Más de 3. 300 cabezas de ganado pastan bajo las líneas eléctricas en la montaña leonesa

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«Pastoreo en Red», la iniciativa de Redeia que promueve la participación de cabezas de ganado en las tareas de desbroce de la vegetación bajo los tendidos de red eléctrica, cuenta con el


apoyo de ocho explotaciones ganaderas en Castilla y León, todas ellas en la provincia de León, donde pastan ya más de 3.300 ovejas, vacas y caballos bajo las líneas eléctricas.Se trata de


explotaciones de La Robla, Villamanín, Pola de Gordon, La Ercina y Cistierna, que llevan a cabo el control y mantenimiento de la vegetación en las líneas situadas en la montaña leonesa


mediante ganadería extensiva y pastorero dirigido. En total, 2.900 ovejas, 370 vacas y 35 equinos pastan en una superficie de 65 hectáreas a lo largo de 28 kilómetros de las líneas


eléctricas Soto-Robla y Velilla-Robla.La iniciativa es una colaboración que Redeia, a través de su filial Red Eléctrica, mantiene en la montaña leonesa con ganaderos y pastores y forma parte


de su Estrategia de Impacto Integral, con la que la corporación y sus filiales persiguen generar valor en los territorios en los que están presentes sus infraestructuras, aportando


soluciones a los problemas sociales y ambientales de esas comunidades.Se puso en marcha en 2022 pusiera con una explotación de 120 vacunos para controlar la vegetación bajo 3,5 kilómetros de


tendido, unas nueve hectáreas, en Casares de Arbas (Villamanín). En este tiempo, la compañía ha ampliado tanto la extensión pastoreada como los acuerdos de colaboración con más ganaderos,


con el apoyo de la empresa Agrovidar para la gestión del proyecto que busca convertir las infraestructuras de Red Eléctrica en corredores biológicos.Desde Redeia explicaron que, según los


muestreos y datos recopilados en estos años, las zonas pastoreadas «registran mayores tasas de biodiversidad que otras áreas donde no se ha realizado pastoreo», ya que «hay una mayor


presencia de artrópodos, mariposas, polinizadores y unidades florales en las primeras respecto a las segundas». Además, «la acción del ganado ha reducido el volumen de biomasa y ha


modificado el tipo de vegetación», de forma que «los arbustos y matorrales han dado paso a una superficie herbácea, con lo que se rebaja el riesgo de incendios forestales».En el marco de la


colaboración con Agrovidar, y a propuesta de la Asociación de Ganaderos de la Montaña de León, los titulares de las ocho explotaciones ganaderas participantes recibirán este año formación


sobre el uso de drones. Esta tecnología tiene diversas aplicaciones en ganadería, como la recogida de información sobre la situación del ganado en las zonas de pasto, especialmente las de


peor acceso.