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A colación del contexto en el que nos encontramos, en plena semana de pasión, una victoria el domingo podría suponer la obra y gracia de ... un auténtico milagro: volver a zona de 'play
off', dadas las circunstancias de un mes a esta parte. La balsámica segunda parte en Albacete permitió encadenar dos victorias de forma consecutiva, con lo que ello supone en esta
categoría. Lo que sucede es que los rivales empiezan a no fallar en esta recta final, de modo que estirar la dinámica positiva permite no caer descolgado de la lucha por el objetivo más allá
de adelantar puestos en la tabla. De ahí la importancia de completar la resurrección el domingo en Cartagena. Escenario ideal para ello, ante un rival ya matemáticamente descendido a
Primera RFEF, y en un horario idéntico al que tan bien le sentó al Granada la semana pasada. La coexistencia en esta jornada de enfrentamientos directos entre rivales de la zona noble hace
que el equipo rojiblanco horizontal pueda acabar la semana en los puestos que dan acceso a la liguilla de ascenso a falta de solo seis semanas para el final de esta eterna liga regular de
Segunda división. De esta manera se ratificaría, una vez más, lo que se lleva semanas enfatizando: la importancia de una dinámica positiva de resultados. No basta con sumar. No basta con
poseer un feudo inexpugnable como es el caso. Se trata de encadenar victorias de forma consecutiva, tanto en casa como a domicilio. Es así y solo así cuando el equipo ha sido capaz de volver
a la senda del objetivo. Es cierto que, tras dos jornadas fuera de Los Cármenes, el próximo rival en casa, a final de mes, será el actualmente todopoderoso Elche de Sarabia, club que supo
mantener la compostura en un dubitativo comienzo de liga y que ahora recoge lo sembrado por aquel entonces. No obstante, en nuestro caso, debemos centrarnos en el aquí y ahora. Con todo a
Cartagena, en pleno Domingo de Resurrección, directos a consumarla. Reflexionemos pues.