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Los atracadores arrasaban con todo lo que encontraban a su paso. No solo se llevaron la recaudación de la caja registradora, también le quitaron los ... bolsos a los clientes. Iban vestidos
de negro, encapuchados y con guantes. Y llevaban, al menos, un arma. Tardaron dos minutos y medio en desvalijar el local y huir. Sin embargo, cometieron un fallo. Olvidaron el cargador del
arma allí, en el lugar de los hechos. MÁS INFORMACIÓN La Policía Nacional, que lo tiene en su poder, ha determinado que aparentemente usaron una pistola de aire comprimido, no de fuego. Se
trata de una prueba más que la Policía Científica está analizando para encontrar posibles rastros de ADN. El objetivo último es hallar a los autores de este y otros cuatro robos más en
Granada y su área metropolitana. Por otro lado, según ha podido saber este periódico por fuentes conocedoras del caso, en al menos dos de estos atracos se empleó un vehículo de color oscuro
que posiblemente fue robado unos días antes en Alhendín. DESDE EL MIÉRCOLES SANTO Los negocios de hostelería afectados ascienden al menos a cinco. El primero que ha trascendido se produjo el
Miércoles Santo, el último, justo una semana después. Guardia Civil y Policía Nacional han abierto investigaciones y trabajan para dar con los autores. Por ahora no se ha podido confirmar
si se trata de los mismos ladrones, aunque hay ciertos elementos que se repiten. En el primer atraco, el del Miércoles Santo, cuatro individuos accedieron al local a las 23.50 horas
aproximadamente. Dos de ellos se dedicaron a controlar al personal y otros dos a rebuscar en la caja registradora, de la que se llevaron un botín de unos mil euros. Llevaban un arma. En la
madrugada del Viernes al Sábado Santo ocurrió otro, en este caso sin clientes de por medio. Forzaron la puerta de entrada, abrieron el «cajón inteligente» y se llevaron la recaudación del
día anterior. Ese mismo día, el Sábado Santo, ya al filo de la medianoche, se registró otro suceso similar. Los delincuentes irrumpieron en un local gritando amenazas y empuñando armas de
fuego, y fueron directos a por el dinero. El robo más reciente fue el pasado miércoles, al mediodía, en una cafetería. Arrancaron la caja registradora y se la llevaron con el cable colgando.
Portaban una especie de «martillo enorme», según las testigos. Por último, según ha podido saber IDEAL, se produjo otro hecho similar en otro establecimiento de la provincia, del que no han
trascendido más datos.
