El bar de la catedral que dio de comer a trabajadores y turistas durante el apagón de granada | ideal

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Jueves, 1 de mayo 2025, 11:01 | Actualizado 14:16h. Comenta Compartir El apagón también pilló por sorpresa a los miembros de la familia Tello, como a cualquier persona en España. Supieron


que se había ido la luz mientras realizaban la compra de unos nuevos ventiladores para el negocio de hostelería que regentan, pero todavía no eran conscientes de la magnitud. Decidieron


parar a comer en un restaurante regentado por ciudadanos asiáticos, compañeros de gremio que se han convertido en amigos. Al llegar al bufet libre vieron que el personal aguardaba a las


puertas del negocio y las persianas estaban medio bajadas. «La luz se ha ido, pero es que se ha ido en toda España». A pesar de ello, les pusieron de comer por la buena relación que tienen.


Los Tello no abrían su negocio al público este oscuro lunes 28 de abril, pero tenían que reponer fuerzas para hacer labores de limpieza y mantenimiento en su bar. En el interior de la


taberna Catedral S. XXI empezaron a realizar sus faenas con normalidad, sin luz, pero como un día cualquiera. Al día siguiente, si la electricidad volvía a funcionar, habría que dar servicio


a las decenas de personas que pasan diario por este céntrico e histórico bar. El apagón generalizado hizo que la gran mayoría de bares no tuvieran otra posibilidad que cerrar durante el


lunes. No se podía atender a nadie. En muchas casas tampoco se podía cocinar, por lo que muchos turistas y trabajadores intentaron picar algo, aunque sea un plato frío, a la desesperada y


sin saber cuánto duraría. «Comenzó a entrar gente al bar para preguntar si era posible comer, a pesar de la falta de luz. Teníamos algo de carne, arroz y patatas, por lo que empezamos a


servir lo que podíamos. Eran personas que no tenían posibilidad de cocinar en sus casas», comenta a IDEAL Diego Tello, gerente de la Taberna Catedral S. XXI, ubicada en Marqués de Gerona. La


cosa empezó con un par de personas, pero los que pasaban por el bar y veían movimiento se sumaron a la petición de un plato caliente, de lo que fuera. «Por aquí pasaron unas 40 personas. La


mayoría eran trabajadores de otros negocios que hay por esta zona del centro y que habían acabado su turno o se vieron obligados a cerrar sus negocios», relata Tello. Todos comieron y


agradecieron la predisposición de esta familia de hosteleros, que decidieron aportar su granito de arena y dar esperanza a la incertidumbre generalizada. A la luz de las velas La noche llegó


y el suministro eléctrico no se había restablecido. Dentro del bar ya no se podía estar, por lo que sacaron linternas para atender. «Empezamos a sacar mesas y sillas a la terraza y pusimos


velas para que los clientes no comieran a oscuras». Fue todo improvisado, pero con el esfuerzo de estos profesionales de la hostelería todo salió más que bien. Esta familia, como la mayoría


de negocios de hostelería, también perdió bastante género que se le echo a perder debido a la falta de energía eléctrica que alimenta frigoríficos y arcones que almacenan fría la comida. A


pesar de ello, pusieron la mejor cara a la situación. «La gente venía con hambre. No podíamos negarle un planto de comida caliente al que lo pedía», cuenta Tello. Tampoco funcionaba el


datáfono para cobrar a los clientes con tarjeta. Durante las horas de penumbra, el efectivo volvió a coger protagonismo en la sociedad. Los que guardaban billetes y monedas en sus bolsillos


tenían un tesoro. «Los clientes empezaron a pagar con el efectivo que tenían. También perdonamos alguna que otra consumición, ya que no les llegaba para pagar todo. Tampoco tenían opción de


ir al cajero automático a por más», relata Diego de forma amable. A la hora de la cena, la terraza de atrás, que da a la calle Provincias, se convirtió en una reunión de amigos que se


acababan de conocer, pero que se unieron por el gran apagón. Una hermandad que fue gracias a la oscuridad, la incertidumbre, y la cerveza y comida que sirvió la familia Tello con gusto y


amor por su oficio. Comenta Reporta un error