SETENTA Y TRES AÑOS DESPUÉS

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Para mayor entendimiento del 9 de abril de 1948 es indispensable conocer las tensiones políticas que atravesaba el mundo en ese momento. Luego de la firma del Tratado de Yalta por los


líderes de las potencias aliadas, _Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill y Josef Stalin, _las tensiones entre los Estados Unidos y sus aliados y la Unión Soviética (Rusia y los países


bajo su influencia) al finalizar la II Guerra Mundial, dieron pie a la llamada Guerra Fría. Fue esta una intensa confrontación para implantar en el mundo sus teorías políticas y económicas,


diametralmente antagónicas, y que determinó el destino político en la segunda parte del siglo XX, hasta la caída del muro de Berlín, en 1989. Estados Unidos abanderó la defensa de la


democracia, al igual que la economía de mercado. Stalin, por su parte, consolidó el comunismo en los países bajo su control y, por todos los medios, pretendió exportarlo al resto del


planeta. Tomarse a Latinoamérica era importante para Stalin. Ya, en 1948, Venezuela y Bolivia, tenían gobiernos revolucionarios y el Aprismo amenazaba por llevar a Perú por el mismo camino.


Pero a Stalin le faltaba Colombia, indispensable para solidificar el poder comunista en el área, especialmente por su vecindad con el Canal de Panamá, punto de gran valor estratégico en


poder de los Estados Unidos. El asesinato de _Jorge Eliécer Gaitán_ pudo haber sido planeado con antelación y detalle por Stalin para lograr derrocar el gobierno de _Mariano Ospina Pérez _y


tomarse el poder. Con tal motivo, se escogió un momento clave: la inauguración de la IX Conferencia Panamericana que daría paso a la fundación de la OEA. Sería un golpe magistral contra una


organización creada, específicamente, para fomentar la democracia, el libre desarrollo económico e impedir la expansión comunista. La Internacional Comunista participó en pleno el 9 de


abril. En Bogotá, en esa fecha, estaban revolucionarios del calibre de _Alfredo Guevara y Fidel Castro Ruz. _La velocidad con que ocurrieron los hechos, luego del asesinato de _Jorge Eliécer


Gaitán, _confirma la teoría de que estaban planeados con gran sagacidad y anterioridad. El inmediato asesinato de Roa Gómez, “el asesino”, la toma de las emisoras que se dedican a dar


noticias falsas sobre el triunfo de la revolución; la manufactura de cocteles incendiarios y consignas revolucionarias; la sublevación de la policía, la liberación de los presos; el incendio


simultáneo de los más importantes edificios de gobierno y religiosos, entre otros hechos, son pruebas fehacientes. El asesinato de Gaitán no fue espontáneo. Fue un crimen enraizado en los


esfuerzos comunistas para tomarse el país. Colombia sobrevivió al ataque comunista por la férrea voluntad del presidente Ospina Pérez, quien, valerosamente, no permitió el derrumbe de la


democracia colombiana