«teníamos prácticas, pero hablamos con el profesor y le dijimos: se ha quemado nuestro bloque» | ideal

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Algunos de los inquilinos del número 145 de Camino de Ronda están regresando ahora a sus hogares tras el incendio de hace dos semanas. Es ... el caso de unas jóvenes estudiantes residentes


en la quinta planta, que tuvieron que abandonar su piso al romperse los cristales del balcón y regresaron ayer después de que fueran arreglados. «No hemos dormido nada rememorando la noche


del incendio», contaron. Al ser alumnas de fuera de Granada capital, regresaron a sus hogares mientras culminaban las obras. «La verdad es que teníamos prácticas, pero hablamos con el


profesor y le dijimos: se ha quemado nuestro bloque», indicó una de ellas. Al volver ayer, el piso estaba tal cual lo dejaron aquel día. En el balcón había restos de hollín, varios enseres


cubiertos de negro y la ropa permanecía tendida. Tendrán que tirarla. Dentro del piso hay aún que limpiar a fondo para que vuelva a ser el lugar de antes. «Estaba hecho un desastre y olía un


montón, y eso que ya estuvimos fregando el día después del fuego. Contrataremos una empresa y pasaremos la factura al seguro, porque se suponía que se encargaban ellos», detallaron. Aquella


noche vivieron una auténtica pesadilla. El fuego las pilló durmiendo: «Cogí las gafas y salí corriendo, llegué abajo descalza. Fue un susto enorme, pensábamos que era una pelea por el


sonido de los cristales rotos, y cuando abrimos la ventana vimos el humo».