Cruz roja albacete participa en una iniciativa para dar voz a los menores que viven situaciones de violencia de género

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Cruz Roja lleva más de veinticinco años desarrollando proyectos y servicios especializados en el ámbito de la atención a la infancia en dificultad social, así como en la atención a las


mujeres víctimas de violencia de género. En el año 2021, ha dado un paso más en esta línea de trabajo, con la puesta en marcha del proyecto estatal ‘Alzando la voz’: Autoexpresión y


empoderamiento de hijos e hijas víctimas de violencia de género, con el se ha implicado a niños, niñas y adolescentes que han sufrido situaciones de violencia de género en su condición de


hijos e hijas, como verdaderos agentes sociales para mejorar la respuesta institucional que se les ofrece desde las Administraciones Públicas y Entidades Sociales. Este planteamiento «se


origina desde la necesidad de seguir poniendo en la agenda política esta realidad social, para que las propuestas legislativas e institucionales que están emergiendo consideren la opinión y


punto de vista de los propios niños, niñas y adolescentes», apunta Cruz Roja en nota de prensa. La violencia de género es una forma más de maltrato infantil, y las hijas y los hijos de las


mujeres que sufren violencia de género son víctimas de la misma, sea ésta psicológica, física o sexual. «En un 89% de los casos, los menores fueron testigos de la violencia ejercida sobre


sus madres; en un 52% de los casos, también sufrieron maltrato directo», indican. Además, exponían que «los niños y niñas sufren una violencia institucional que les revictimiza cuando no se


consideran sus necesidades como personas menores de edad».  Es por ello que, desde Cruz Roja, «se da voz a las necesidades de los niños, niñas y adolescentes para sacar a la luz, a través de


sus propios discursos, todas las dimensiones de este grave problema social. Hablan en primera persona, y deben ser escuchados activamente para poner en marcha la agenda social de esta


realidad hasta consolidar propuestas legislativas e institucionales que protejan sus derechos vulnerados». Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos de Cruz Roja para hacer realidad la Ley


de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia Frente a la Violencia (LOPIVI) que entró en vigor el pasado junio, una ley que busca erradicar la violencia contra la infancia


fomentando la sensibilización, prevención, detección, protección y reparación de las víctimas. MIEDOS El mayor miedo que han verbalizado sentir «está relacionado con la salud integral y los


servicios médicos (35,5’%), con un temor e incertidumbre constante, y la presencia de presentimientos negativos que expresan en frases tan evidentes como «que no le pase nada a mi madre/que


le pase algo a mi madre”, o el hecho de tener “_miedo constante a que algo pase_”, también con preocupación por su familia (hermanos, hermanas, abuelos y abuelas)», manifestaban desde Cruz


Roja. Igualmente detallaban en nota de prensa que «la idea de la muerte y la pérdida de sus madres, familiares o amistades aparecen de forma reiterada entre sus inquietudes y temores».


«Otros miedos comentados por ellos están relacionados con su alimentación o nivel de vida (10.5%), el hecho de no poder crecer en una familia con entorno seguro y confiable (9.50%), a la


socialización (12%) o a la falta de libertad de expresión y buen trato (12%)», explicaban. TRISTEZAS Precisamente en este último punto, «la libertad de expresión y buen trato, se centran las


mayores aflicciones (17.54%), evocando sentimientos de dolor concernientes a las relaciones conflictivas y sentimientos de frustración, aunque es revelador que la población infantil señala


su necesidad de expresarlas, especialmente en casa», puntualizaban. De este modo detallaba que «estos signos de tristeza también destacan en los espacios que comparten con otras niñas y


niños en Cruz Roja, que se asocian a un lugar seguro donde pueden expresarse con confianza». El estudio de Cruz Roja revela que «aquellos enunciados relacionados con el derecho a crecer en


una familia, entorno seguro y confiable (15,79%) generan profundos sentimientos de tristeza en las niñas y niños, principalmente mencionando la vivencia de muy diversas situaciones de


violencia que les afectan directamente a ellos/as, a sus madres y a sus hermanos, así como la asunción de roles de cuidado que no desean. Finalmente, la educación y aprendizaje (10,53%) y la


salud integral y servicios médicos (10,53%), sobre todo en los casos en los que encuentran alguna dificultad en su desarrollo académico». SUEÑOS Los principales sueños y esperanzas de los


niños y niñas participantes «se relacionan principalmente con el deseo de una mejor educación y aprendizaje (26.65%): proyectan, especialmente, su anhelo con su desarrollo profesional y su


desempeño en diferentes profesiones».  «Con la misma intensidad, en alimentación y mejor nivel de vida (26,17%) expresan la mejora del bienestar material o económico. En las descripciones


que realizan niñas y niños, se ha visto como dan cuenta de sus contextos de vida expresando sus carencias y necesidades, y muy especialmente su deseo de disponer de una mejor vivienda-hogar


para sus madres y para ellos», matizaban. «También podemos apreciar que una de las dimensiones menos mencionadas entre sus sueños es crecer en una familia, entorno seguro y confiable


(7,01%), los discursos de las niñas y niños sobre su aspiración de la mejora de las condiciones de su familia y el deseo de una mayor felicidad se encuentran presentes, pero no en el eje de


los sueños, sino en las tristezas; dicho de otra forma, niñas y niños narran sus situaciones presentes, pero en menor medida en su proyección de futuro», recoge la nota de prensa de Cruz


