El 'granadino' agustino que compartió misión con el papa león xiv en chiclayo | ideal

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María Dolores Martínez Viernes, 9 de mayo 2025, 15:45 | Actualizado 16:51h. Comenta Compartir «Para toda la familia agustiniana es una alegría que el nuevo Papa León XIV sea uno de nosotros


y que pueda llevar lo que supone la espiritualidad agustiniana a su pontificado y a toda la Iglesia». Así lo asegura el sacerdote Antonio Carrón, consejero general de los Agustinos


Recoletos, coordinador de sus áreas de educación, apostolado social y comunicación, granadino de adopción -como él mismo reconoce- tras su paso por el Colegio de Santo Tomás de Villanueva.


Ahora reside en Roma, donde está destinado en la Curia General de la orden. Su faceta como misionero le permitió conocer en 2019 al entonces obispo Robert Prevost en Chiclayo (Perú). En


aquellas «tierras existía una colaboración y una relación muy bonita entre todas las ramas de la familia agustiniana, al ser general de la Orden de San Agustín y obispo misionero».


Posteriormente, Carrón también ha tenido la oportunidad de encontrarse con él varias veces en Roma, cuando Prevost ya era prefecto del dicasterio para los obispos. Por tanto, ha tenido la


oportunidad de acercarse muy de cerca al interior del flamante Papa, de quien recalca sobre todo su humildad. «Ayer quedó reflejada su forma de ser en esas primeras imágenes cuando sale al


balcón. Se ve a una persona emocionada, tímida y reservada, como es él. No es el Papa Francisco, sino Robert Prevost y ahora, el Papa León XIV. Va a ser distinto, pero es alguien que ha


asumido muy bien el modelo de Iglesia que ha propuesto el Papa Francisco». En cuanto a la elección del nombre, León XIV «es un guiño a León XIII, uno de los Papas más destacados de finales


del siglo XIX y de principios del siglo XX». Fue alguien que tuvo que leer el momento en que se encontraba y, a partir de ahí, hacer la propuesta desde una perspectiva cristiana. Fue un Papa


que miró el mundo y se preguntó qué le hacía falta. Por ello optó por esa visión social. «EL PAPA LEÓN XIV ES UNA PERSONA TÍMIDA Y RESERVADA, TAL Y COMO QUEDÓ REFLEJADO AYER EN EL BALCÓN»


El sacerdote agustino no duda en asegurar que «León XIV va a hacer lo mismo. En sus primeras palabras lo que dijo fue que nos deseaba la paz porque nuestro mundo la necesita. También, que él


quería ser puente. Qué duda cabe que en un mundo tan polarizado hace falta ser puente entre unos y otros». «HAY QUE RECORDAR QUE SAN FRANCISCO TENÍA UN HERMANO FRANCISCANO QUE SE LLAMABA EL


HERMANO LEÓN, UNA PIEZA FUNDAMENTAL EN SU VIDA. POR ESO ES MUY BONITO VER CÓMO FRANCISCO SE DEJA ACOMPAÑAR AHORA POR UN LEÓN». Desde el balcón, el Papa León XIV manifestaba con orgullo «soy


hijo de San Agustín y agustino. Y eso dice mucho porque San Agustín no es sólo patrimonio de los agustinos sino de toda la Iglesia y de la humanidad. Creo que en el día de hoy la mirada de


San Agustín a nuestro mundo puede aportar mucho porque los pilares del carisma agustiniano son la comunidad, la oración y la misión. Creo que todo cristiano tiene que fundamentar su vida en


esos tres elementos». UNA CURIOSA COINCIDENCIA La Iglesia ha pasado de la visión jesuita, encarnada por el Papa Francisco, a la agustiniana que ahora representa el Papa León XIV. No


obstante, se trata tan sólo «de una continuación» para Carrón. Además, hay una coincidencia muy curiosa, de la que muchos todavía no se han dado cuenta. «Es bonito recordar que cuando


Bergoglio escogió el nombre de Francisco, lo hace por la alusión a San Francisco de Asís, pero hay que recordar también que San Francisco tenía un hermano franciscano que se llamaba el


hermano León, que era su fiel compañero y una pieza fundamental en su vida. Por eso es muy bonito ver cómo Francisco se deja acompañar ahora por un León». «León XIV -recalca- va a ser una


continuación de ese Papa con olor a oveja, cercano, de las periferias y misionero». ADN AGUSTINO Su paso por el Colegio de Santo Tomás de Villanueva de Granada (Los Agustinos) permitió a


Carrón conocer ese ADN agustino que pasean con tanto orgullo todos los alumnos y, ahora, aún más gracias al Papa León XIV. «Surgió en el Colegio y luego lo han asumido en otros lugares.


Tiene mucho que ver con lo que supone la educación y acompañar a los jóvenes desde pequeñitos. Creo que es algo que marca y que deja huella». Durante el tiempo que estuvo en Granada, «era


consciente de que un centro educativo tiene una responsabilidad importante de cara a intentar sacar lo mejor de persona en habilidades, conocimientos y capacidad de reflexión, pero si nos


quedamos sólo con eso es poco. Hay que acompañarla para que sea la mejor versión de sí misma y eso forma parte del ADN agustino». Curiosamente, muchos alumnos después de su experiencia en el


colegio siguen encontrándose y buscándose. «Ahora estoy en una etapa en la que se están casando un montón de antiguos alumnos con los que estuve en mis años en Granada. Es algo precioso».


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