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mikel ayestarán Jerusalén Sábado, 9 de enero 2021, 00:35 Comenta Compartir Mientras los países ricos hacen cola para comprar vacunas de las farmacéuticas Pfizer-BioNTech y Moderna, Irán
prohibió su importación y la Media Luna Roja iraní canceló un pedido de 150.000 dosis de Pfizer-BioNTech. La orden llegó del Líder Supremo, Alí Jamenei, que en un discurso televisado a la
nación este viernes dudó de la calidad de los fármacos de laboratorios estadounidenses y declaró que «si su fábrica de Pfizer puede producir alguna vacuna, que la consuman primero ellos
mismos para que en 24 horas no tengan 4.000 fallecidos. Lo mismo ocurre con el Reino Unido». Para Jamenei se trata de unos medicamentos «que no merecen nuestra confianza». Irán es el país
más afectado por el coronavirus de Oriente Medio y desde marzo ha registrado 1.268.263 contagios y 55.993 muertes, según los datos oficiales. Los investigadores locales trabajan en una
vacuna en cooperación con Cuba y a finales de diciembre comenzó la primera fase del ensayo clínico. Como ocurre con la de Pfizer, la vacuna iraní, que se llama COV Iran Barkat y la produce
la farmacéutica Shifa Pharmed, se suministra en dos dosis con catorce días de separación. Hasta que la COV Iran Barkat esté disponible, la república islámica recurrirá a las vacunas de Rusia
y China, así como la cuota que le corresponde dentro programa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Media Luna Roja fue el primer organismo afectado por las órdenes desde
el liderazgo y el portavoz de la organización, Mohammad Hassan Ghosian, aseguró que «actuaremos de acuerdo a lo que diga el Líder porque es la persona que capa de distinguir entre lo bueno y
lo malo en todos los temas, incluido la importación de vacunas contra el coronavirus». ATAQUE A IRÁN A la espera de la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, la relación entre Washington
y Teherán pasa por sus peores momentos. La decisión sobre las vacunas tiene también un componente político en un momento en el que la república islámica sufre las sanciones impuestas por
Trump, que le prohíben vender petróleo y le han sumido en una grave crisis económica. Los iraníes confían en que Joe Biden vuelva al acuerdo nuclear firmado en 2015 y retire los castigos.
Solo de esta manera la república islámica volvería a respetar los puntos del acuerdo y daría marcha atrás en los pasos que ha dado recientemente y que le han llevado a enriquecer uranio al
20%, un nivel muy alejado del 3,67% pactado. Según medios saudíes, desde Israel y Arabia Saudí estarían presionando a Trump para lanzar un ataque contra el programa atómico de Irán antes de
dejar el poder. Tras el asalto por parte de seguidores de Trump al Capitolio, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, habló con el jefe del Estado Mayor Conjunto para que
tome «precauciones para prevenir que un presidente inestable inicie hostilidades militares o acceda a los códigos y ordene un ataque nuclear». CIUDADES CHINAS CONFINADAS Mientras tanto, la
pandemia no descansa en el mundo. El Gobierno chino confinó este viernes dos ciudades al sur de Pekín en las que suspendió el transporte y prohibió la salida de millones de residentes, en un
intento de evitar el mayor brote de covid-19 en el país en seis meses. En la última semana se registraron en la provincia de Hebei 127 nuevos casos de covid, además de otras 183 infecciones
asintomáticas. La mayoría de contagios se detectó en Shijiazhuang, una urbe que, con su periferia, suma once millones de habitantes. También en la ciudad vecina de Xingtai, donde viven
siete millones de personas, se registraron nueve casos. Los residentes de Shijiazhuang y Xingtai tienen prohibido salir a menos que sea absolutamente necesario. En el mismo sentido, las
autoridades de Pekín han prohibido directamente las celebraciones por el Año Nuevo, que este año cae el 12 de febrero. Comenta Reporta un error