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Este fin de semana nos ha dejado Paco Méndez, un hombre entrañable, conjuntero, arquitecto, padre de músicos y sobre todo un gran aficionado a la ... música. Gallego de cuna, estudió en
Madrid, mudándose posteriormente a Loja, de donde era su mujer Ana, y donde nacieron sus hijos, tres, entre ellos Alejandro y Julián, miembros de bandas como Lori Meyers, Checopolaco y
Planetas, que le dieron la oportunidad de ser dichoso viendo como desarrollaban importantes carreras musicales. Paco tuvo mucho que ver precisamente en el despertar del gusto por la música
de sus hijos, de hecho hay grabaciones domésticas de la familia cantado cuando eran casi niños. También fue un elemento clave en sus primeros pasos como profesionales. Les procuró un local
de ensayo en la casa de socio, el también arquitecto (y padre de músicos) Luis Cienfuegos, el 'Loja Sound'. Quien le ha conocido sabe de la entrega con que alentó los siempre
complicados inicios de una banda, y más desde una localidad apartada del circuito. Les consiguió los primeros instrumentos, compró una furgoneta para que se pudieran desplazar, ejerciendo de
chofer cuando no tenían edad para conducir, manager en esa esos primeros momentos, consejero, asistente «y hasta no preparaba los bocadillos», recuerda Noni, para quien ha sido su segundo
padre: «el último mensaje que tengo de él es mi felicitación en el día del padre», comenta muy afligido el cantante de los Lori. Amante de la lectura y sobre todo la música, de esos grupos
de su época los sesenta, de los Beatles y Dylan sobre todo, como también de la música brasileña, que contagió a sus chavales y se percibe en alguna canción de los Lori incluso. «Era un amor,
una muy buena persona», confirma Migueline, que fuera también miembro la banda lojeña. «Iba a los ensayos y cantaba con nosotros, y luego en todos los conciertos estaba en primera fila»,
prosigue, de los Lori y de los grupos posteriores suyos: Unidad y Armonía y Otro Golpe. Y siempre mostrando un entusiasmo que prendía en su interlocutor, doy fe en primera persona. Ya
jubilado, su entorno cercano le hizo un precioso regalo, sacándole por fin al centro del escenario, con un concierto en el Paco mutaba en uno de sus ídolos más queridos: Vinicius de Moraes.
En 'Vinicius vive' recreaba el ambiente del mítico local La Fusa, aunque esta vez fuera en el Lemon. En ese combo de 'familia numerosa' intervinieron, además de Ale y su
hermano Julián, una nómina de colegas y amigos como Mafo, Dani Guirado, Anselmo Vaquero, y también Silvia Rollán, Lucía González, Natalia Muñoz y Natalia Martín, todas 'garotas' de
la imaginaria playa de Loja, donde Paco ejerció tanto de padre como de patriarca, con su áspera y gastada voz. Fueron unas noches que seguro estuvieron entre las más felices de su vida.
Este fin de semana Lori Meyers encabezaba el cartel del alicantino Spring festival y no suspendieron «porque entendimos que era lo que él nos hubiera dicho», comenta Noni. Al final de la
actuación, los miles de asistentes, conocedores de la situación, corearon al unísono «¡Paco! ¡Paco!, ¡Paco!, ¡Paco!» entre aplausos. Como Paco hubiera querido y merecido despedirse.
