me libero doblemente, ya que sólo tendría que dedicarme a una sola de mis operaciones online


–pediatra para mi hijo- llamo y actualizo la 'App'. 12: 30. Llamo y actualizo la 'App'. Llamo y logro comunicación a las 12.52 horas. Me dan cita. Actualizo la


'App' por curiosidad: sigo sin poder pedir cita para mi hijo. La tecnología tiene esas cosas. La diferencia está en que en unos sitios como Ticketmaster, al final, acaban


solucionando el problema y la web retoma el funcionamiento mientras que en Salud Responde no lo hacen y se queda, por tanto, 'La última'.