El kimono une a japón y granada | ideal

feature-image

Play all audios:

Loading...

Domingo, 20 de abril 2025, 00:00 Comenta Compartir Asociamos el kimono –túnica de mangas anchas y largas, abierta por delante y que se ciñe, cruzándola, mediante un cinturón– con una cultura


muy concreta:la japonesa. Y hacemos bien, porque su origen es ese. Obviamos, sin embargo, que hoy su uso es global, que son muchas las firmas que lo incluyen en sus catálogos, que en el


siglo XX fue sinónimo de lujo y que ni siquiera su fabricación ha sido nunca exclusiva del Imperio del Sol Naciente. Sin embargo, Japón tiene un papel fundamental en la introducción de esta


prenda en Occidente. Tan importante como el que en su día tuvo el reino nazarí de Granada en su fabricación, ya que aquí se produjo durante siglos la seda necesaria en una próspera industria


local. A contar la historia de esta emblemática prenda, pero también de los conocidos como 'mantones de Manila' contribuye de forma notable la exposición


'Kimono–Quimono–Turca–Bata', que se exhibe hasta el 30 de abril en la Casa de Zafra, joya del arte musulmán. De este modo, la cultura de origen del material de la manufactura y la


que la hizo más conocida se unen en un marco único. No es de extrañar que la muestra esté teniendo un gran éxito, porque, además de la belleza de las piezas y de la propia decoración,


ilustra al visitante sobre la histórica Ruta de la Seda y el complicado tornaviaje con el Galeón de Manila, la ruta comercial más longeva y fiable de la historia, que abrió al Imperio


español las puertas de Extremo Oriente y convirtió a nuestra nación en el socio más fiable posible para las potencias de la región. La muestra de la Casa de Zafra está comisariada por


Fernando Poyatos, profesor titular de la Universidad de Sevilla y experto en arte textil. «Ese proyecto se gestó desde la colaboración entre Slabon Moda, la casa de diseño granadina, la


gestora cultural Alicia Pire y un grupo de personas vinculadas a la Casa de Japón en Granada, entre las que se encuentra Yuki Yakatama. Ellas nos propusieron a la profesora Elena Pérez y a


mí llevar adelante el comisariado», asegura. De la colaboración entre todos los promotores surgió la idea de unir a kimonos con varios modelos contemporáneos, diseñados por Susana Poyatos,


quien concibe también esta muestra como un homenaje al textil hispanomusulmán, que toma cuerpo en modelos como el 'Vestido túnica ocre nazarí', en raso de seda coral, con un diseño


elegante y sofisticado, con mangas amplias que le otorgan un aire fluido y contemporáneo. «La prenda está adornada en delantero y espalda con un gran trabajo en guipur en tonos ocres.


Presenta intrincados dibujos geométricos de estilo nazarí, evocando patrones que remiten a la riqueza estética de épocas pasadas, especialmente los elementos arquitectónicos y ornamentales


de la cultura andalusí», comenta la diseñadora. Tras cada uno de los modelos expuestos hay un importante trabajo de investigación, destinado a ponderar la importancia de unas prendas que han


trascendido el tiempo y el espacio, y que constituyen un importante símbolo de la comunicación intercultural, colocadas además en el mejor marco posible. La seda llegó a la Península, según


el profesor Poyatos, en el siglo II antes de Cristo. A partir de ese momento, se fue creando una ruta, una red de caminos en realidad, que parte de China y continúa por Asia Central –de


hecho, Kazajistán tiene un papel muy importante en el proyecto– Persia y el Mediterráneo, llegando a Sicilia, el puerto romano de Ostia y Cartago Nova, ya en la Península Ibérica. La imagen


de los caravansares que la hacían de parte a parte es, con todo, inexacta. «No había un solo camino, ni se hacía completo. Cada uno de ellos movía unas mercancías en concreto, en función de


la oferta y la demanda, pero el beneficio era común, y los puertos mediterráneos eran los grandes destinos», comenta. CAMBIOS El nacimiento del Islam como religión y luego como potencia


geopolítica, a partir del siglo VII, hizo retroceder la influencia china en las rutas, y su entrada en la Península Ibérica tras la victoria contra los visigodos, hizo prosperar una


industria del hilado de seda en poblaciones como Almería, Valencia, Niebla o Granada. En el entorno rural, donde se cultivaba la morera y se criaban los gusanos, llegó a haber más de 850


explotaciones. El califato omeya supuso un periodo de crecimiento de la manufactura, y el reino nazarita de Granada se consolidó como gran productor de mercancías de lujo, entre las que


destacaban los tejidos de seda. En los siglos XV y XVI, tras la colonización de América y Filipinas, se fue conformando una ruta que partía de las islas, llegaba a América cruzando el


Pacífico, de ahí a los puertos atlánticos y luego al continente europeo, el citado tornaviaje que dio lugar a la primera globalización. Y en las siguientes centurias, el kimono se hará


popular entre las clases aristocráticas de Francia e Italia. El mantón de Manila, que comenzará teniendo el mismo público, se acabará popularizando y se generalizará su uso en los festejos.


En el siglo XIX, Mariano Fortuny y Madrazo, el gran genio granadino, diseñó kimonos, con influencia del modernismo y el historicismo, y su presencia en el arte será habitual. Y en el siglo


XX, personajes pop como David Bowie, Alexander McQueen, Yves Saint Laurent o Björk los diseñarán o portarán de forma habitual. La muestra lleva consigo un importante programa de actividades


paralelas, que incluyen, el próximo viernes 25 a las 18.00 horas, un desfile y fiesta titulado 'La moda en Kazajistán y Andalucía' en el Palacio de Santa Paula (la entrada cuesta


45 euros), y el sábado 26, un simposio titulado 'La artesanía como impulsora de la economía local' en la Corrala de Santiago. Comenta Reporta un error Límite de sesiones alcanzadas


El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez. Por favor, inténtalo pasados


unos minutos. Volver a intentar Sesión cerrada Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este. Para continuar disfrutando de su


suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo. Este contenido es exclusivo para suscriptores ¿Tienes una suscripción? Inicia sesión