Fran escribá, en la cuerda floja | ideal

Fran Escribá está en la cuerda floja. El todavía entrenador del Granada lo tiene complicado para continuar en el cargo de cara a los tres ... partidos de liga regular que restan, con el

primero de ellos el próximo sábado, a las 16.15 horas, frente al Deportivo de La Coruña en el estadio Abanca Riazor. La dirección del club estudia desde la noche del lunes, tras la derrota

con el Eibar, la situación del preparador valenciano, aunque por ahora no ha trascendido si cesa de su puesto y una alternativa clara, sea interina o de fuera. Dentro de las conjeturas,

existe la posibilidad de que le reemplace una opción de dentro. Tras la destitución del técnico Raúl Barroso en el filial masculino rojiblanco, el Recreativo Granada (que descendió a 3ª

RFEF), sustituido de forma coyuntural este mes por Adolfo Martínez, del 'C', la única vía factible con experiencia sería la de elevar a Lucas Alcaraz, actual director de la Ciudad

Deportiva del Granada, quien hasta la fecha siempre se había mostrado esquivo a recuperar un rol así en el banquillo. Cualquier solución, sea esta o externa, seguramente solo se

circunscribiría al final de temporada. No es la primera vez durante la temporada que Escribá atraviesa un periodo crítico con visos de despido. El primer conato llegó tras la sonora derrota

ante el Córdoba por 5-0, aunque cuando verdaderamente se puso sobre la mesa su salida fue después de perder en Cádiz por 1-0. Hubo paciencia con él al final. El entrenador fue

'levantando' esas bolas de 'muerte súbita', sobre todo en Los Cármenes. En las últimas semanas, había tenido una secuencia positiva a continuación de un descalabro con el

Tenerife (a la postre, descendido). Arrancó con un triunfo ante el Almería, seguido de victorias en Albacete y Cartagena, más un empate en casa ante el Elche. Después de ello llegó la caída

en Málaga, con muy mala imagen. Ante el Eibar, en caso de ganar, el equipo recuperaba la sexta plaza, la que cierra el 'play off', pero de nuevo llegó un tropiezo, con una táctica

irreconocible de inicio y muchísimas fragilidades después, cuando varió a un sistema más convencional, para luego cerrar con retoques y sustituciones poco convencionales con su

comportamiento habitual. Sin reacción ante los tantos de los armeros, la derrota llegó y con ello la censura de los aficionados contra plantilla, cuerpo técnico y dirigentes. Ahora les toca

a estos tomar decisiones en medio de un clima áspero, con el objetivo de disputar la promoción casi quimérico.