Las quince horas de la alcaldesa de granada al frente de una ciudad apagada | ideal

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La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, estaba ayer en el Ayuntamiento cuando se produjo el apagón. Para ella, como para el resto de los granadinos, ... los primeros minutos fueron de


incertidumbre total. Pero cuando se dieron cuenta de que el problema era algo más que un simple apagón, tuvo claro que era el momento de dirigirse a la Huerta del Rasillo, sede de la Policía


Local, para ponerse al frente del operativo. Allí se quedó hasta la madrugada, cuando por fin comenzaron a respirar, como el resto, al ver que la ciudad volvía a iluminarse. Fueron horas de


pocas certezas, pero en las que Carazo, junto a su equipo, tuvo claro desde el primer momento que había que mantener la calma para dar la mejor respuesta a los ciudadanos. Después de la


tormenta, la alcaldesa ha querido hoy tomar el pulso a la calle. Ha recorrido los principales mercados de la ciudad y ha charlado con los comerciantes para ver cómo afrontaron la noche.


Ayer, el objetivo era ver todos los frentes en los que había que actuar. El tráfico, en una ciudad sin semáforos, el transporte, tras el parón de del Metro, las incidencias, gran parte de


ellas de personas encerradas en ascensores, la seguridad, sobre todo al caer la noche, o los hospitales, que no dejaron de funcionar a pesar del apagón. El momento más complicado fue cuando


además de la electricidad empezaron a fallar las comunicaciones. Era imposible comunicarse con los responsables de las distintas áreas, aunque afortunadamente contaban con el sistema de


radio para tener los ojos en la calle a través de los agentes de la Policía Local. Fueron más de doce horas de trabajo incesante, en las que el equipo de Gobierno local estuvo en contacto,


mientras fue posible, con la Subdelegación, y en la que fueron planificando escenarios posibles para tener los recursos necesarios para responder a las incidencias que pudieran ir surgiendo.


Comieron lo que pudieron, perdieron también el contacto con sus familiares durante horas y confiaron en el civismo que demostraron los ciudadanos, pero poniendo en la calle un dispositivo


de seguridad que garantizase al máximo, junto a la Policía Nacional, que la ausencia de luz no provocase otros problemas. Hoy la alcaldesa reconocía que fue una jornada intensa y agradecía


el esfuerzo de todos los que trabajaron ayer codo a codo para que no se perdiera la calma a pesar de las dificultades.