Nuevos derrumbes en el cerro de beas de guadix: «no queremos tener víctimas mortales para que se actúe» | ideal

feature-image

Play all audios:

Loading...

Beas de Guadix ha registrado este miércoles nuevos desprendimientos en el barranco de las Heras procedentes del cerro del Castillejo, situado sobre una treintena de ... viviendas. El


Ayuntamiento de la localidad ha alertado al 112, ya que los derrumbes han tenido lugar a apenas 20 metros de las casas que se ubican en la calle Perchel. «Las administraciones deben tomar


medidas de forma urgente. No queremos tener víctimas mortales para que se actúe», ha señalado su alcalde, Juan Jesús Porcel. La localidad sufrió también caída de partes de la ladera el


pasado jueves, cuando hubo lluvias abundantes en el territorio. El regidor asegura que las precipitaciones de los últimos meses han agrandado las grietas que hay sobre la arcilla y que eso


provoca que los derrumbes sean cada vez más abundantes. «No sabemos cuánto va a durar el cerro así, ya no se aguanta. Si caen los 30 metros que lo componen, se llevará las casas», ha


detallado Juan Jesús Porcel. El peligro se mantiene también con las altas temperaturas, la arcilla se seca e incrementan las grietas y las caídas. El Gobierno central rechazó recientemente


la declaración de zona catastrófica del entorno. Según la respuesta de la administración, «no se dan las condiciones necesarias para la declaración de zona afectada gravemente por una


emergencia de protección civil». MÁS INFORMACIÓN El primer edil, por su parte, ha solicitado una reunión con Diputación y Subdelegación para estudiar otras vías por las que conseguir


financiación para ejecutar el proyecto que solucione el problema. La cuantía asciende a 885.000 euros, una cifra que el primer edil asegura que es inasumible para el Consistorio. El informe


propone como solución a los derrumbes quitar presión a la ladera. Según detalla el regidor de Beas de Guadix, esto se haría a través de la eliminación escalonada de la tierra que compone el


cerro, que mide 30 metros de altura. El desmonte se ejecutaría hacia atrás, en la parte en la que no hay viviendas y dejaría el terreno escalonado. Además de la reducción del peso, también


se desarrollarían tareas de sujeción y fijación de la parte no desmontable, así como un refuerzo de la fachada. Así conseguirían acabar con los desprendimientos de montones de tierra y rocas


que sufren los vecinos desde hace 15 años.