«nos hemos criado en la punta de la mona y ahora nos prohíben el paso como a criminales» | ideal

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«Es como prohibir los perros porque hay una caca en el suelo o el senderismo porque hay quien pisa las plantas», resume Homero Barbero, ... portavoz de la Asociación de Pescadores Deportivos


de la Costa Tropical, que ve «una injusticia» en el reglamento que desde el 7 de enero prohíbe el acceso por tierra y mar a los acantilados de la Punta de la Mona. «Es el sitio donde nos


hemos criado y ahora nos prohíben el paso como si fuéramos criminales –lamenta–. No puedo ir con mi hijo a la zona a comerme un bocadillo o a ver la puesta de sol. ¿Por qué los turistas


pueden disfrutar de ese entorno y a los nativos nos echan?». A su juicio, el reglamento supone una privatización encubierta de este paraje natural, porque de hecho sí permite las inmersiones


organizadas por las escuelas de buceo de La Herradura. «Tenemos doce centros de buceo en un pueblo de 5.000 habitantes. Son 37.000 inmersiones al año y hay fines de semana en que se


concentran nueve zódiacs con 300 buzos en un tramo de 300 metro. ¿Eso no tiene impacto?», lamenta. Lo mismo ocurre en tierra, ya que la Punta de la Mona es una zona de chalés y muchos han


cerrado sus caminos de servidumbre. SIN DATOS CIENTÍFICOS Barbero asegura que el reglamento de protección de la ZEC se elaboró sin un estudio científico serio sobre el estado real de los


fondos marinos y el impacto de la pesca artesanal y de autoconsumo sobre las especies marinas. El furtivismo existe, admite, pero la mayoría de los pescadores son responsables. «Nos apoyan


3.000 firmas, pero la mayoría de los pescadores va muy de vez en cuando, pesca un pez, o ninguno, y se lo lleva a la mesa. No es para vender. Es una forma de vida», explica. Homero Barbero


destaca la «función social» de estos pescadores. «Somos los guardianes del mar. Hace poco uno rescató una tortuga que se había enganchado con un saco. Y otro encontró una persona fallecida


en el agua. Incluso los dueños de algunos chalés nos dicen que ahora está habiendo más robos porque al no haber tránsito ya nadie pasa por allí», justifica. LOS PESCADORES VEN RECEPTIVO AL


DELEGADO DE MEDIO AMBIENTE. «CREEMOS QUE ES POSIBLE UNA MORATORIA» «Nosotros somos el pueblo llano y nos tenemos que pagar el abogado. Defendemos la pesca de autoconsumo, de kilómetro cero»,


concluye Barbero, que advierte que esta situación injusta está provocando «crispación» en La Herradura. No obstante, se muestra optimista, porque ha encontrado receptivo al delegado de


Medio Ambiente. «Creemos que es posible que haya una moratoria», asegura.