Roja. Ante esto consideraban que «no es de extrañar su alusión al deseo de tener “muchos poderes”, “super poderes” o “ser invisibles” tan presentes en sus sueños, como una vía para superar,


controlar o enfrentar los miedos presentes que sienten». ALEGRÍAS Las actividades y espacios relacionados con la socialización son de los principales motivos de gozo (25,76%), con elementos


respectivos a su capacidad de interrelación y el disfrute de diferentes actividades de ocio, siendo los temas mencionados como los que generan más felicidad en las niñas, niños y


adolescentes participantes. «Con un peso algo menor aparece la alimentación y mejor nivel de vida (18,78%), sobre todo en lo que respecta al acceso a la tecnología», especificaba Cruz roja.


Por el contrario, «la educación y aprendizaje (6,11%) y la aplicación de los derechos (6,11%), no son necesariamente una prioridad en sus expresiones entre los motivos de alegrías en la


actualidad, aunque sí se proyectan en una ilusión de mejora en el futuro», señalaban. PROYECTO DESARROLLADO POR CRUZ ROJA ALBACETE Desde Cruz Roja en Albacete comenzaron participando en la


puesta en marcha de ‘Alzando la Voz’ desde el inicio de su pilotaje en 2021.  Así detallaban en nota de prensa que han trabajado «en la implementación de esta iniciativa con un total de 11


niños, niñas y adolescentes de edades entre 5 y 15 años».  Paralelamente a esta actividad, se han realizado talleres con sus madres para reforzar los vínculos maternofiliares que pudieran


haberse debilitado a consecuencia de la situación de violencia vivida en sus hogares. Para 2022 tienen previsto «trabajar con un total de 15 niños, niñas y adolescentes continuando con la


labor iniciada el año pasado. Estamos creando un grupo cohesionado que dé voz a los hijos e hijas de las víctimas de violencia de género, a fin de recoger sus necesidades y opiniones, y


poder transmitirlas a quien competa». En Cruz Roja Albacete cuentan para llevar a cabo este proyecto con un equipo de voluntarios/as que participan de forma activa en la realización de los


talleres con los niños, niñas y adolescentes. EL PROYECTO ‘ALZANDO LA VOZ’ ‘Alzando la voz’ es un proyecto de Investigación, Desarrollo e Innovación Social, orientado a mejorar las


metodologías de participación ofrecidas a las hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género.   Cruz Roja ha realizado un pilotaje/estudio exploratorio desarrollado en 5 provincias


(Alicante, Albacete, Barcelona, Granada y Madrid), donde más de 70 niños y niñas de entre 6 y 21 años han participado en talleres de autoexpresión adaptados a su edad con los que se han


identificado las posibles situaciones problemáticas, barreras y sus deseos de futuro o su capacidad para superar obstáculos.  El enfoque metodológico aplicado ha buscado en todo momento


garantizar un abordaje mixto, que combina el análisis documental con el levantamiento de información a través de métodos de investigación cuantitativos y cualitativos, con gran apuesta


participativa, con el protagonismo de niñas, niños y adolescentes desde un enfoque multiactor e intergeneracional que ha hecho posible identificar los derechos y obligaciones. Además, se ha


realizado mediante un proceso dialogado, incorporando el seguimiento, que permite maximizar la validez y eficacia de los dispositivos implementados, y dota de legitimación y sostenibilidad


los resultados del diagnóstico. Es, por tanto, una metodología innovadora y participativa. El proyecto “Alzando la Voz” se ha desarrollados en 3 fases:  una primera fase de diseño y


formación, una segunda fase de testeo y desarrollo de talleres territoriales con los niños, niñas y adolescentes, supervisión de equipos, e iniciativas desarrolladas, y una tercera fase de


análisis de datos de la información recabada. En el desarrollo de los talleres se han utilizado dos técnicas cualitativas participativas para el acercamiento a la situación de las niñas y


niños: el SMAT y las entrevistas. El SMAT (Sueños, Miedos, Alegrías, Tristezas) es una técnica, que en su origen fue un DAFO adaptado y que, desde Enclave de Evaluación, consultora encargada


de realizar el acompañamiento en el proceso metodológico y la formación y asesoramiento de los equipos territoriales, han diseñado ad hoc para un diagnóstico con enfoque de derechos. A


partir del análisis de los discursos, se organizó la información en siete dimensiones de derechos afectados (basados en la Convención de los Derechos de la Infancia): Crecer en una familia,


entorno seguro y confiable; Alimentación y mejor nivel de vida; Salud integral y servicios públicos; Educación y aprendizaje; Socialización; Libertad de expresión y buen trato; y Aplicación


de los derechos; y se relacionó con la posición que ocupan sus reflexiones en cada uno de los cuatro ejes de sentimientos: Sueños, Miedos, Alegrías y Tristezas. La presentación de resultados


de este estudio se realiza este 5 de mayo a través del webinar ‘Quiero tener poderes’ cuya conclusión general es que los niños, niñas y adolescentes afectados por situaciones de violencia


de género, manifiestan a través de sus discursos y dibujos, la vulneración de sus derechos en casi la totalidad de dimensiones analizadas.