Escrivá se queda solo por su 'pecado original'

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EL GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (BDE) ESTÁ RECIBIENDO DIMISIONES EN SU EQUIPO. La última la de Ángel Gavilán, su director general de Economía.


La información filtrada es que la renuncia de D. Ángel Gavilán se debe a discrepancias con la “línea editorial” del último informe del BdE sobre la economía española. 


Parece que D. Ángel considera que es DEMASIADO BENÉVOLO CON LA POLÍTICA DEL GOBIERNO Y OCULTA DETERMINADOS PROBLEMAS COMO EL DE LA SOSTENIBILIDAD DE LAS PENSIONES EN SU INFORME. Algo que era


una constante en ediciones anteriores y esta vez ha desaparecido del texto.


Sea o no sea la verdad, lo que dice el informe no importa. Lo realmente significativo es que la sospecha de parcialidad es “creíble”. CREDIBILIDAD QUE PROCEDE DEL “PECADO ORIGINAL” DEL SR.


ESCRIVÁ.


Nadie duda de las competencias profesionales del ahora Gobernador del BdE. SU CARRERA ACREDITA UN PROFUNDO CONOCIMIENTO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA, SUS FORTALEZAS O DEBILIDADES. 


> Pero la trayectoria política del Sr. Escrivá también le marca


José Luis Escrivá es funcionario de carrera del BdE, del BCE (Banco Central Europeo) y ha dirigido la AIReF (Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal), un organismo dedicado a


presentar una visión diferente de la del Gobierno sobre el desarrollo de la economía. Nada que objetar a sus conocimientos técnicos.


Pero la trayectoria política del Sr. Escrivá también le marca. HABER PASADO DE SER MINISTRO DEL GOBIERNO SÁNCHEZ A GOBERNADOR DEL BDE SIN SOLUCIÓN DE CONTINUIDAD, tiñe toda su ejecutoria al


frente de la institución bancaria española.


Dice el adagio romano que “la mujer del César no sólo tiene que ser honesta, también debe parecerlo". Por tanto no puedo, ni debo, ni quiero entrar a discernir si el Sr. Escrivá es o no


imparcial en su labor de Gobernador del BdE.


Pero quienes dudan de su imparcialidad tienen argumentos que exhibir.


Si el informe del BdE es proclive al Gobierno, INDEPENDIENTEMENTE DE SU OBJETIVIDAD o no, se puede argumentar que se debe a la “lealtad” del Gobernador con su anterior presidente del Consejo


de Ministros o a un deber de amistad con quien le nombró como Gobernador.


> El Sr. Escrivá, haga lo que haga, será objeto de sospecha. No > podrá quitarse el sambenito de “su pecado de origen (original)”


Si el informe, por el contrario, fuera disconforme con la política del Gobierno y sus resultados podría argumentarse que se debe a su deseo de distanciarse para adquirir una pátina de


independencia. Un deseo que quitaría imagen de objetividad a los análisis económicos del BdE. Fíjese el lector que indico “imagen de objetividad”, no objetividad, porque en política las


cosas son lo que parecen ser.


Así que el Sr. Escrivá, haga lo que haga, será objeto de sospecha. No podrá quitarse el sambenito de “su pecado de origen (original)”.


El Sr. Escrivá puede argumentar que es injusto. Pero no es él el que tiene que enjuiciar los informes, sino aquellos que los tienen que analizar para que les sirvan de datos para tomar


decisiones.


Así que siento decirlo: Sr. Escrivá para muchos es sospechoso de parcialidad. Algo de lo que es muy difícil redimirse. LE TENDRÍAN QUE QUITAR LA MANCHA LOS QUE LE CREEN CULPABLE.


Se sabe que lo primero para perdonar a un culpable es que reconozca su error. El Sr. Escrivá debe reconocer públicamente ante quienes sospechan de él que se dejó llevar: bien por la


ambición, o bien por el sentido del deber, o por ambas cosas a la vez (el ser humano es muy complejo) para aceptar el cargo de Gobernador del BdE. Reconocer que fue un error profesional y


discutible desde el punto de vista ético, aunque fuera legal.


Una vez reconocido el error, lo siguiente es pedir perdón a los que sospechan de su parcialidad.


LO SIGUIENTE ES SENTIR LA PENA POR ESE ERROR Y EN CONSECUENCIA PAGAR POR EL MISMO. Quizás sería demasiado, muy fuerte, pero no estaría de más que presentara su dimisión. Un gesto de


arrepentimiento sincero.


Por último, debe comprometerse a no cometer otra vez errores similares. Por ejemplo, a valerse sólo de sus competencias profesionales, que las tiene, para escalar un puesto.


Es lo que enseñaban hace tiempo para obtener el perdón de los pecados o errores: reconocerlos, arrepentirse, cumplir la penitencia y comprometerse a no repetirlos ( “propósito de enmienda”).