A vueltas con el aval

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Las sacudidas en el área económica del equipo de JOAN LAPORTA a lo largo del fin de semana han alentado el cruce de mensajes inquietos entre voces relevantes del barcelonismo. La retirada de


JAUME GIRÓ, justificada de forma poco creíble, ha fomentado que se dispare la percepción de improvisación en un departamento nuclear por el delicado contexto. El aval, las incógnitas sobre


las contraprestaciones a los fondos externos y el reparto de poderes abonan el ruido.  Estamos ante el aval más abultado y complicado de la historia del Barça. No habrá sido fácil de


conseguir, pero se supone que ya está encarrilado y este miércoles LAPORTA y su junta (salvo nueva sorpresa, nunca descartable) tomarán posesión al fin de un club que necesita urgentemente


que alguien con determinación confronte todos sus enormes problemas. Pero no empiezan bien, algo que debe saber el propio Laporta. ¿TUTELA EXTERNA? Resulta difícil de entender que la


jerarquía de poder no estuviera clarificada antes de las elecciones. Y que el hombre que había diseñado el plan de salvación decida salir de escena ya en la pretemporada del mandato. Y que


el vicepresidente económico aparezca de repente, prácticamente de la nada, se sospecha que tutelado desde fuera (ojo a la cacofonía de Goldman Sachs, accionista destacado de la empresa de la


que procede el nuevo hombre de los números y valedora del Espai Barça).  El barcelonismo otorga a LAPORTA toda la credibilidad para estimular al vestuario, para convencer a MESSI de que se


quede y para que el club se haga fuerte en las instituciones en que conviene tener presencia. Es indiscutible la fuerza de su aura. Se diría, en cambio, que hay más escépticos sobre su


competencia para encarrilar la tesorería. La crisis del fin de semana no ayuda. Pero hay que dejarle empezar. Mañana miércoles abre su segunda etapa, excitante y temible a la vez, confiemos


que más transparente que opaca. Y confiemos que la suerte y la estabilidad le acompañen.